LAS TUNAS.— Desde que el pasado 31 de diciembre abrió sus puertas al público joven el Centro Recreativo Estudiantil Simón Bolívar de esta provincia, ubicado a pocas cuadras del casco histórico de la ciudad capital, ha acogido en sus modernas y confortables instalaciones a casi 47 000 alumnos procedentes de todo el territorio tunero.
Se trata de una institución de nuevo tipo, a la que se accede por la vía de los estímulos que extienden la Organización de Pioneros José Martí, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media y la Federación Estudiantil Universitaria a sus miembros más destacados, tanto en el ámbito docente como en el apoyo a los Programas de la Revolución.
«Los estudiantes tuneros de todos los niveles añorábamos una instalación de esta naturaleza», reconoce Elier Suárez, un adolescente de la enseñanza media.
«Aquí nos sentimos muy bien, no solo porque nos encontramos en nuestra casa, sino también por las posibilidades que ofrece. Nos toca ahora cuidarla y mantenerla para que nos dure mucho tiempo», añade.
La popularmente conocida como Casa del Estudiante de Las Tunas dispone de un variado surtido de alternativas para que sus usuarios le den un empleo sano a su tiempo libre. Allí pueden escuchar música, bailar, jugar tanto en mesas como en computadoras, conversar y ver películas. A todas luces, se trata de un espacio excelente para el recreo y el esparcimiento.
La obra fue ejecutada con recursos de la provincia por la Empresa de Mantenimiento Constructivo a un costo de 140 000 pesos en moneda nacional y 40 000 en moneda convertible. Su diseño arquitectónico permite acoger a 400 invitados al mismo tiempo y ofrecerles sus posibilidades que incluyen servicios gastronómicos de calidad y a bajo precio.
