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Condecora Chávez a médicos cubanos fundadores de la Misión Barrio Adentro

A siete años de fundada la primera misión social cubana en el país andino, el presidente venezolano agradeció la ayuda de la Isla y denunció los sabotajes que la oposición lleva a cabo contra esta noble tarea

Autor:

Juana Carrasco Martín

CARACAS.— Hay júbilo desbordante en la sala Ríos Reyna del teatro Teresa Carreño, y no es para menos: se celebran siete años de deber cumplido, que pueden ser traducidos en cifras que cambiaron el estado de la salud en la Venezuela Bolivariana.

Como aseveró el presidente Hugo Chávez Frías ante un auditorio de médicos, enfermeras, técnicos de la salud cubanos, de sus colegas venezolanos, de estudiantes de Medicina Integral Comunitaria y de representantes de los Comités de Salud de los barrios, Barrio Adentro es «un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad, que solo es posible en el socialismo».

La Misión Barrio Adentro —iniciada el 16 de abril de 2003—, para proseguir la ayuda que llegó rauda desde Cuba tras la vaguada que sepultó barriadas costeras del estado de Vargas, pasa revista a estos años en que, dando respuesta al programa humanitario creado por los Comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, han llevado accesibilidad a la atención médica y servicios de salud gratuita para todos los venezolanos, sin exclusión de ningún tipo, objetivo solo posible por la solidaridad y el camino socialista emprendido aquí hace 11 años.

Son 6 711 consultorios populares nuevos, 503 centros de diagnóstico integral (CDI), 545 salas de rehabilitación integral y 21 centros de alta tecnología, distribuidos por toda la diversa y hermosa geografía venezolana: cerros densamente poblados, costas, montañas, llanos y selvas. Ningún rincón ha quedado olvidado por esta salud pública sin discriminación, que ha salvado más de un millón de vidas y ha efectuado 400 millones de consultas solo en Barrio Adentro I, en los consultorios populares.

Todos los números han crecido este viernes y seguirán creciendo, porque en pases televisivos desde el acto de celebración, el presidente Hugo Chávez inauguró seis nuevos CDI, en Petare, dos en Miranda, uno en Guárico y otro en Trujillo, desde los cuales se llevará a cabo la labor misionera para la que se preparan 24 962 jóvenes venezolanos. También se inauguraron 11 módulos estudiantiles, a los que se añaden 27 consultorios populares que abren sus puertas, y una sala de rehabilitación integral.

Todo ello duele a una oposición oligarca y por ello arremeten con saña desde sus medios comunicacionales, intentando desacreditar —tal y como hicieron desde que arribaron los primeros 53 galenos, que ya suman 30 000— y no dudarían en eliminarlo si llegaran alguna vez a tomar el poder, alertó Chávez.

Denunció que en Zulia, Táchira, Miranda, Carabobo, y ahora en Lara, «hemos tenido que redoblar los esfuerzos porque sabotean, no apoyan la misión», refiriéndose a esos estados bajo gobernación opositora, pero destacó que el Gobierno Bolivariano seguirá reimpulsando Barrio Adentro, porque en Venezuela viene «revolución y más revolución; socialismo, socialismo y más socialismo».

Si entonces no lograron engañar al pueblo, tampoco ahora, y por eso están presentes en el teatro representantes de los comités de salud, el pueblo trabajando para sí mismo, y como invitados muy especiales los hombres y mujeres que abrieron las puertas de sus humildes casas para instalar aquellos primeros consultorios.

Dos de ellos, recibieron de manos del Comandante-Presidente la Orden Francisco de Miranda de segunda clase: Ángela Beatriz Mayor Coronel y Carlos Andrés Aldana, junto a los médicos cubanos Pablo Oviedo Casanova, Jorge Luis Guerra Valdivia, Mirta Catalina Valdivia Cárdenas, María Eugenia Sanabria Padrón y Beatriz Elena Castillo Villalobos.

Poco antes fue condecorado por el ministro de Salud, Luis Reyes Reyes, el grupo de médicos fundadores que aún está en servicio en Venezuela y cada uno de los generosos venezolanos recibió la Placa de Reconocimiento.

Barrio Adentro reúne en estos momentos a 30 017 cubanos y 14 788 venezolanos en un ejército de vida.

Desmontando una de las mentiras de la oposición, que según Chávez está más escuálida que nunca, el presidente aseguró que a Venezuela le costaría pagar esos servicios médicos de alta calidad y todos los insumos y tecnología que se emplean gratuitamente para la salud del pueblo diez veces más que el petróleo venezolano que llega a Cuba.

Sus palabras habían comenzado con el mensaje para el pueblo venezolano que Fidel le diera en tres horas de conversación el día precedente: «Chávez, llévale el saludo, el abrazo y el compromiso de Cuba».

Lo había dicho el doctor Joaquín García, coordinador nacional de Barrio Adentro y viceministro de Salud de Cuba: «A su orden está el ejército de batas blancas que desde mi Patria le han enviado a usted Fidel y Raúl».

Nunca nadie nos podrá desunir, nuestra unión es ejemplo de lo que será este continente, libre y unido, apuntó Chávez cuando ya cerraba tres horas o más de este encuentro, en que rindió tributo a los 69 trabajadores de la salud cubanos que dejaron su vida en Venezuela cumpliendo con el deber sagrado de la solidaridad y de la profesión médica.

Ustedes, los hijos de Martí y los hijos de Bolívar estamos juntos en esta milicia de la paz, subrayó. «Deme Cuba en qué servirla».

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