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El pelotero cubano Alfredo Despaigne. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:51 pm
TOKIO, Japón.— El alazán «coceó» un envío, con esa fuerza descomunal de su swing, y no le dio tiempo a mirar el trayecto de la bola. No le hizo falta. Alfredo Despaigne le dio en la misma costura. Con un Grand Slam puso a Cuba en la segunda ronda del 4to. Clásico Mundial de Béisbol.
Después de par de ponches, el primer relevo de los «canguros» toleró hit de Roel Santos, Alexander Ayala se embasó con conexión por el antesalista y Frederich Cepeda, paciente y hábil, negoció un boleto. Y llegó Despaigne…
En la parte alta de ese inning, los australianos habían tomado la delantera. Tras recibir pasaporte gratis, Mitchell Dening se robó la segunda base, desde donde fue remolcado por cohete de Logan Wade, ante los envíos de Yoanny Yera.
Vladimir García, quien se adjudicó el crédito del éxito, sofocó la rebelión con un ponche, aunque en el séptimo Trent Oeltjen le despachó un batacazo por el derecho con la casa vacía y en el octavo fue a su cuenta la tercera anotación, que pegó a los australianos en la pizarra.
El abridor Lázaro Blanco no se presentó con su control habitual y explotó en el tercer acto, tras lanzar 62 pitcheos (solo 32 por la zona de strike). Entre Liván Moinelo y Miguel Lahera sacaron los últimos cuatro outs. Mientras, Warwick Saupold dominó a la tanda antillana durante cuatro episodios.
