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Mohammad Shalabi, responsable de la llamada corriente Salafista Yihadista jordana. Autor: SANA Publicado: 21/09/2017 | 05:19 pm
Mohammad al-Shalabi, líder del Movimiento Salafista Jihadista Jordano, afirmó que su organización islamita infiltró grupos armados en Siria «para encender la situación y hacer fracasar los esfuerzos destinados a detener la violencia», destaca PL.
Al-Shalabi, quien aparece en una foto daga en mano y con actitud amenazadora en una arenga a sus seguidores, admitió que las fuerzas de seguridad jordanas recientemente arrestaron a siete miembros de su movimiento en la frontera entre los dos países cuando trataban de penetrar clandestinamente en territorio sirio para lanzar ataques militares.
El salafismo y sus partidarios siguen una corriente fundamentalista dentro del Islam que se desvió del sunismo hacia posiciones extremistas. Uno de los componentes que integran los grupos que desataron la violencia armada y terrorista en Siria son seguidores de este movimiento islamita.
Las declaraciones de al-Shalabi y las constantes violaciones al cese el fuego coincidieron con una nueva reunión del autodenominado grupo de Amigos de Siria, esta vez en París, que discutieron una vez más formas para derrocar al régimen político sirio y amenazaron con implantar más sanciones.
Igual fin persiguió otra cita también el martes en Doha, Catar, de un grupo ministerial de la Liga Árabe en la que el canciller anfitrión llamó una vez más a pertrechar y financiar a los grupos armados que atacan a Siria.
Mientras en territorio sirio, las autoridades de Daraa reportaron que un grupo armado secuestró al alcalde de la localidad de al-Mseifra, Hussein Shahada al-Zoubi, y se desconoce su paradero, y otra banda raptó al juez Farouq Kamel Oubeid en el poblado de Qournini.
El parte del que se hace eco la agencia de noticias SANA añade que individuos armados asaltaron la casa del militar Rami Sirani en Ghabaghib y tirotearon a su familia lo cual provocó la muerte de su cuñado Ahmad Masoud al-Masoud.
Mientras, en Homs las autoridades incautaron con la colaboración de los habitantes del pueblo de al-Ameriyeh en Talkalakh, región fronteriza con Líbano, un arsenal que fue escondido por un grupo armado en ese poblado.
Las autoridades mostraron a la prensa el parque que incluía 25 minas terrestres, cargas explosivas de 10 kilogramos cada una, un lanza cohete del tipo RPG y dos rifles de fabricación belga con miras telescópicas.
El martes en los hospitales militares de Damasco y Lattakia se efectuaron las exequias de ocho efectivos entre militares y policías antes de que se les diera sepultura en sus respectivas áreas de origen.
