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SANTIAGO DE CUBA.—con un fraternal encuentro entre grupos cultivadores de la rumba y el son, terminó en Santiago de Cuba el V Festival Internacional de Rumba Cubana, Timbalaye 2013, evento que el proyecto de integración cultural del mismo nombre extendió, fuera de la capital, no solo a esta tierra oriental sino también a Matanzas.
El proyecto, auspiciado por la Uneac, la Fundación Fernando Ortiz y la AHS, se adueñó esta vez del Complejo Cultural Heredia, donde compartió con dos clásicos de la danza cubana, el Conjunto Folclórico Cutumba y la Compañía Danza del Caribe; momento este muy emotivo, porque el siempre recordado Eduardo Rivero, Premio Nacional de la Danza, fue maestro de Ulises Mora, director general de Timbalaye.
El recorrido del festival por la indómita ciudad lo llevó al patio de la Casa del Caribe, sitio ideal para compartir con Bisset y su Son, Rumba Aché, Obbatuke y Rumberos de hoy.
Fue allí donde Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, y Rubén Aja Garí, presidente de la AHS santiaguera, expusieron el quehacer de la institución que convoca el Festival del Caribe, el más diverso e importante espacio de intercambio de la cultura popular tradicional, y que recibirá a Timbalaye en su edición venidera.
En la despedida, Ulises Mora expresó: «El folclor es la sabiduría de un pueblo y se transmite de generación en generación. La identidad cultural es la conciencia de pertenecer a una comunidad caracterizada por su tradición, su historia, sus costumbres, idiosincrasia, valores artísticos y sociales, con contenido vivo que se renueva constantemente sin perder su esencia. ¡Eso lo hemos encontrado en esta ciudad!».
