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Katerina Videaux derrochó coraje, pero no pudo escalar al podio. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 05:23 pm
LONDRES.— Difícil evitar el desconsuelo cuando el sueño más anhelado se nos escapa como agua entre los dedos. Pero a Katerina Videaux, nuestra representante en la división de 63 kilogramos en la lucha libre, le quedará al menos el alivio de haber abierto, y ojalá para siempre, la senda olímpica para las gladiadoras cubanas.
Pudo haberle faltado a la holguinera alguna precisión técnica, pero le sobró coraje sobre el colchón de la Arena Norte 2 del Complejo ExCel. En ese escenario firmó además la primera victoria olímpica de la lucha libre femenina cubana, al pegar sobre la superficie del colchón la espalda de la turca Elif Yasilifmak, para así avanzar a la ronda de 32.
Tanto ella como los periodistas que la animamos desde el graderío, esperamos su siguiente presentación con mucha ilusión. Sin embargo, la experiencia acumulada por la rusa Lubov Volosova, quien suma tres subtítulos entre sus cuatro preseas mundiales, fue un obstáculo infranqueable.
«Cometió algunos errores en el momento de tirar los tackles, y no tuvo un ataque organizado», nos comentó tras el combate Elio Garraway, su entrenador, cuando el llanto no permitía a Katerina articular palabra.
El estratega tenía muy claro que su discípula se enfrentaba a una oponente de gran nivel, capaz de aprovechar el más mínimo error para imponer su clase. Y así sucedió.
La europea supo reponerse al punto inicial marcado por la campeona panamericana, y con dos pases atrás selló el triunfo en el primer período.
Entonces Katerina, llena de coraje, se lanzó con todo en busca de equilibrar la balanza, mas cada una de sus imprecisiones le permitió a su rival marcar los puntos necesarios para sellar el triunfo que la ponía en la siguiente ronda.
Sus últimas esperanzas de acceder a la serie de repechaje se evaporaron cuando Volosova cedió después frente a la china Ruixue Jing, y no la pudo «arrastrar» con su trayectoria hacia los últimos combates de la división, ganada por la japonesa Kaori Icho.
Más allá de cualquier resultado y ubicación final, en la historia de la lucha libre cubana quedó grabado el nombre de Katerina Videaux. No solo fue la pionera de esta modalidad, además dió la cara ante las grandes del mundo en su peso. Y eso nadie podrá negarlo.
