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Los peleadores extranjeros volverán a sufrir seguramente ante la fuerza de los púgiles criollos. Foto: Alex Castro
Una nueva versión del torneo internacional de boxeo Giraldo Córdova Cardín in memóriam está ya «a la vuelta de la esquina», y una vez más parece remota la posibilidad de que algún púgil foráneo pueda conseguir una medalla de oro.Ya han pasado siete años y cinco versiones de estos certámenes desde que el argentino Omar Narváez protagonizara el último triunfo extranjero. Pero aquel era un púgil de clase, como no parece haberlos en las nóminas de Colombia, República Dominicana, Islas Seychelles, Kazajstán, Venezuela y Angola, los países que han confirmado su presencia en Santa Clara, donde sonará el gong el próximo día 25.
A todas luces, la tradición da a los kazajos —ganaron un subtítulo en la pasada versión— las mayores opciones de avanzar en el camino hacia el podio, aunque uno de los mayores atractivos será constatar el real crecimiento de los fajadores venezolanos, ahora fuera de su patio.
Les recuerdo que, hace pocos días, los morochos dominaron en casa los II Juegos del ALBA y el tradicional torneo Batalla de Carabobo.
Está por ver entonces cuánto pueden hacer ellos frente a los mismos hombres que representaron a nuestro país en esas dos competencias, y a otros incluidos en la principal escuadra del patio (integrada por diez de los clasificados a los venideros Juegos Panamericanos de Río de Janeiro), la cual cumplió recientemente una gira de preparación por varias naciones europeas.
Así, en medio de algunas revanchas del ámbito local que quedaron pendientes al concluir el Campeonato nacional Playa Girón y el Match de Retadores, es muy probable que sea el arribo de Rigondeaux a su centenar de triunfos consecutivos la mayor noticia del Cardín, pues todo apunta a que se necesitarán al menos otros dos años para que la visita «baile en casa del trompo».
