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El bloqueo de Estados Unidos ha marcado la educación cubana

No obstante, Cuba levantó un sistema educativo de referencia mundial y los niños con necesidades educativas especiales tienen una existencia activa y decorosa

Autor:

Margarita Barrios

La escritura son seis puntos a relieve que deben identificar con sus dedos. Según la combinación pueden ser un número, un signo de puntuación o una letra. Es el Sistema Braille, el cual les permite aprender a leer y escribir a personas con dificultades visuales.

En Cuba 1 400 niños ciegos o débiles visuales en todo el país se encuentran vinculados al sistema nacional de enseñanza. Aproximadamente la mitad a través de escuelas especiales y el resto integrados a los centros de los distintos niveles, incluso las universidades.

Con profesores que realizan esa «obra de infinito amor», y el apoyo del Estado, estos estudiantes aprenden y avanzan hasta donde sus capacidades se lo permiten. Pero cuántos escollos se deberán vencer para llevar a feliz término ese empeño.

Cuba levantó un sistema educativo de referencia mundial contra viento y marea. El bloqueo ha marcado durante más de 40 años esta obra. La educación especial, con mayores requerimientos materiales y por ende más costosa, es el eslabón más difícil y sin embargo el más protegido.

Una imprenta singular

Los libros de texto para los estudiantes ciegos y débiles visuales se hicieron siempre «a mano». Los mismos educadores realizaban las transcripciones en las escuelas. Es una obra lenta y paciente. En el año 2002, en la Unidad Empresarial de Base de la Editorial Pueblo y Educación, se creó la primera imprenta Braille del país.

Impresora Impacto 600, de tecnología alemana. «Tenemos una impresora especial “Impacto 600”, de tecnología alemana. Con ella se pueden imprimir las cartulinas por las dos caras, lo cual es un ahorro de material», dijo a JR Juan Carlos Santana Molina, director de la imprenta.

«La cartulina que se emplea para este tipo de impresión tiene una composición química especial, con más fibras textiles. Todo el trabajo es computarizado, pero sigue siendo una tarea difícil».

Juan Carlos precisó que los textos escolares que utilizan los niños ciegos y débiles visuales son los mismos de la enseñanza regular. «Es una obra ardua, sobre todo porque tenemos mucho atraso. Hasta el momento hemos terminado 30 títulos.

«El tipo de cartulina y la escritura Braille los convierte en libros muy voluminosos. Por ello, para que sean manuables, los dividimos en varios tomos».

Juan Carlos Santana Molina, director de la Unidad Empresarial de Base de la Editorial Pueblo y Educación. Con orgullo Juan Carlos nos muestra el libro Había una vez, el primero que hicieron en la imprenta. «Somos muy celosos con la calidad de los textos. Y también cuidamos de no aumentar los costos».

—¿Cómo afecta el bloqueo la edición de estos libros?

—La tecnología cambia constantemente, por eso la nuestra ya está obsoleta. Eso dificulta encontrar las piezas de repuesto para los equipos y el material para la impresión.

«Además sería más barato adquirir la cartulina en Estados Unidos, que es el mercado más cercano. Sin embargo debemos hacerlo en otros países, con el consiguiente costo de transportación.

«A veces tenemos una oferta inmejorable y tenemos que desecharla por la falta de transporte. El barco que llega a Cuba no puede ir luego a Estados Unidos, por las leyes del bloqueo».

El taller es pequeño. Tienen dos computadoras y la impresora especial. Laboran cuatro trabajadores que conocen bien el Sistema Braille, y la correctora, que es invidente. Por ella pasa la primera impresión de cada texto, para eliminar cualquier error.

Catalina Negrín Gil, jefa del Departamento Braille de la Empresa. Catalina Negrín Gil ha dedicado la mayor parte de su vida a la literatura para ciegos. Hablar de sus experiencias la emociona, hasta las lágrimas, porque considera su labor muy sensible y necesaria.

Aunque ella no es invidente —ni tiene familiares cercanos con esa limitación— la vida la llevó primero a trabajar en la biblioteca especializada para ciegos de la ANCI y ahora es jefa del Departamento Braille de la imprenta.

Catalina conoce el Braille —como todos los que laboran directamente en la confección de estos libros— y asegura que, aunque todavía limitada, esta producción es muy bien acogida por los estudiantes.

«Los niños de las escuelas especiales necesitan este tipo de texto. Siempre fue un reclamo de ellos. Antes se hacían en las mismas escuelas, donde los profesores servían de copistas. Desde 2002, cuando se creó esta área productiva, las cosas han cambiado.

