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Sin ponernos de acuerdo

El pitcheo es muy complejo en el béisbol y los números no siempre lo dicen todo.Aquí les proponemos un conjunto de estadísticas donde no aparecen en el top ten dos lanzadores que nadie duda son de los mejores que ha tenido Cuba

Autor:

Benigno Daquinta

El pitcheo es el aspecto de juego más contradictorio del béisbol, he visto a través de mis 35 años en series nacionales a lanzadores que tiran 90 millas y no sacan out (como se dice en el argot popular) y otros que apenas llegan a 80 y se convierten en ganadores.

Para el pitcher no hay una receta, si le tiras dos curvas a un bateador y luce mal con ellas, supuestamente tienes que tirarle una tercera. Si te da un batazo con esta, el entrenador inmediatamente te dice: ¡lo preparaste para ese lanzamiento!, pero, por el contrario, si el batazo lo conecta con una recta, entonces el entrenador te increpa: ¿cómo lo vas a refrescar con lo mal que lució con la curva? Nada, que nunca el lanzador gana, solo si retira al bateador.

Las estadísticas son bastante conocidas y no tan complejas como en la ofensiva y defensa. Las más importantes son el promedio de ganados y perdidos y el de carreras limpias, la frecuencia de ponches y bases por bolas, otras con los lógicos cambios tecnológicos y llamada sabermetría han hecho presencia como el WHIP, que no es más que el promedio de bateadores embasados (hits y bases por bolas) por entrada.

Las cinco primeras tablas que acompañan este trabajo muestran el top ten en nuestras series (siempre con más de 750 entradas lanzadas) de las estadísticas mas conocidas y añadimos a estas el WHIP.

Observamos que en ellas se encuentran los mejores lanzadores de nuestro pasatiempo nacional, algunos no tan mediáticos y, sobre todo, poco conocidos entre los más jóvenes, como Gregorio Pérez. «Mano negra» era un formidable lanzador de un magnífico control que comenzó con equipos camagüeyanos y terminó con Las Tunas, donde reside actualmente.

Mientras, Florentino González, en su debut con Vegueros, estampó récord para primer año (Novato) en juegos iniciados, completos, ganados con 11, perdidos (12) y ponches (124), y después de dos temporadas más con equipos pinareños lanzó sus otras seis campañas con elencos capitalinos; fue el caballo de batalla del desaparecido conjunto de Constructores en sus cinco series de existencia, pues llevó a los «Cascos Blancos» a dos subcampeonatos.

Aparece en la lista Rolando Macías, «El Músico de San Fernando de los Camarones» (quien reside en la capital), y fue el tercero en llegar a cien victorias (Braudilio Vinent fue el primero y Lázaro Santana el segundo), e hizo una dupla con José Antonio Huelga que llevó a Azucareros a titularse en 1969, 1971 y 1972.

Con Omar Carrero voy hacer un aparte, el avileño (ya fallecido) de la localidad de Lowrey, en el municipio de Florencia, fue el segundo en conseguir una triple corona de pitcheo, sus promedios de carreras limpias eran fabulosos, por lo que la prensa solía decir: «Qué difícil es hacerle carrera a Carrero». Principal carta del staff de los Ganaderos, campeones en 1976, resultó líder en ganados y perdidos (4-0) del Campeonato Mundial de 1976 en Colombia, donde Cuba alzó la corona.

Carrero, quien en la mayoría de sus series tuvo problemas con su brazo, quizá hubiera roto todos los récords de pitcheo (único en el top ten del WHIP que lanzó con aluminio), pero eso queda en el campo de las especulaciones. Era tan buena su efectividad que después de sus primeras ocho temporadas lanzaba para 1.60, tenía 72 victorias con 27 derrotas y 28 lechadas, por lo que era el único caso con más lechadas que juegos perdidos (quizá una marca mundial). Sin dudas, fue uno de los grandes del montículo (ver la tabla 6).

Solo existen dos lanzadores en nuestras series que cumplan estos requisitos:

1.- Tener más de cien victorias.

2.- Ponchar a mas de mil bateadores.      

3.- Que los bateadores contrarios le promedien menos de 250 (es decir que cuatro bateadores o más de uno le conecte hit).

4.- Promediar menos de tres carreras limpias por juego.

5.- Tener un promedio de ganados superior a los 550.

6.- Que promedie más de cinco ponches por juego.

7.- Que promedie menos de dos bases y media por juego.

El santiaguero Norge Luis Vera y el avileño Carrero son los únicos afortunados.

Varias tablas como esa pudiéramos hacer. ¿Ven qué complicado es el pitcheo? Supuestamente estos tendrían que ser los mejores lanzadores de Cuba, y aunque calidad sobrada tienen, ¿dónde está el «Rascacielos pinareño» Pedro Luis Lazo o el gran Braudilio Vinent, «El Meteoro de La Maya», que no aparecen en ningún listado, y sin dudas ambos están entre los cinco mejores de nuestro béisbol? ¿Lo dudan?

Nada, que si de béisbol se trata nunca nos vamos a poner de acuerdo, aunque apliquemos las estadísticas y la sabermetría.

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