Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un crimen de lesa humanidad

La presente situación en Palestina resulta una verdadera pesadilla, solo hay que ver las imágenes de civiles muertos en Cisjordania y Gaza

Autor:

Costas Isyhos

La presente situación en Palestina resulta una verdadera pesadilla, un moderno «infierno de Dante». Solo hay que ver las imágenes de civiles muertos en Cisjordania y Gaza, especialmente mujeres y niños.

La desproporcionada ofensiva militar de Israel, con una maquinaria sionista y un arsenal de alta tecnología muy poderoso contra un pueblo desarmado es, en mi opinión, un crimen de guerra. Nada justifica las continuas hostilidades militares que, vuelvo a recalcar, son desiguales. La lógica de «mantener distancias iguales» entre Palestina e Israel por parte de la mayoría de la comunidad internacional es inaceptable e hipócrita. El pueblo de Palestina hace lo que haría cada pueblo en su lugar, defiende sus hogares, el agua, su tierra cultivada, sus propias vidas.

El conflicto no tiene carácter religioso. Es principalmente la esencia de la lucha del pueblo palestino durante los últimos 73 años, por una patria libre e independiente, dentro de sus fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, con el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares ancestrales, un Estado palestino independiente y libre en paz, en convivencia con el Estado de Israel. Esta es la esencia de las decisiones de la ONU. Este es el Derecho Internacional.

El brote comenzó con los llamados fallos judiciales israelíes considerados «legales», hace 15 días, que obligaron a 70 familias palestinas a ser expulsadas de sus hogares. Al mismo tiempo, los colonos israelíes, respaldados por las fuerzas de seguridad, atacaron a los manifestantes palestinos. Si esto no fuera suficiente al final del Ramadán, la policía sionista atacó a los peregrinos con una fuerza injustificada aun dentro de la mezquita Al Aqsa, la tercera más importante del mundo árabe.

Los asentamientos ilegales y la colonización, también ilegal, continúan a pesar de las resoluciones de la ONU. La infraestructura de los territorios ocupados, el agua, la energía y la cadena alimentaria están completamente controlados por el Estado israelí.

El pueblo palestino se encuentra en una situación sumamente desfavorable, inhumana, con un racismo sistémico en su propia patria, con formas de destrucción cultural y ambiental, insultos, asesinatos que nunca llegan a las cortes israelíes, unido al injustificado encarcelamiento ilegal de palestinos, entre ellos niños y niñas, incompatibles con el funcionamiento democrático de un Estado. El llamado mundo «libre» no escucha, no ve, no siente, trata de igualar lo imposible.

La reciente propuesta de la delegación rusa al Consejo de Seguridad de la ONU, en mi opinión, muestra el camino a la esperanza de un cese inmediato del derramamiento de sangre, a un retorno a la diplomacia activa, a la búsqueda de salidas prácticas, a la aplicación del Derecho Internacional. La diplomacia debe eclipsar la guerra, la violencia, el sufrimiento de la gente, especialmente los ancianos, mujeres y niños.

Espero y deseo que los valores humanitarios sean una fuente de inspiración para un debate y un diálogo sustantivos entre los dirigentes israelíes y palestinos lo antes posible.

Benjamín Netanyahu debe abandonar la retórica de la guerra, detener las atrocidades y los implacables atentados asesinos y aceptar una cumbre con el presidente palestino Mahmoud Abbas. La mediación de Moscú en este sangriento conflicto es un «rayo de luz en la oscuridad».

Debo señalar con fuertes críticas que la postura de Estados Unidos, de apoyar, aprobar y tolerar la continua brutalidad israelí contra la población civil en Palestina, demuestra la diferencia esencial entre quienes insisten hoy en la diplomacia y la coexistencia pacífica de los pueblos basada en la justicia y el Derecho Internacional con aquellos que abrazan la diplomacia del cañón y los carros de guerra.

Lo hemos visto recientemente en Ucrania, lo vemos en sanciones inhumanas e ilegales contra Cuba, Venezuela, Crimea, Irán, etc... Esto no es diplomacia, sino hegemonía arrogante, la esencia del imperialismo del siglo XXI.

En los cinco rincones del mundo los pueblos están marchando contra la barbarie sionista, en plena solidaridad con el pueblo palestino. La Red En Defensa de la Humanidad  ha contribuido con un pequeño grano de arena con su trabajo y su llamado para construir un muro de paz contra el imperialismo y las guerras. Palestina no está sola. ¡Somos todos palestinos!

* Coordinador del capítulo griego de la Red En Defensa de la Humanidad (Exministro alterno de Defensa de la República Helénica y exdiputado)

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.