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El equipo masculino cubano de balonmano quiere subir a lo más alto del podio en Barranquilla 2018. Autor: Roberto Morejón Rodríguez/AIN Publicado: 29/07/2018 | 01:24 am
BARRANQUILLA.— Aupados por la mejoría técnica de muchos de sus jugadores, los balonmanistas cubanos esperan encaramarse en lo más alto del podio en estos 23ros. Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El objetivo es alto, sobre todo si se toma en cuenta que el balonmano masculino cubano no gana la medalla de oro desde la cita de Ponce 1993. Los antillanos obtuvieron el segundo lugar en Cartagena 2006, y el bronce en Veracruz 2014.
Sin embargo, en este torneo el equipo se ha mostrado más sólido. La escuadra antillana ganó este sábado su segundo partido frente a Guatemala, 32 goles por 14, y antes había destrozado a Costa Rica en el primer encuentro, 35-15.
La artillería cubana se ha apoyado, principalmente, en la puntería de Omar Toledano y Pavel Caballero, con ocho goles, así como en Yailan Hechavarría, con siete, y Ángel Rivero, con seis.
Yanquiel Cruzata, capitán de la selección, dijo que el equipo está muy fuerte física y sicológicamente, y reafirmó que el objetivo es llevar la medalla de oro para Cuba.
Según el calendario competitivo, nuestro país cierra este domingo la etapa clasificatoria ante Puerto Rico, partido que será difícil, pues los boricuas son los vigentes campeones.
Tenemos una selección en la que los suplentes y los regulares mantienen el mismo nivel, explicó Luis Enrique Delisle, director técnico del equipo cubano.
El estratega consideró que conjuntos como México, República Dominicana y Puerto Rico serían los rivales más fuertes que enfrentaría Cuba.
Alabó que el equipo esté en un buen momento de juego, y comentó que existe una sinergia entre los integrantes del mismo contratados en Europa, y quienes se desempeñan en los escenarios nacionales.
Las semifinales de este torneo están previstas para el próximo martes, y las discusiones de medallas serán el 1ro. de agosto.
Hace cuatro años en Veracruz los cubanos terminaron terceros. En esa ocasión las muchachas fueron las dueñas del podio, actuación que no pudieron reeditar esta vez, ya que culminaron con la medalla de bronce. Fue esta la cuarta medalla de las muchachas y su primera de bronce, pues habían reinado, además de en suelo azteca, en Ponce 1993 y Cartagena 2006.
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