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El país produce actualmente alrededor de seis millones de toneladas de humus de lombriz y 15 millones de compost y otras materias orgánicas. Autor: Alberto Borrego Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
Más de 600 000 hectáreas han sido beneficiadas por el Programa Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos (PNCMS), creado en el año 2000, con el objetivo de detener la degradación de este recurso natural y comenzar su recuperación.
Lo anterior lo reveló en conferencia de prensa Mario Riverol, jefe del Grupo Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos del Ministerio de la Agricultura, quien explicó que detener la degradación es uno de los retos que enfrenta la agricultura cubana.
«Cuando decimos que una hectárea ha sido beneficiada, significa que prácticamente el 75 por ciento de las medidas que lleva un área para detener el proceso de degradación están ya introducidas ahí.
«Entre esas medidas podemos citar el uso de barreras vivas y muertas, de tranques, los abonos verdes, las siembras en contorno…, todas han posibilitado el comienzo de la recuperación.
«Por ejemplo, en las zonas de Pinar del Río, que son muy susceptibles porque son suelos de textura arenosa, antes de implementar estas medidas, en un año prácticamente se perdían hasta 20 o 30 toneladas de suelo por hectárea.
«Con el empleo de estas tecnologías, esa pérdida se reduce a límites permisibles, entre dos y cinco toneladas, porque existe un equilibrio entre el proceso de erosión natural y el de formación, y el suelo se mantiene».
Riverol añadió que Cuba produce actualmente alrededor de seis millones de toneladas de humus de lombriz y 15 millones de compost y otras materias orgánicas.
«La degradación de los suelos es un proceso muy complejo, en el cual actúan varios factores. Están los naturales, como el clima, el relieve, las formaciones geológicas, o inducidos por el hombre. Lo más grave es que la degradación no se da in situ, se extiende más allá del lugar
