Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Pregunte sin pena

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

H.B: Un amigo de 42 años no puede lograr la erección hace casi cuatro años. Era un picaflor, atractivo y romántico. Después de tanto andar, se casó con una muchacha de 27 años. Con ella era celoso, aunque romántico y bueno. Supo que le era infiel y la vigiló hasta cogerla in fraganti. Se divorciaron y él quedó muy mal. Un tiempo después, inició una nueva relación, pero no pudo lograr erección alguna. Probó con varias mujeres, pero nada. Fue a consultas de urólogos, psicólogos y sexólogos. Puso de su parte en cada una de ellas, sin encontrar solución al problema. No obstante, todos consideran que su origen es psicológico. Ni siquiera con Viagra, pues esta le ayuda a la erección pero no logra el orgasmo intenso de antes. Actualmente vive solo. Se consagra al trabajo para liberar su mente. Es arisco cuando una mujer se le acerca aunque no sea para una relación amorosa. Le gustaría conformar una familia y tener hijos.

El funcionamiento sexual no es el principal problema de tu amigo. Este parece consecuencia de la decepción sufrida. Con la infidelidad se desmoronó la impostura seductora y romántica del Don Juan. Ella despreció lo que él tenía para dar, que hasta entonces le era muy preciado. Ahora él no sabe qué hacer con una mujer. Está retado a reencontrar su modo de relacionarse.

La erección reaparecerá, sin Viagra, cuando él recupere su deseo y amor hacia las féminas. Ahora debe hablar de cómo siente aún esta experiencia, analizar cómo ha condicionado su suerte y reevaluar su postura hacia las mujeres.

No se trata de volcarse en el trabajo para olvidar, ni de correr hacia otras damas, sino de detenerse a analizar lo sucedido e ir sanando poco a poco su herida.

¿Qué hacer con el otro sexo? ¿Cómo amar a una mujer? ¿Cómo recuperar el deseo por aquellas cuyo comportamiento no puede controlar y podrían dañarlo? ¿Cómo perdonar y recomenzar? Son algunas de las cuestiones a plantearse. Si no puede avanzar solo, exhórtale a probar un nuevo encuentro con un psicólogo donde prosiga con esta consulta.

Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología y consejera en ITS y VIH /sida

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