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Desatar los nudos más difíciles: los mentales

El Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dio cumplimiento a su agenda del primer día de visita gubernamental, este jueves, a la provincia de Ciego de Ávila

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Autor:

Alina Perera Robbio

CIEGO DE ÁVILA.— Muchos hablamos de cambios de mentalidad, de abrir las compuertas a múltiples posibilidades, de soltar amarras para impregnar al socialismo que queremos de autonomía y de afán creador. En cambio, cuando esa idea que pocos se cuestionarían tiene que ser parte de la realidad, ahí es donde se percibe lo difícil de la tarea. 

Esa reflexión bien pudiera ser el hilo conductor, en tono exhortativo y no de crítica, de la agenda de visita gubernamental a esta provincia, la cual encabeza el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y es la segunda, a poco más de un año, que tiene lugar para pulsar indicadores económicos y sociales del territorio.

Treinta indicaciones se derivaron de la visita anterior; de ellas, 22 se han cumplido y ocho están en camino a concretarse. Aunque los números nunca podrán darnos toda la verdad, sí son demostrativos del esfuerzo que ha hecho Ciego de Ávila para competir consigo misma y crecer. Por eso, porque se pueden correr los lindes de los logros, en más de un lugar a donde llegó el Jefe de Estado hizo énfasis, especialmente en las unidades empresariales de base (UEB), en ganar autonomía, en velar celosamente por cada inversión emprendida, en unir esfuerzos con los centros científicos para lograr mayor eficiencia en los procesos.

El primer lugar del itinerario del Presidente fue, temprano en la mañana, la Empresa Pecuaria Genética de Turiguanó, ubicada en el municipio de Morón. Creada el 15 de diciembre de 1976, la entidad tiene entre sus misiones producir sementales vacunos de alto valor genético, garantizar la sostenibilidad del alimento animal a partir de pastos, forrajes, plantas proteicas y subproductos agroindustriales, así como garantizar una adecuada capacitación del capital humano.

Díaz-Canel se interesó por la marcha de la Fábrica de Calentadores Solares.Foto: Estudios Revolución.

 Acompañado del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, del ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, del titular de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, y de las autoridades de la provincia, el Presidente cubano hizo diversas preguntas: sobre las plantas proteicas; sobre cómo sustituyen importaciones y se alcanzan estándares de calidad; sobre el mantenimiento a largo plazo de las maquinarias de trabajo; o sobre cómo se garantiza el suministro de agua a una empresa que tanto la demanda.

«Esta es una entidad que se va pareciendo a lo que queremos», dijo Díaz-Canel, aludiendo, entre otras fortalezas, a que la Empresa se ha convertido en una escuela, con aulas anexas y vínculos con diversos centros científicos. Y para que los logros sean de mayor alcance, el mandatario preguntó a la directora de una UEB si esta tenía todas las facultades necesarias para tomar decisiones favorables.

En ese punto del encuentro, el Presidente habló de seguir abriendo el diapasón para que los colectivos donde se produce gocen de mayores potestades, pues no es menos cierto que todavía, en no pocos lugares, los sistemas empresariales están más engrosados «arriba» de lo que debieran; todavía hay decisiones clave que están muy centralizadas.

Seguidamente Díaz-Canel visitó el Combinado Cárnico de Turiguanó, una UEB perteneciente a la empresa en la que había estado anteriormente. Allí, desde el 2017, se trabaja con moderna tecnología italiana luego de que se acometiese una importante inversión. El trabajo se ha humanizado en una línea productiva cuyo impacto es vital para el turismo del país, ese ámbito imprescindible para oxigenar nuestra economía.

El siguiente destino de la agenda fue la Fábrica de Calentadores Solares (Rensol), también perteneciente al municipio de Morón. El mandatario quiso saber, entre otros detalles, si el centro ha solicitado investigaciones a la Universidad de la provincia; si hay estudiantes haciendo sus prácticas en la fábrica; y si se cuida con celo cada inversión que se emprende.

