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«Pese al frío, la nevada, el mal tiempo y la oscuridad», según relata un amigo de Cuba, un grupo de manifestantes realizó una protesta frente a la embajada de EE.UU. en Oslo, la capital noruega, contra el criminal bloqueo norteamericano y sus efectos extraterritoriales.
Motivadas por la reciente decisión de la cadena hotelera Scandic, ahora propiedad de la estadounidense Hilton, de cancelar las reservaciones de funcionarios del Ministerio de Turismo de nuestro país, varias decenas de personas mostraron su rechazo ante la sede diplomática de Washington.
Contactado por correo electrónico, Horacio Fariñas, miembro de la Asociación de Amistad Noruega-Cuba, reveló a JR que no obstante las duras condiciones meteorológicas, «hubo una cantidad relativamente nutrida de manifestantes, en comparación con lo que es posible convocar en este tipo de actividades».
La protesta «se llevó a cabo, como estaba previsto, a las 16:00 horas, frente a la embajada. Registré la presencia de un medio de prensa que entrevistó a algunos de los asistentes y transmitió o filmó el acto para su difusión. Kleiv Fiskvik, responsable de la Federación de Trabajadores de Oslo (uno de los patrocinadores de la acción), pronunció un discurso en el que mencionó la historia y aspectos del bloqueo».
Fariñas apuntó, asimismo, su esperanza de que las organizaciones convocantes «estén de acuerdo con enviar una carta al parlamento y gobierno noruegos para demandar medidas concretas o instrucciones inequívocas para toda empresa que opera en el país, respecto a la legalidad o no de la aplicación en territorio noruego de leyes extraterritoriales dictadas por potencias extranjeras; leyes, en fin, que son prohibidas y condenadas por la comunidad internacional».
Otro que se puso previamente en contacto con nuestro diario fue Jorge Duarte, miembro de la organización Cuba 5, «que da a conocer las injustas condenas a nuestros cinco hermanos cubanos por luchar contra el terrorismo y en la prevención de ataques terroristas desde Estados Unidos contra el pueblo cubano».
Según Duarte —«peruano de nacimiento y cubano de corazón»—, el hostil gesto de la cadena Scandic «es una estupidez más de la obsesión norteamericana contra la Cuba de Fidel y la Revolución».
«Creo —agregó— que los americanos no esperaron una reacción tan espontánea de los noruegos, frente a su intento de imponer el bloqueo a Cuba desde este país.
«Ah, me olvidaba: la Feria de Turismo se inaugura este jueves, ¡y el embajador americano disertará! Los compañeros cubanos se hospedarán en un hotel de cadena con el ciento por ciento de capital noruego, en pleno centro de Oslo, a cien metros del parlamento noruego y del emblemático Gran Hotel, donde se alojan los que ganan el Premio Nobel de la Paz».