«Tenemos dificultades para ampliar la oferta. El papel se ha encarecido y el equipamiento resulta difícil de obtener. Las leyes del bloqueo limitan la venta de los equipos a nuestro país. Incluso hay instituciones que nos quieren hacer donaciones y no pueden».

—Ahora hay computadoras con tecnologías especiales para los ciegos. Ellas pueden ser sustitutas de los libros.

—Nada puede sustituir al libro de texto, por su sentido de pertenencia. Además, no es lo mismo escuchar una voz que te lee, que hacerlo tú mismo.

«Entre los libros que hemos confeccionado se encuentran los de lectura, de primero a sexto grados; Biología para la Secundaria Básica; Historia, para diversos niveles de enseñanza, y estamos trabajando textos de preuniversitario.

«Hemos realizado también libros de apoyo al proceso docente, de Literatura general y de cuentos para los más pequeños. Entre estos Había una vez, Pusimos la bomba, ¿y qué?, Cuadernos Martianos y El mundo en que vivimos».

Los trabajadores de la imprenta conocen que, con el avance de la tecnología, hoy se pueden hacer libros en Sistema Braille de más alta calidad, incluso con ilustraciones y mapas. A eso aspiran llegar algún día, cuando los recursos lo permitan.

Sorteando dificultades

En la escuela especial Abel Santamaría, ubicada en Ciudad Escolar Libertad, de la capital, luchan contra las limitaciones que les impone la vida a 108 niños ciegos o débiles visuales. Profesores y alumnos se unen en una empresa colosal. Ellos deben aprender a leer y a escribir, y recibir los conocimientos necesarios para ser útiles en la vida.

El director, José Manuel Pérez López, dijo a JR que la llegada a la escuela de los libros en Braille constituye un apoyo importante para la docencia. «Antes, y todavía no hemos renunciado a ello, los profesores hacían las transcripciones. Pero es un trabajo lento».

Las Perkins son imprescindibles para el aprendizaje del Braille. La escuela atiende también a 66 muchachos que están integrados a centros de la enseñanza general. El director significó que, aunque en estos momentos todos tienen máquinas Perkins —imprescindibles para el aprendizaje del Braille— esta es siempre una dificultad.

«Cada estudiante debe poseer su máquina. Las que tenemos son muy antiguas y se van deteriorando; aunque nosotros tratamos de mantenerlas es difícil, porque no hay piezas de repuesto.

«En Estados Unidos esas máquinas tienen un precio de aproximadamente 800 dólares. Sin embargo, por las leyes del bloqueo, Cuba ha tenido que comprarlas en otros mercados, mucho más caras y de menor calidad, por lo que se deterioran primero».

El país invierte cada año aproximadamente el 7,8 por ciento de su Producto Interno Bruto en educación. Los cálculos expresan que el bloqueo ha costado a Cuba más de 89 000 millones de dólares. Si de estos el cinco por ciento se hubiera dedicado a la enseñanza, valdría preguntarse cuánto más habríamos avanzado o con cuánto menos sacrificio hubiéramos logrado lo que hoy tenemos.

Agresión al saber y el humanismo

El avance hacia programas educativos de excelencia, que potencien el pleno desarrollo de la personalidad y las capacidades humanas de todos los cubanos y cubanas, ha sido obstaculizado por la política de bloqueo, en franca violación de los derechos humanos y las libertades académicas y educacionales más elementales.

El mantenimiento y reparación de los edificios escolares, así como la necesaria reposición del mobiliario escolar y otros equipos, continúa siendo afectado por la política de bloqueo. La reubicación de esas compras en terceros mercados, implicó en el período analizado derogaciones adicionales que ascienden a 870 370 dólares, lo cual ha incidido de manera negativa en la calidad del proceso educativo y las condiciones de vida de los estudiantes.

(Tomado del Informe de Cuba sobre la resolución 61/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.)

Ataque a la decencia del mundo

En materia educacional, el bloqueo no solo ataca a nuestro pueblo, sino que arremete contra numerosas normas internacionales.

•Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948.

•Declaración de los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1959.

•Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño adoptada el 20 de noviembre de 1989.

•Resolución 32/130 de 1977 de la Asamblea General de la ONU.

•Declaración mundial sobre la supervivencia, la protección y el desarrollo del niño, adoptada por la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, del 30 de septiembre de 1990.

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