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Fotos con historia: ganadores

Y aquí están los resultados del concurso para el mes de enero

Autor:

Juventud Rebelde

Ya tenemos los ganadores del concurso La mirada del lector en el mes de enero, donde les pedimos que nos enviasen fotos tras las cuales gravitaran historias y fabulaciones.

El equipo de fotorreporteros de Juventud Rebelde seleccionó a los ganadores, que damos a conocer a continuación:

Primer lugar

Geny González Rodríguez

La instantánea que les muestro me encanta, se la tome a mi hija de 11 años en este verano que pasó y la historia que la acompaña es la siguiente: días antes le habíamos prometido que la llevaríamos a la playa, no a bañarse, porque padece de una limitación auditiva que no le permite hacerlo, pero el solo hecho de sentarse a la orilla del mar y observar las olas y jugar con su mascota, un salchicha que es como un hermano para ella la hace sumamente feliz.

Resulta que los días esos cambiaron a un clima de lluvia que no nos permitía salir, a su vez, acompañados de la tristeza de mi niña, que cada día que pasaba se apagaba más y más. Hasta que un día amaneció así como lo ven, llenos de cirros ese hermoso cielo. Ella se levantó bien tempranito, aún estábamos acostados y sin decirle a nadie, como de costumbre hacía todos los días, subía a la placa de la casa con la esperanza de ver el sol aparecer y para sorpresa mira lo que vio. Su papá y yo la seguimos sin que ella se percatara, tomé el teléfono y la sorprendí mirando al cielo con esa expresión y gestualidad muy típica de los cubanos que denota alegría y satisfacción, y por supuesto cumplimos su deseo ese mismo día, que fue maravilloso. Esto sucedió en el Reparto San Matías, perteneciente al municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, en nuestra casa.

Segundo lugar

Eduardo Fernández Ceruto

Es imposible no impresionarse ante el lucimiento de esa obra, situada en la entrada de la Bahía de la Habana, a 50 metros sobre el nivel del mar, en la Loma de la Cabaña. Sobrecoge por su impacto luminoso en la noche, lo que me motivó el disparo, la cual es considerada la mayor escultura al aire libre realizada por una mujer y que además es cubana, Lilia Jilma Madera Valiente (San Cristóbal, Pinar del Río, 17 de septiembre de 1915-La Habana, 21 de febrero de 2000).

Tercer lugar

Juan José Acosta Jubilado

Este es un relato sobre un niño y su escuela. Esta escuela es el Instituto Edison y el niño soy yo en 1957. En ese año se abrió para mí la puerta del conocimiento. Aprendí las primeras letras y las cuentas —las tablas de entonces— y descubrí a Martí.

En ese lugar transcurrió toda mi infancia porque pasé por todos los grados hasta el sexto.

Una tarde de marzo en 1960, sentimos una gran explosión y luego otra más. Mi maestra de segundo grado, con una ecuanimidad a prueba de todo, nos calmó. Ella sabía lo que estaba pasando, pero continuó la clase. Al salir supimos que había explotado el vapor La Coubre, con su secuela de muerte y destrucción.

Desde este colegio partieron, en el ’61 los muchachos, casi niños —entre los que estaba mi hermano mayor— hacia el Escambray en la hermosa misión de alfabetizar. Y cuando estaban desembarcando los mercenarios por Playa Girón, también en aquel centro se hizo Patria. Algunas madres asustadas no mandaban a los niños, pero nosotros sí estábamos porque eso fue lo que nos inculcaron nuestros padres.

Allí estudió y luego fue profesor y miembro del claustro, nuestro Presidente de la Casa de las Américas y desde allí partió José Wangüemert a su encuentro con la historia aquel 13 de marzo.

Las fotos que envío en esta composición, probablemente no clasifiquen para un concurso, no son realmente bellas porque mi escuela, mi añorada escuela, ya no es la que fue. Desafortunadamente no se ha tratado de mantener un edificio tan formidable que aparece en sus inicios en el centro de la composición.

Hoy es el IPU Francisco de Miranda y otros muchachos lo inundan con su alegría característica, pero para este niño —que no ha dejado de serlo— esta sigue siendo mi escuela, la que me formó y a la que sigo queriendo con nostalgia, hoy con 63 años.

Mención

Jorge González, de Cienfuegos

El Nicho es uno de esos lugares maravillosos para los cuales las palabras no alcanzan al querer describir su belleza. Ubicado en la sierra del Escambray cienfueguero, es una maravilla de la naturaleza, decenas de cascadas y estanques naturales en un paraje prácticamente virgen. Pero en el momento en que tomé esta foto, el 10 de enero de este 2016, no pude más que abrir la boca, al ver frente a mi  tanta belleza; las desparramaderas, la poceta de cristal y la de los enamorados, fueron invitaciones que a pesar de lo frío de sus aguas, no pude despreciar.

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