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El bádminton, escondido en la net

Aunque desde 1994 este deporte está incluido en el programa de alto rendimiento cubano, escasean los resultados trascendentales de nuestros atletas a nivel internacional

 

Autores:

Abdul Nasser Thabet
Norge Rafael Medina Guerrero
Thays Roque Arce

Desde sus inicios, la práctica deportiva ha sido asociada a las más altas cualidades físicas, demostración de poder y destreza. Aunque son varios los deportes en el escenario competitivo contemporáneo, no todos gozan de la misma popularidad y reconocimiento a escala global.

El bádminton no está incluido en la lista de actividades físicas más demandadas. Su público es muy selecto y casi nunca se le asocia con ese derroche de adrenalina que hace del deporte un ejercicio espectacular.

Pero ¿cuántos sabemos las potencialidades que exige a cada uno de sus practicantes? ¿Cuántos hemos visto un partido del más alto nivel?

Se le conoce como el deporte de raqueta más rápido del mundo. Según estudios, en partidos profesionales el volante puede alcanzar una velocidad aproximada de 322 a 360 kilómetros por hora, similar a la de los autos en las carreras de Fórmula Uno.

A simple vista pudiera parecer que un badmintonista apenas se mueve en la cancha. Sin embargo, recorre 6,4 kilómetros en aproximadamente una hora de juego —el doble de lo que hace un tenista en las tres horas promedio que dura un encuentro— y puede consumir cuatro veces más energía que un atleta del llamado «deporte blanco». Casi nada.

¿De dónde le viene el agua al coco?

El bádminton es una versión moderna de un juego primitivo y más sencillo inventado en China, llamado battledore. Se practicaba con dos paletas de madera y una pelota que fue modificada con el paso de los años, de manera tal que su vuelo fuera más lento, semejante al del volante actual.

El juego que conocemos hoy surgió en la India. Algunos oficiales del ejército británico fueron testigos de su práctica en ese país y lo llevaron a Inglaterra alrededor de 1873.

En el imperio victoriano el bádminton era un juego de la alta aristocracia y se practicaba vistiendo casaca, zapatos abotonados, corbatín y pantalones abombados de seda.

En 1937 su creciente popularidad lo llevó a cruzar el Atlántico para tomar parte en los primeros torneos efectuados en Chicago y Toronto, en tierras norteamericanas.

Desde entonces su pujanza no se detuvo, por lo que a partir de las Olimpiadas de Barcelona 1992 fue incluido oficialmente en el calendario olímpico.

Volantes en Cuba

A pesar de que en los años 50 el bádminton era practicado en colegios católicos de Cuba y algún club privado, el desarrollo masivo y organizado del deporte no llega hasta la década del 70.

La Federación Cubana de Bádminton quedó fundada el 21 de noviembre de 1979, año en el que el INDER incorpora este deporte de forma oficial a su programa.

Según Miguel Díaz Fernández, comisionado nacional de la disciplina, el bádminton se introduce en nuestro archipiélago como una actividad de recreación, y en 1994, después de la cita estival de España, se une al programa de alto rendimiento.

Pero es muy costoso para el país importar todos los implementos necesarios para la proliferación del bádminton. El precio de las raquetas profesionales en el mercado externo oscila entre los 150 y mil euros, a diferencia de aquellas que son utilizadas por los aficionados.

Por otra parte, el bádminton demanda un alto grado de especialización; su práctica a nivel profesional requiere de locales cerrados donde la desviación que sufra el volante o «gallito», con un peso aproximado de cinco gramos, sea mínima.

«En la capital el único centro que reúne las características necesarias para el entrenamiento es la Sala Polivalente Kid Chocolate. Mientras tanto, intentamos fomentar el deporte en las Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE) que han sido reparadas en los últimos años, como Mártires de Barbados, en el municipio habanero de Cotorro, Ormani Arenado, en Pinar del Río, y Cerro Pelado, en Camagüey.

«Aún existen provincias que no cuentan con dichas instalaciones, como Cienfuegos, donde los estudiantes tienen que entrenar en la Facultad de Ciencias Médicas porque la EIDE Jorge Agostino Villasana no posee un tabloncillo adecuado», aseguró Díaz Fernández.

Sin embargo, y contrario a lo que piensen algunos, este no es el mayor obstáculo que debe afrontar la disciplina. Faltan fortaleza, creatividad y capacidad en muchos de los profesionales encargados de la actividad en cada provincia. «Todo depende de cómo el hombre se enamora de su obra, y realmente no es así en todos los lugares. En ocasiones no se utilizan las herramientas de trabajo y la bibliografía que con tanto esfuerzo hemos compilado», aseguró el directivo.

Oxígeno para respirar

Iniciativas como el Proyecto Bádminton tratan de acercar a los más pequeños a este dinámico deporte y garantizar así el relevo de la generación actual.

El programa ha arrancado en solo 38 municipios del país, y aunque cuenta con limitados recursos se destaca como objetivo fundamental el de llevar a los niños de la enseñanza primaria la formación y los conocimientos básicos del bádminton, y de esa forma detectar talentos.

Una vez que son captados los más afines a la práctica de este deporte, se les prepara con vistas a su ingreso en las EIDE. «La captación de los pequeños y el trabajo con ellos se realiza a nivel de escuela. Recientemente se aprobó que el proyecto fuera también aplicado dentro de la Universidad de las Ciencias del Deporte», puntualizó el Comisionado.

Quizá la supervivencia del bádminton en Cuba, donde prácticamente pasa inadvertido en el panorama deportivo, dependa del esfuerzo de personas como las que llevan a cabo este proyecto.

Dando guerra

No es pretencioso decir que los sueños de una presea olímpica recaen en Osleni Guerrero, pues el capitalino despunta como la principal figura nacional.

A sus 21 años tiene en su palmarés un título en el torneo Giraldilla de Cuba y otro en el Bicentenario de México. Además, es el único atleta clasificado por la Mayor de las Antillas para la cita panamericana de Guadalajara.

Recientemente ganó las medallas de oro en las finales de individual para hombres y doble masculino, durante los IV Juegos del ALBA, con sede en Venezuela. Así resultó el atleta más destacado de su disciplina.

Dueño del puesto 169 en el ranking de la Federación Mundial y lugar 13 en el continente americano, tiene entre sus principales metas acumular todos los puntos posibles para ascender en el escalafón universal y ganarse un boleto a los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012.

Claro que deberá economizar muy bien sus recursos y «reventar» cuanto volante le pongan enfrente, pues no son muchos los torneos en los que participa (como promedio asiste a seis cada año, aunque en lo que va de 2011 ya tiene esa cantidad). Solo le queda un camino: ganarlo todo y no dejar «sobras».

«Para ser ambicioso, quisiera diez eventos anualmente, pero diez sin parar. Aun así estoy muy contento con el esfuerzo que realiza nuestro sistema deportivo para foguearnos e insertarnos en el circuito internacional, ya que todos conocemos las dificultades económicas por las que atraviesa el país», aseguró Guerrero.

Para acceder a la cita londinense, Osleni deberá conquistar un escaño entre los primeros cien del ranking, una tarea ardua, pero alcanzable. Problablemente ese sea el empujón que necesita la disciplina para ganar adeptos y guardar otra medalla en el tremendo baúl que atesora nuestra gloria olímpica y panamericana. Quizá después el bádminton salga de su escondrijo.

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