Sobre la última interrogante, mientras recibía información en torno al funcionamiento de la fábrica, el mandatario comentó a directivos y trabajadores sobre la importancia de tomar parte muy activa en cada inversión. No es bueno acomodarse, reflexionaba y ponía por ejemplo que si hay una empresa importadora contratada por la fábrica, esa empresa «tiene que sentir el rigor de ustedes exigiéndole… Son ustedes defendiendo su inversión… Esos son de los nudos que nosotros tenemos que ir destrabando».

Rato después, en el municipio de Ciro Redondo, Díaz-Canel visitó el central azucarero del mismo nombre. Allí, hablando de innovación y de que el coloso que hoy vive un importante proceso inversionista se encadene eficientemente con fuentes como la moderna bioeléctrica que se está levantando a muy poca distancia, el Jefe de Estado dijo: «Que este sea el modelo de central al que aspiramos».

El siguiente lugar al cual llegó la visita gubernamental fue el centro de producción local de materiales de la construcción, también del municipio de Ciro Redondo. «Con calidad; así es como tenemos que hacer las cosas», enfatizó el mandatario a los trabajadores que quisieron tomarse una fotografía con su Presidente, y de cuyas manos nacen más de 50 renglones productivos —todo lo que una casa necesita, comentó alguien a esta reportera.

Instantes antes de que la imagen quedara atrapada por los obturadores, Díaz-Canel Bermúdez comentó al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, quien le da un seguimiento incansable al Programa de la Vivienda y acompaña sin fatigas cada esfuerzo y decisión en la hora actual de Cuba: «Es muy buena esta experiencia…».

La mañana cerró con la llegada hasta la bioeléctrica ubicada en los predios del central azucarero. Es ese un proyecto muy valioso, que entrelazado con el central aportará gran parte de la energía eléctrica a la provincia a partir del bagazo de la caña y del marabú. 

Pensando en los avileños y el país

 La jornada vespertina de este jueves del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la segunda visita de Gobierno a Ciego de Ávila, comenzó por la fábrica de tuberías de polietileno de alta densidad Ciegoplast.

Es la entidad de su tipo con mayor capacidad instalada del país. Según informa un tuit del sitio de la Presidencia (@PresidenciaCuba), cumplió su plan anual y completó los 5 000 kilómetros de tuberías producidas desde su fundación en 1999.

Ciegoplast elabora tuberías desde 90 hasta 1 200 mm de una calidad comparable, y a veces superior a las que se confeccionan en otros lugares del mundo. Parte de su producción ha sido utilizada en las inversiones de obras hidráulicas del occidente del país y de la región central.

El mandatario cubano también visitó en la tarde el centro de investigación científica Bioplantas, que tiene como visión: «desarrollar, aplicar y ofrecer tecnologías, productos, asistencia técnica y servicios académicos de excelencia en el marco de la biotecnología vegetal».

Fue inaugurado como centro de investigación en 1992. Díaz-Canel indagó sobre los proyectos científicos que allí se desarrollan y mostró especial interés por el de la Stevía, una planta edulcorante que forma parte de la medicina verde y es muy efectiva en el tratamiento que siguen las personas diabéticas, además de poder ser usada en la dieta general.

El Presidente de la República llamó a impulsar ese proyecto y fomentar su consumo para contribuir a una alimentación más saludable por parte de la población y también para exportar.

Al cierre de esta información, el mandatario sostenía sus ya tradicionales contactos con profesores y estudiantes universitarios, un ejercicio que practica en cada visita del Consejo de Ministros a las provincias.

Acompañado por la vicepresidenta Inés María Chapman y otros dirigentes del Gobierno central, subrayó la misión de la Universidad de Ciego de Ávila, al igual que la de los otros centros de altos estudios del país, de «formar profesionales integrales desde las dimensiones académica, científica, medioambiental y humanista.

Esta universidad, reflexionó el Presidente, «preserva, desarrolla y promueve la cultura con plena integración al entorno económico, político y social avileño».

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