Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con tacto…

En la justa lucha contra las ilegalidades y los fraudes, tan necesaria para poner orden en el país, no se puede suponer un transgresor en cada ciudadano. Y debe hacerse con todo el tacto y el respeto posibles, hasta tanto se evidencien las pruebas de la fechoría.

Lo digo porque el pasado 25 de octubre, la doctora Inés Domínguez (Marina 51, entre Jovellar y Hornos, Centro Habana, Ciudad de La Habana) se sintió maltratada injustamente por personal de la Empresa Eléctrica.

La historia fue así: el 6 de octubre, estando ella en su trabajo, se personaron en su domicilio dos inspectores de esa entidad y le solicitaron a su mamá revisar el reloj contador, los comprobantes de pago del consumo eléctrico y una relación de los efectos electrodomésticos que posee.

Al revisar el contador en el sótano del edificio, uno de ellos le comunicó a la señora que el mismo estaba sin sellos y, según él, adulterado su funcionamiento, para que marcara la mitad del consumo real.

La señora, según la carta de Inés, no salía de su asombro ante la mala forma con que los inspectores asumían una acción supuestamente justa. Le dieron a la mamá de Inés un comprobante de multa por valor de 500 pesos.

Al siguiente día, la doctora Inés fue a las oficinas de la empresa a hacer su reclamación, y en su carta comentaba: «No puedo concebir que el jefe de inspectores me dijera que estas sanciones son inapelables; y que solo faltaba que un laboratorio confirmara la supuesta alteración del reloj, que es nuevo».

La reclamante concluía: «Desconozco quién pudo, y con qué turbio objetivo, manipular nuestro metro contador que, según el jefe de inspectores, es algo que se puede hacer en corto tiempo y con facilidad. Estoy consciente de los esfuerzos del país, y de que se tomen medidas para evitar los fraudes, pero deben analizarse puntualmente los casos con métodos más objetivos, para evitar que paguen justos por pecadores».

Y he aquí que la respuesta de Leisy Hernández, directora comercial de la Empresa Eléctrica de Ciudad de La Habana, tácitamente le da la razón a la cliente. Veamos la historia:

Precisa la funcionaria que los dos inspectores, como parte de un operativo contra el fraude eléctrico en Centro Habana, detectaron irregularidades en el contador, consistentes en relojería cambiada, que registraba el 50 por ciento del consumo.

Así consta en el expediente.

Al detectarse alguna irregularidad, explica, el cliente está en el derecho de reclamar a la Organización Básica Eléctrica (OBE) municipal, en las 72 horas posteriores a la notificación.

Inés entregó a tiempo su reclamación. Y el contador fue remitido al laboratorio que valida o no, si se registra correctamente la energía consumida. Y el laboratorio dictaminó que el mismo «no presenta alteración en su consumo, por lo que la reclamación de la cliente procede».

Manifiesta la funcionaria que en lo que va de año se han detectado en la capital 5 535 fraudes, de los cuales se ha cancelado por resolución el cinco por ciento de los mismos. «Siempre existe la posibilidad de la equivocación de los inspectores actuantes, razón por la cual se establece el derecho de la reclamación y la valoración en comisión de especialistas, y avalados por el dictamen del laboratorio».

Agradecemos la respuesta, el esclarecimiento y que se haya hecho justicia. Coincido con la Directora Comercial en que es posible el margen humano de equivocación de los inspectores, pues para eso está el derecho a la reclamación. Pero en lo que no debían errar quienes llevan adelante tan importante cruzada contra el fraude y el despilfarro energéticos, es en el maltrato y los métodos que suponen a priori un transgresor en cada cliente.

Aunque no se expresa en la respuesta, la doctora Inés y su mamá merecen, con la rectificación hecha, una disculpa. Eso enaltece a un buen cliente.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.