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Nace otro Chiquilín con canciones infantiles de siempre

Bajo el sello de la Egrem, en enero de 2020, verá la luz el tercer volumen del disco Chiquilín. En esta nueva entrega, artistas jóvenes y menos jóvenes recrean la música infantil con arreglos muy contemporáneos

Autor:

Aracelys Bedevia

El tercer volumen de Chiquilín, un disco que recrea temas antológicos de la música infantil grabados con arreglos más contemporáneos y en las voces de artistas que no encontramos habitualmente cantándoles a los niños, verá la luz próximamente bajo el sello de la casa discográfica más antigua de Cuba: la Egrem.

Nacido desde el corazón en los Estudios 18, gracias a la musicóloga Élsida González (quien tuvo la idea de hacerlo) este fonograma, al igual que los anteriores, tiene la intención de que los padres que siguen a esos artistas les den a sus hijos la oportunidad de conocer esas canciones infantiles y disfrutar la música que realmente les toca por su edad.

«Defendemos temas que fueron famosos y populares en otras épocas, pero llevados al mundo de hoy, a la sonoridad contemporánea, a nuevos timbres para que a los niños les suene actual y lo puedan disfrutar», explicó la experimentada musicóloga.

«Chiquilin es una serie que yo inicié hace ya más de dos años. El primer disco (pensé que iba a ser solo uno), contó con la producción musical de David Álvarez, director de Juego de Manos. Se mantiene la idea de elegir artistas de la música popular, conocidos por todo el mundo, que interpreten música infantil. Varios de ellos han tenido alguna experiencia, pero otros por primera vez se acercan a la música infantil.

«Después que grabamos el primero, logramos hacer un DVD con La Colmenita, hicimos los dibujos animados, teníamos karaoke, tuvimos una súper producción audiovisual. Gustó tanto que dijimos: vamos a hacer el dos».

En el momento de hacer la segunda entrega, explicó Élsida, David Álvarez estaba complicado con otros compromisos y entró entonces el cantautor, compositor, arreglista, Kiki Corona, quien trabajó en el fonograma junto a importantes voces de la música en la Isla.

«Años después me dije: creo que podemos hacer un Chiquilín 3. Kiki estaba disponible, empezamos a trabajar y en nada lo hemos hecho. El Chiquilin 3 se va a diferenciar siempre porque han pasado casi siete años del anterior, o sea que los artistas de hoy son algunos muy jóvenes y otros ya consagrados como Vania, Ricardo Leyva, Raúl Torres. Los hay muy jóvenes como Leo Garrido, Roxana. Son personas que empiezan a trabajar hoy en la escena cubana, temas que son clásicos, de Teresita Fernández, del mexicano Gavilondo Soler e Ileana Vásquez, que tanta música hizo para la televisión. Armamos una amalgama de épocas y estilos que en mi opinión puede funcionar muy bien», resaltó la multipremiada musicóloga. 

El tercer volumen de Chiquilín no cuentan hasta el momento con videos animados, pero en cambio ofrece la posibilidad de ver un poco al Chiquilín por dentro, a través del making off que ha sido filmando durante las grabaciones, para que el público vea el ambiente, las energías y conozca las motivaciones de cada uno de los músicos que participaron en este material.

Un ejercicio de humildad

Kiki Corona asumió la realización del fonograma y, según ha declarado, está satisfecho con el resultado, especialmente con la respuesta de los cantores que participan en este tercer volumen.

«El proceso ha sido tan riguroso como cualquier disco de música de adultos. Ellos han sentido esa misma pasión, compromiso, empatía y han aportado lo que les pedí, que es la sustancia de cada uno, su experiencia de vida en la música, transportada a una canción infantil que, por supuesto, escucharon en algún momento de su vida. Ha sido un trabajo maravilloso y nos hemos divertido muchísimo.
«Cada uno de estos cantores, de alguna manera participa en los coros de otros. Eso se ve en el documental y es un ejercicio muy generoso que hacen porque son artistas con un protagonismo importante y una popularidad, en muchos de ellos, grande. Sin embargo, han realizado ese ejercicio de humildad y generosidad al participar en los coros de otros cantores que, además, defienden géneros tan distantes como la trova o del son. Eso le da un valor agregado al disco. Es un acto de solidaridad y es la experiencia que deben tener todos los artistas cubanos, sumarnos a un bien común de camaradería, respaldo, y ser generosos porque si la Revolución ha sido tan generosa con nosotros, por qué nosotros no podemos serlo también con la música infantil y con el momento histórico que nos ha tocado vivir.

«Élsida hizo la selección del repertorio y también de los cantores, pero da la feliz casualidad de que prácticamente todos los del volumen 2 y los del 3 son amigos muy cercanos, de muchos años de relación musical y entonces al simple hecho de convocarlos la respuesta fue inmediata, y como la tesis de Chiquilín trata de poner en voces de cantores que no se acercan habitualmente a la música infantil, standares de canciones infantiles, pero con arreglos, con orquestaciones grosas, adultas, esa simbiosis, que puede parecer una dicotomía no lo es realmente, porque todos esos cantores son padres, o son tíos o hijos. Su relación con el mundo infantil es tan cercana como la que puedo tener yo.
«Cuando comencé a hacer música infantil, mis canciones fueron los mejores juguetes que supe darle a mi hijo. No las hice por encargo. En todo caso fue por encargo de mi corazón. Así es también cuando llamas a todas estas personas y acuden rápido, solícitamente. Hay que escuchar el disco para darse cuenta de lo que ha pasado aquí, que es una suerte de magia absoluta», concluyó Kiki Corona.

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