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Gana Japón a Cuba 5-0 y pasa a semifinales

Equipo cubano de béisbol envía mensaje a los Cinco Héroes

Autor:

Raúl Arce

A pesar del esfuerzo, la selección cubana no pudo con el excelente pitcheo de los nipones y quedó fuera de las semifinales en el Clásico Mundial de Béisbol

SAN DIEGO, California.— Con dos joyas de pitcheo, Japón blanqueó nuevamente a Cuba, cinco carreras por cero, y dejó al equipo criollo apartado de la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol 2009, con sede en Los Ángeles.

Ambos abridores del desafío, los derechos Yunieski Maya e Hisashi Iwakuma, dominaron el primer tercio del juego, pero los asiáticos marcaron dos veces en la cuarta entrada. Aoki e Inaba pegaron sencillo y doble, respectivamente; con dos outs, Céspedes dejó caer una pelota, después de correr desesperadamente desde el jardín central hacia el izquierdo, y los dos hombres anotaron.

Ampliaron la ventaja en el inning siguiente, cuando Yulieski González caminó dos jugadores y el también relevista Ismel Jiménez fue víctima del tercer hit de Aoki en la velada: pizarra de 3-0.

La cuarta cristalizó en el séptimo, ante Ismel, cuando sus oponentes ligaron una transferencia, hit y elevado de sacrificio.

Los japoneses cerraron el marcador en el noveno, con triple de Suzuki ante los envíos de Vladimir García y cañonazo de Aoki —pegó cuatro en la noche— frente a Danny Betancourt.

Iwakuma trabajó con admirable economía de lanzamientos y unos envíos en sinker que se desplomaban pasmosamente al llegar a la goma. En seis episodios tiró 47 strikes y 22 bolas, permitió cinco hits, con dos ponches y una base por bolas.

A partir del séptimo se hizo cargo el zurdo Toshiya Sugiuchi, quien, con rectas de apenas 90 millas pero con unas curvas venenosas, retiró a los nueve hombres que tuvo enfrente.

Cuba se despidió del Clásico con dos lechadas ante Japón, un resultado que ratifica el desarrollo del béisbol en el Lejano Oriente. Solo tres corredores cubanos —en 18 innings— llegaron a tercera base.

Totales: JAP (5-8-0), CUB (0-5-1)

La tanda

Céspedes dejó caer una pelota en la cuarta entrada, después de correr desesperadamente desde el jardín central hacia el izquierdo, y le abrió las puertas a las dos anotaciones que a la postre decidieron el juego. Foto: AP

Para el trascendental partido la dirección criolla alineó a Héctor Olivera (2b), Michel Enríquez (bd), Yulieski Gourriel (3b), Frederich Cepeda (lf), Yoenis Céspedes (cf), Alfredo Despaigne (rf), Leslie Anderson (1b), Ariel Pestano (c), Eduardo Paret (ss) y Yunieski Maya como lanzador.

El mentor rival, Tatsunor Hara, envió a Ichiro Suzuki (rf), Hiroyuki Nakajima (ss), Norichika Aoki (lf), Atsunori Inaba (bd), Shuiichi Murata (3b), Michihiro Ogasawara (1b), Kosuke Fukodome (cf), Kenji Johjima (c), Akinori Iwamura (2b), y al derecho Hisashi Iwakuma a la lomita.

Fue una verdadera paradoja, porque los dos equipos que hace tres años decidieron el campeonato —Cuba y Japón—, se vieron obligados esta vez a batirse hasta la muerte. Diseñado por las Grandes Ligas de EE.UU., el torneo debió regirse por un calendario que los magnates escogieron a su antojo.

Venezuela líder

Venezuela derrotó de nuevo a Estados Unidos, diez por seis, y conquistó el primer puesto en el grupo 2, con sede en el Dolphin Stadium, de Miami. Ganó Armando Galárraga, perdió Jeremy Guthrie y Max Ramírez botó la pelota.

Japón y Corea del Sur, también clasificados para la próxima etapa, deciden hoy el primer lugar de la llave 1.

La víctima 11

Puerto Rico fue el undécimo equipo eliminado en la tortuosa ruta hacia el trono. Se despidió del torneo con cuatro victorias y dos derrotas, el mismo récord que Estados Unidos, que tomó desquite ante ellos y avanzó a la siguiente ronda.

El bateo, supuestamente la fortaleza de los boricuas, con figuras como Carlos Delgado y Carlos Beltrán en el corazón de la alineación, desapareció cuando más lo necesitaron; así perdieron el lunes, 2-0 a manos de Venezuela, cuando vieron interrumpida su cadena de cuatro victorias y la «vino tinto» sudamericana consiguió sus pasajes.

Un día después, los relevistas de Puerto Rico no pudieron sostener una ventaja de dos carreras ante Estados Unidos, en el noveno inning, en el partido que significaba la tumba para el equipo que perdiera.

Los boricuas, dicen sus cronistas deportivos, «jugaron como nunca y perdieron como siempre», para quedar eliminados en la misma segunda fase que en 2006.

Asimismo, los expertos dudan de que la isla pudiera tener la misma calidad de jugadores en el Clásico de 2013. Delgado, por ejemplo, tiene 36 años, Beltrán 31, y el receptor Iván Rodríguez 37, en tanto la camada que les sigue no ve asomar, de momento, a ninguna superestrella.

Los diez anteriores

Derrotado sucesivamente por Corea del Sur y China, el conjunto de Taipei de China fue el primer equipo eliminado, en el grupo A asiático con sede en Tokio. Después cedió China: clasificaron sudcoreanos y japoneses.

Las rondas C y D se iniciaron al unísono. La primera mencionada, en el Rogers Centre (Toronto), le dijo adiós al anfitrión elenco de Canadá, que perdió sucesivamente ante Estados Unidos y —esto fue una sorpresa— la selección de Italia. Pero los «bambinos» tuvieron en Venezuela a una pesadilla (7-0 en la apertura y 10-1 en porfía decisiva): dan el paso, muy orondos, la «vino tinto» y los estadounidenses.

En la llave de San Juan, Panamá no encontró el home del estadio Hiram Bithorn, así soportó lechadas sucesivas de Puerto Rico y República Dominicana. Pero el combinado dominicano se vio empequeñecido ante Holanda (3-2 y 2-1), dando el gran asombro de la primera ronda: puertorriqueños y europeos avanzan con luz verde.

El grupo B, en el Foro Sol del Distrito Federal, mandó a casita desde temprano a Sudáfrica, desbordada por la ofensiva de Cuba y México. Después se vino abajo Australia, vencida primero por el jonrón del cubano Yosvany Peraza, y a continuación por la vía del nocao mexicano: boletos para Cuba y México.

Nueva ronda

Con los ocho clasificados, de los 16 conjuntos que iniciaron el II Clásico, se integran los grupos 2 (Dolphin Stadium, de Miami) y 1 (Petco Park, San Diego).

En la ciudad sureña se deshace el sueño de Holanda, que se ve impotente en sus pleitos contra Venezuela y Estados Unidos. La historia de Puerto Rico está más fresca en la memoria: después de noquear al equipo de la Unión —su cuarto éxito consecutivo en el Clásico— desmayaron frente a Venezuela, y en el desquite contra los propios estadounidenses.

Y aquí, en San Diego, México se hunde ante la calidad de Corea del Sur y de Cuba, para protagonizar una rápida despedida.

A Los Ángeles, reitero, viajarán Estados Unidos, Venezuela, Corea del Sur y Japón.

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