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En la gala el ilustre visitante calificó al himno como un antídoto contra el desarraigo y la distancia«Ha sido emocionante, un día histórico. Estoy muy satisfecho», expresó a JR el presidente de la Junta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, al término de la gala conmemorativa por los cien años del himno gallego, que se celebró en horas del mediodía de ayer en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana.
En el acto, que contó con la presencia del vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage, y el vicepresidente del Consejo de Ministros, José Ramón Fernández, entre otras personalidades, el ilustre visitante envió un afectuoso saludo a todo el pueblo cubano por haber acogido antaño, con los brazos abiertos, a la inmigración gallega, y calificó el himno como «un antídoto contra el desarraigo y la distancia».
Esta conmemoración, precisó, constituye un homenaje a los hombres y mujeres que abandonaron Galicia en busca de un futuro mejor para sus hijos. La deuda de Galicia con sus emigrantes nunca podrá ser saldada, añadió.
Por su parte, José Ramón Fernández destacó los fuertes lazos de sangre, amistad y costumbres entre los pueblos de Cuba y Galicia, y recordó que muchos gallegos participaron en las luchas independentistas de nuestra patria.
Durante la celebración, se efectuaron pases por videoconferencia a otras galas simultáneas en Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), San Salvador de Bahía (Brasil) y Barcelona, la capital catalana, sitios con fuerte presencia de emigrantes gallegos, quienes entonaron el himno con el coro del Teatro Lírico de La Habana y la prestigiosa cantante gallega Rosa Cedrón.
Al concluir, en breve diálogo con nuestro diario, el presidente Touriño señaló que el acuerdo recién suscrito entre la Junta de Galicia y el gobierno cubano persigue la ampliación de la colaboración bilateral, «para darle futuro, sostenibilidad», y agregó: «Me gustaría volver, o quedarme un poco más, que no es lo mismo».
El himno de Galicia, reconocido como tal en 1984 tras su aprobación unánime por el Parlamento autonómico, fue escrito por el poeta Eduardo Pondal en 1890, mientras que la música es de la autoría del compositor Pascual Veiga.
El 20 de diciembre de 1907 se estrenó en el entonces Teatro Nacional (hoy Gran Teatro de La Habana), como signo del peso indiscutible que tuvo la emigración gallega en la formación de la cultura y la identidad de esa nacionalidad española.
