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Sus majestades del Reino de España, Felipe VI y Letizia Ortiz Rocasolano, intercambiaron en el Centro de Inmunología Molecular (CIM) con pacientes que padecen cáncer de pulmón pero han mantenido una alta calidad de vida gracias a los avances y a la disponibilidad universal de la ciencia cubana.
Tras la bienvenida, a cargo del Doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de la Organización Superior de Dirección Empresarial BioCubaFarma, y del Doctor Eduardo Ojito Magaz, director general del CIM, los reyes sostuvieron un cálido diálogo con tres pacientes y sus familiares antes de hacer un recorrido por los laboratorios del edificio de investigaciones.
En particular, Felipe VI se interesó por conocer los mecanismos de acción de la vacuna CIMAvax-EGF, destinada al tratamiento oncológico específico del cáncer de pulmón y, desde 1996, uno de los productos líderes del CIM. Su majestad preguntó además por el tiempo de prolongación de la vida de estos pacientes al recibir tratamiento.
Frente a la maqueta del CIM, sus majestades conocieron detalles del programa científico cubano. Foto: David Gómez Ávila.
En ese sentido, Felipe VI y Letizia conocieron de primera mano cómo estos tres pacientes —reflejo de miles beneficiados en toda la nación— elevaron con el CIMAvax-EGF su expectativa vital al punto de que acumulan entre siete y 14 años con tratamiento después del diagnóstico y una rutina normal que incluye el trabajo.
En el Centro de Inmunología Molecular, los reyes conocieron que BioCubaFarma, que garantiza el 60 por ciento de los medicamentos consumidos en el país, desarrolla más de 400 proyectos de investigación, con prioridad a los dedicados a enfrentar las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y los padecimientos neurogenerativos, principales causas de muerte en Cuba. Además, BioCubaFarma ha conquistado 34 mercados internacionales.
El Doctor Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, recibió a Felipe VI y Letizia. Foto: David Gómez Ávila.
La Doctora Elia Neninger Vinagera, oncóloga clínica del Grupo de enfermedad torácica del Hospital Hermanos Ameijeiras, quien trabaja en estos programas junto con especialistas del CIM, comentó que Cuba garantiza cobertura total de tratamiento a los 5500 nuevos pacientes de cáncer de pulmón que, como promedio, son diagnosticados cada año.
«Ello exige disponer de armas terapéuticas porque muchos padecen estadios avanzados del mal, pero el CIMAvax-EGF ha demostrado eficacia en el control de la enfermedad y duplica o triplica las expectativas de vida», comentó a la prensa la especialista antes de referir el privilegio que constituye mostrar a visitantes ilustres cómo los esfuerzos del país en la salud repercuten muy positivamente en toda la población.
Tras el recorrido por esta Empresa de Alta Tecnología, Felipe VI y Letizia concluyeron el programa habanero y partieron hacia la ciudad de Santiago de Cuba, donde concluyen su visita de Estado, primera de un rey español a la Isla en toda la historia.
Felipe VI y Letizia admiran a Goya en La Habana
EL primer Goya original que se expone en Cuba, Autorretrato, atrajo este jueves hasta el Museo Nacional de Bellas Artes, edificio de Arte Universal, a sus Majestades de España para observar el cuadro y dejar así inaugurada la singular exposición transitoria.
La obra es también el primer préstamo del Museo del Prado a la Isla y surge luego de diálogos para, con motivo de la visita de los reyes, establecer vínculos entre las dos instituciones culturales.
Felipe VI y Letizia Ortiz Rocasolano llegaron al edificio de Zulueta y Monserrate pocos minutos después de las once. Lo acompañaron el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, y el director de la institución, Jorge Antonio Fernández Torres.
Autorretrato es una de las efigies más reconocidas del aragonés y permanecerá durante un mes en la ciudad. Goya, explica Fernández Torres, tiene una sinergia especial con el resto de la colección del museo, cuyas obras del siglo XIX son de las más representativas y numerosas.
Es este además un momento singular, cuando el Prado cumple 200 años este 19 de noviembre. Para el museo de La Habana, es una ocasión histórica; hay una gran expectativa, el público lo está esperando y sé que muchos cubanos van a venir a verlo, agrega.
La obra fue pintada a los 69 años del artista, por lo que constituye uno de los últimos óleos en el que plasmó su propia imagen. Se trata de una pieza de pequeño tamaño (46 x 33 cm) que ofrece una imagen cercana, cotidiana, íntima del pintor en su vejez.
Tras una restauración en 1993, aparecieron la firma y fecha inscritas a la izquierda: «Fr. Goya Pintor/Aragonés/Por el mismo/1815», que sugieren que el cuadro tenía un destinatario oficial que hoy se desconoce. Autorretrato pasó a formar parte de la colección del Prado en 1866 y ahora está de tránsito en La Habana.
