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BRUSELAS, mayo 7.— Mientras la fragmentación del voto en las generales del domingo en Grecia corroboraba que será difícil formar gabinete, la Comisión Europea (CE) ejercía ya presiones, al instar al país a cumplir los compromisos de consolidación fiscal y los planes de austeridad, cualquiera sea el nuevo Gobierno. Similares declaraciones realizó, desde Alemania, la canciller Angela Merkel, quien aseguró que la aplicación de las reformas tiene una importancia «esencial», señaló AFP.
«Todavía no hay un nuevo gobierno y la CE espera que el futuro ejecutivo respete los compromisos», dijo la portavoz comunitaria, Pia Ahrenkilde, según EFE. La vocera puntualizó que la CE se mantendrá al tanto de las reformas en el marco del segundo rescate, cuyos nuevos sinsabores provocaron, precisamente, el voto de castigo que convirtió al PASOK (uno de los dos partidos cogobernantes hasta ahora) en la tercera fuerza política, superado en el segundo puesto por la Coalición de Izquierda Radical (Syriza), y sus dirigentes rehusaron conformar Gobierno con Nueva Democracia (ND), el más votado pero apegado a las recetas de Bruselas, por lo cual Syriza no seguirá sus pasos.
El líder de ND, Antonis Samarás, comentó que como parte del pacto para formar un gobierno de coalición —única salida por la fragmentación del voto— podría haber modificaciones en los arreglos con la Unión Europea, y anunció la posible formación de una alianza con el Partido Socialista Panhelénico (Pasok), aunque sin descartar otras formaciones. El político subrayó que la aspiración básica del ejecutivo sería la permanencia en la Eurozona y la continuidad de la política de ahorro, pero acompañada de un programa de crecimiento, agregó, según PL.
