Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Burocracimiento

Ester Poveda aún no tiene dos meses de nacida y, sin saber, ya está atrapada en los laberintos burocráticos, al punto de que no existe a los efectos legales. No tiene inscripción de nacimiento. Su padre, el cantautor Pável Poveda, escribe desde el apartamento 9 del Edificio L Metro, en la Zona 24 del reparto habanero de Alamar, para contar una insólita historia que no debe quedar «en las siempre inútiles gavetas de la burocracia», como dice él.

Pável reside en un apartamento, medio básico del Ministerio de Cultura. El contrato que lo autoriza a vivir allí dice en su encabezamiento que es una casa de tránsito. Eso implica que en las oficinas del Carné de Identidad de Alamar solo les expiden documentos transitorios, que cada año deben actualizar.

Ester nació espléndida en el Hospital Maternidad de Línea, con los cuidados que lleva un cubanito. Pero su mamá, Tamara Castillo, tiene, por lo ya explicado, dirección oficial en Moa, la ciudad del níquel.

«A los niños cubanos —afirma— los inscriben en la dirección de la madre indefectiblemente. En el hospital expiden una planilla que debimos llevar al Registro Civil de Moa para que allí hicieran su inscripción de nacimiento. Con ese modelo, se debe ir a las oficinas de Carné de Identidad de esa localidad. Y de ahí a la famosa oficina en la que deben darle alta en la libreta de abastecimiento con la dirección de mi esposa en Moa. Hecho esto, hay que darle de inmediato baja para, con ese documento, atravesar la Isla, y darle alta en la libreta nuestra de Alamar… es decir, la libreta que por derecho moral es la de Ester.

«Ya hasta aquí hay material para estar asombrados, indignados y sorprendidos ante tanta locura. ¿Cómo es posible tanto enredo para inscribir a una bebé? Por demás, uno no cuenta con que ambas oficinas, la del hospital que expide la planilla mística y la del Registro Civil de Moa, tengan desacuerdos burocráticos para la confección de sus modelos y formas, los cuales se convierten, luego de un viaje en Yutong de 17 horas, en errores irremediables in situ. O sea, cuando finalmente logramos presentar la planilla que admite el nacimiento de Ester en dicha oficina de Moa, aparecieron errores que no creyeron cometer las compañeras de Maternidad de Línea. Por esa razón, incluyendo todo lo referente a pasajes de ASTRO en el verano, aún no hemos podido inscribir a nuestra niña.

«Si en Maternidad no aceptan o comprenden dichos errores mañana cuando los presente, el limbo burocrático en el que hemos caído se hará aún más dramático y quizá debamos dejarla hasta sin inscribir en los archivos oficiales.

Pável no se explica por qué en un país donde el hombre es el centro de todo, dos entidades no se ponen de acuerdo y llegan a registrarse entuertos tales. «Existen infinidad de modos y medios de comunicación —afirma— para que algo como esto no le complique tanto y de una manera tan obscena la vida a los cubanos. Esto es una barbaridad.

El padre está preocupado porque, a consecuencia de este problema, la familia no podrá adquirir la leche de refuerzo que se les vende, así como otros productos de la canasta básica; incluso ciertos medicamentos que se prescriben con el carné del niño. Y lo peor, a su modo de ver, es la pérdida de tiempo y el absurdo que pueden sufrir otras familias que enfrenten la misma situación.

Todo este asunto les duele doblemente al padre y la madre porque tienen otro hijo que fue concebido cuando ambos cumplían misión internacionalista en Venezuela, y añade que en ese entonces pasaron por otros aprietos de similar naturaleza desde Moa, donde nació, hacia la capital.

«Sé que hay un futuro que podría ser mejor… por eso le cuento esto, para que al indagar como usted hace tan bien, salgan a flote estos laberintos bárbaros, pero también algunas soluciones y ciertas esperanzas», añade la misiva.

Nada he de hacer, Pável. Usted lo ha dicho todo y yo lo suscribo.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.