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La Habana: urbanismo ordenado y respeto patrimonial

En un encuentro, convocado para analizar estos temas, fueron anunciadas nuevas decisiones del Gobierno de la capital dirigidas a reforzar el control y evitar violaciones de carácter urbanístico, entre las cuales figuran revitalizar, ahora como unidad presupuestada independiente, el Grupo de Desarrollo Integral de la Capital

 

Autor:

Juventud Rebelde

Integración, respeto a las regulaciones y los proyectos, orden, disciplina y apego al buen hacer y las mejores prácticas, fueron los principios enarbolados a tener en cuenta para todo lo que en adelante se haga en La Habana, tanto en materia de nuevas inversiones como en mantenimientos y reparaciones.

Así quedó definido en reunión convocada para reflexionar en torno al ordenamiento urbano, construcciones, mantenimientos y cuidado y rescate del patrimonio, en intercambio con factores que de una u otra manera intervienen en tales procesos: coordinadores provinciales, intendentes municipales, representantes de la Oficina del Historiador, Patrimonio, Delegación del CITMA, Planificación Física, Grupo de Desarrollo Integral de la Ciudad, tribunales y empresas constructoras y de proyectos.

«Vivimos en una ciudad rica en valores patrimoniales de todo tipo (históricos, culturales, arquitectónicos…)  y estamos en la obligación de preservarlos como un tesoro invaluable a legar a las futuras generaciones; quienes, a su vez, tendrán la obligación de asumir el mismo reto, expresó Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido, al intervenir en la cita.

«Nuestro compromiso con el pueblo nos obliga hacer siempre más en su beneficio», aseguró el también miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y agregó que «tal comprometimiento lleva implícito actuar responsablemente con la mirada hacia adelante, y apego a la ley, en la búsqueda de resultados armoniosos y bellos, sin violaciones y en perfecto equilibrio con la Tarea Vida, las regulaciones del CITMA y los mandatos de Patrimonio».

Torres Iríbar reconoció que -a favor del crecimiento económico-social, en La Habana- se ha trabajado, y como parte de ese esfuerzo, rescatado un grupo importante de instalaciones y sitios emblemáticos como El Capitolio Nacional, los Jardines de la Tropical y el estadio Latinoamericano; a partir de los compromisos planteados al calor del 500 cumpleaños de la capital y como parte de la recuperación tras el azote del tornado (27 de enero de 2019).

El dirigente partidista hizo referencia a procederes urbanísticos incorrectos que provocan la crítica y la repulsa de los vecinos, como sucedió, por ejemplo, con el muro de la Playita de 1ra. y 70, y el parque de la calle G. Apuntó que terminaron por ganarse la desaprobación, por no haberse pensado bien (previamente), al violar lo establecido y atentar contra el patrimonio. Criticó duramente a los inversionistas de estas acciones constructivas porque desestimaron las consultas pertinentes como correspondía; además, la falta de esmero que impactó, negativamente, en la belleza de las terminaciones.

En el caso de los constructores, y a los organismos implicados en la fiscalización y control (Planificación Física, CITMA, Patrimonio y los gobiernos locales), reprochó el no alertar a tiempo, exigir la paralización de las acciones constructivas como lo dispone la ley. 

«No podemos darnos el lujo de que prácticas tan dañinas puedan repetirse en lo adelante», puntualizó Torres Iríbar, quien, tras ponderar las extraordinarias bellezas de La Habana y sus valores, pidió apreciarlos, unirse para su cuidado y trabajar por enaltecerla y servir noblemente a sus hijos.

Reiteró el requerimiento de ver al medio mileno como punto de partida, no meta, en la búsqueda de nuevas realizaciones, y exhortó a ir por más, sin permitirnos caer en un inmovilismo resultado del miedo a las equivocaciones o la crítica, evitables con la concepción de buenos proyectos, oportunas consultas, exquisitas ejecuciones, y acercamiento indagatorio a la academia y los especialistas, aspectos estos últimos en los cuales –en su opinión- la provincia es privilegiada.

Reinaldo García Zapata, Gobernador de La Habana, destacó la importancia que las máximas autoridades de la Isla y el territorio confieren al ordenamiento urbano y el patrimonio, esclareció el papel principalísimo que en los procesos inversionistas juegan PF y el CITMA, y llamó a la unidad de todos los implicados, sin obviar que los municipios no quedan excluidos en  los propósitos de hacer grandes cosas, desterrar las violaciones, y ganarse el respeto del pueblo, con instalaciones, obras, y proyectos que despierten su admiración y alimenten el orgullo local.

«Una ciudad bella, ordena y limpia, incidirá positivamente en el comportamiento de sus hijos, y acabará por convertirse en una ciudad más disciplinada», acotó.

En el hotel Packard se respetó la arquitectura original y se combinó con nuevas líneas. Se dejó la enredadera que estaba entre los andamios como un elemento natural Foto: Raúl San Miguel

En el encuentro fueron anunciadas nuevas decisiones del Gobierno, dirigidas a reforzar el control y evitar violaciones de carácter urbanístico, entre las cuales figuran revitalizar, ahora como unidad presupuestada independiente, el Grupo de Desarrollo Integral de la Capital, que fuera creado por el Comandante en Jefe.

Representantes del CITMA, la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Comisión Provincial de Monumentos, además del ofrecimiento a cooperar, manejaron conceptos tan importantes como la necesidad de coordinar las acciones para evitar la invulnerabilidad frente el cambio climático, el actuar armónico con lo patrimonial, pero también con la naturaleza. Observar la gestión patrimonial como una gran fortaleza e inversión, no una carga.

Entre los aspectos a tener muy en cuenta se hizo referencia al derecho de los seres humanos a disfrutar de la belleza, la gestión del desarrollo integral, a todos los niveles, pero perfectamente articuladas unas con otras, con el aporte de los unos a los otros, y asimismo valoraron la correspondencia con los Lineamientos del Partido Comunista de Cuba, la Tarea Vida, la Agenda Urbana y todo lo concebido para conducir el desarrollo de la nación.

En las palabras de Torres Iríbar está presente la evocación de aquel discurso pronunciado durante el Acto Provincial, en La Habana, con la presencia del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, por el Aniversario 66 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

«La Habana es grande como su historia, como su mar, como su gente. Gente que camina, que siente, que toca; una ciudad que crece, que se mueve, que se apasiona, que está viva. La Habana es que sonrías, que quieras y vivas a lo grande. Grande es tu beso en la mañana, el saludo de un amigo, la taza de café, el lápiz, la canción, el sol y el calor. Grandes son las tardes que pasas en el malecón, los adoquines, las noches de fiesta. En La Habana lo pequeño es grande. Cosas pequeñas, determinan grandes acciones. Grande es la huella que dejas en La Habana. Grande es la huella que La Habana deja en ti».  Y subrayaba:

«(…) Entreguémonos en cuerpo y alma al servicio de la patria, haciendo cada uno su parte de deber que le corresponde, entonces nada podrá vencernos, para cumplir una idea básica del pensamiento de Fidel: Todos los enemigos; se pueden vencer. (…) ¡Convoco a todos a dar su cuota de sacrificio y entrega, a aportar lo más grande para el crecimiento de nuestra Habana y Cuba Socialista!»

(Tomado de Tribuna de La Habana)

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