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El liderazgo ofensivo de Alfredo Despaigne es fundamental en el equipo. Autor: Yuhki Ohboshi Publicado: 06/11/2019 | 03:31 pm
Ojalá estas líneas no lleguen a sus manos cuando ya no tenga mucho interés en leerlas. Mientras las máquinas impresoras entintan los pliegos de papel, esta noche Cuba se jugará ante Australia su sueño de estar en la superronda del Premier 12, después de una derrota inicial ante Canadá en la que el abridor norteño Phillippe Aumont (8.0. 2H, 9K y 1BB) dominó a su antojo a la tanda insular tirando más de la mitad de los pitcheos fuera de zona de strike.
Se sabía que Aumont, pese a cuatro temporadas en la MLB, tiene problemas con el control, aunque es ponchador. Así mismo dice el reporte que le entregaron al alto mando cubano. La estrategia debió ser dejarlo lanzar, su rompimiento cae fuera del área cantable y para marcar necesita la recta.
Pero los bateadores nuestros, jóvenes y menos jóvenes, volvieron a pecar de su impaciencia en el home plate, apenas 3.65 pitcheos por comparecencia, y mala selección de los envíos para hacer el swing. Doce K propinados entre él y el cerrador Scott Mathienson y ni un fly a los jardines, ilustran el dominio que condujo al triunfo canadiense por 3-0.
Los anfitriones de Corea del Sur comenzaron también ganando por blanqueada a Australia (5-0) en una jornada en la que los tres equipos asiáticos en la competencia triunfaron sin permitirles ni una carrera a los adversarios. En la llave B, Japón dispuso Puerto Rico (4-0) al tiempo que Taipéi de China doblegó a Venezuela (3-0) y con ambos éxitos aseguraron el uno-dos en ese apartado.
Ganadores de la primera edición del Premier 12, los sudcoreanos buscan no solo reeditar la corona, sino el boleto olímpico que hay como premio para el mejor conjunto de Asia en esta justa. La nómina está formada por jugadores de su liga profesional (KBO), donde sería muy provechoso colocar nuestro talento ahora que la WBSC firmó un pacto con la FCB para ayudar en ese sentido.
En 2015, Cuba y Corea del Sur se enfrentaron en el juego de Muerte Súbita y los asiáticos ganaron con marcador de 7-2, un racimo de cinco carreras en el segundo inning decidió temprano el choque. En los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 nos vencieron también en la final (3-2) y en sus vitrinas ostentan además un bronce en la cita estival de Sídney 2000 y el subtítulo del Clásico Mundial en 2009.
Para ganarles hay que jugar un béisbol preciso, casi perfecto. Enfocados. Táctico y estratégico. Nada que ver con lo sucedido en el partido frente a Canadá. Ojalá en 24 horas hayan quitado una selección cubana y puesto otra. Pero la situación de nuestro deporte nacional no es asunto de un juego.
