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Los envases Tetra Brik, energía y medio ambiente

Autor:

Juventud Rebelde

El invento sueco que ha recorrido el mundo suele usarse una sola vez y terminar en los vertederos. Ello tiene un negativo impacto ambiental y significa derroche de recursos y energía

Para envasar los alimentos se emplean diferentes recipientes y materiales. El empleo de uno u otro depende de los requerimientos del producto y de criterios comerciales. Los componentes se obtienen a partir de materias primas que una vez tomadas de la naturaleza son procesadas y convertidas en papel, aluminio, vidrio o plástico, entre otros.

Muchos envases se componen de un solo material, como las latas de refresco que son de aluminio, los pomos de mayonesa de vidrio y los potes de helado plásticos. Sin embargo existen alimentos como los jugos, leche y puré de tomate que se envasan en cajas. Esta es una práctica común hoy en el ámbito de la industria alimentaria nacional e internacional. A diferencia de la lata de aluminio, el pomo de vidrio o el pote de plástico, la caja de jugos no está hecha de un solo material. Se compone de varios ingredientes adecuadamente colocados. Su destino final en muchos países, incluyendo el nuestro, son los vertederos, lo que causa un negativo impacto ambiental y contribuye al cambio climático.

Primer cartón aséptico

Con sede en Lausana, Suiza, Tetra Pak es una influyente corporación alimentaria multinacional con más de 20 000 empleados en 150 países, y ganancias anuales por más de ocho mil millones de euros, según datos publicados en Internet por la propia empresa y por la Wikipedia.

Lo que en un inicio fue una pequeña empresa, monopoliza hoy a nivel mundial la producción de envases de cartón para alimentos. Fue fundada por Ruben Rausing en la ciudad sueca de Lund en 1951. El inventor del envase tetraédrico, conocido como Tetra Classic, fue Erik Wallenberg, quien trabajó en su diseño desde la década de 1940. Tetra Brik, nombre comercial del producto, proviene de la forma piramidal o sea, con cuatro caras (tetraédrica) inicial de estos envases. El apellido viene de su forma actual, como un ladrillo, que en inglés se pronuncia «brik».

En 1961, Tetra Pak lanzó una innovación revolucionaria: el primer cartón aséptico; un envase que permite que los alimentos líquidos perecederos, puedan permanecer en los estantes de los comercios durante meses sin refrigeración o conservantes.

Mediante la integración de una barrera de aluminio y polietileno con placa de cartón y el uso de una técnica especial para esterilizar el contenido del envase, la tecnología aséptica asegura que tanto el alimento como el envase queden libres de bacterias dañinas. Tetra Pak dice en su sitio en Internet que el Instituto Internacional de Tecnólogos de los Alimentos ha reconocido la tecnología de procesamiento aséptico como «el más importante desarrollo de las ciencias alimentarias en el siglo XX».

Cada caja Tetra Brik, independientemente de su tamaño, está compuesta de siete capas de tres materiales: papel, aluminio y polietileno. De afuera hacia dentro, el Tetra Brik tiene una capa de polietileno que protege al alimento de la humedad exterior, una capa de cartón que le da fortaleza y resistencia, otra de polietileno para adherir la hoja de aluminio al cartón sin necesidad de adhesivos, una capa de aluminio que es una barrera contra el oxígeno, los olores y la luz exterior, otra de polietileno para la adherencia en el proceso de laminado y una última capa de polietileno que es la que proporciona estanqueidad al contenido del envase.

Tetra Pak ha creado envases asépticos de diferentes tamaños, formas y métodos de apertura y cierre. Hoy los recipientes y equipos de procesamiento de Tetra Pak se usan para conservar leche, jugo, salsa de tomate, agua y vino. En 2007, más de 137 mil millones de envases Tetra Brik circularon en el mundo. Pero la tasa de reciclaje mundial es solo de 16 por ciento. En 2008 se reciclaron 26 mil millones de Tetra Brik.

Desempeño energético-ambiental

Sus fabricantes sostienen que el «desempeño ambiental» del Tetra Brik supera al de los restantes envases. Una de las razones expuestas es que los cartones vacíos se transportan a las plantas de envasado en rollos, por lo que se necesitan menos medios de transporte, y se producen menos emisiones. Por otro lado, Tetra Pak usa tintas a base de agua, con pigmentos orgánicos y sin metales pesados, aspecto este muy positivo también.

Un caja de cartón de forma rectangular llena ocupa un espacio mínimo. La masa del envase es de unos 26 gramos en el caso de las cajas de un litro, y esto representa aproximadamente un tres por ciento de la masa del producto envasado. Respecto al uso de materias primas, aproximadamente 75 por ciento de cada Tetra Brik es papel, un recurso renovable si el manejo del bosque es sostenible.

Desde el punto de vista energético, el Tetra Brik también tiene ventajas. Una es que permite ahorrar energía eléctrica, ya que no se requiere refrigeración para mantener el producto. El sitio web Tetra Pak Canada dice que si se fabricara un millón de envases Tetra Brik Aseptic en lugar de un millón de botellas plásticas, el ahorro de energía sería de 4 200 millones de BTU (Unidades Térmicas Británicas, por sus siglas en inglés). Esta cifra equivale a 7 200 barriles de petróleo.

Respecto al ahorro de energía en el transporte de los productos, en el caso de los envases de vidrio reutilizables, 60 por ciento del volumen corresponde al producto y 40 por ciento a los envases. En el caso de los Tetra Brik, el 95 por ciento es el producto y solo el cinco por ciento es de envases. Transportar un millón de envases vacíos de Tetra Brik Aseptic requiere de dos camiones, mientras que los de vidrio reutilizables requerirían una flota de decenas de camiones.

Tetra Pak obtiene su papel de países como Suecia, Estados Unidos de América, Brasil y Finlandia, fundamentalmente. No obtienen papel de árboles plantados en el Amazonas. Tetra Pak tiene como meta que todo el papel que la corporación usa se obtenga de bosques con manejo sostenible.

Tetra Brik en Cuba

Los Tetra Brik entraron masivamente en Cuba en la década de los 90. Comenzaron a desplazar a envases tradicionales como pomos de vidrio y latas en que se envasaban jugos, puré de tomate, compotas y otros. Hoy los Tetra Brik se utilizan incluso para envasar bebidas alcohólicas.

Se estima que en Cuba circulan al año varios millones de envases Tetra Brik. Eso significa que potencialmente se podrían recuperar toneladas de papel, aluminio y plástico que de lo contrario terminarían llegando a los vertederos, para ser enterradas o quemadas incontroladamente, con la consecuente emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera.

Es cierto que ni el papel, ni el plástico, ni el aluminio, y tampoco la energía requerida para la fabricación de estas materias primas, fueron consumidas en nuestro país. Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), unos 65 gramos por cada Tetra Brik Aseptic de un litro, tampoco cuentan en nuestro inventario nacional. Sin embargo, los daños al medio ambiente y los efectos del cambio climático se manifiestan a escala local y global. Eso nos debe motivar a pensar globalmente y actuar localmente, en nuestro entorno inmediato.

Al convertir en basura los envases Tetra Brik comercializados en Cuba se pierde toda la energía que en algún lugar se empleó en fabricarlos, que podría ascender a varios cientos de megawatt-hora. Es cierto que mucha más energía se pierde y mucho mayor es el impacto negativo sobre el medio ambiente cuando se fabrican envases con materiales como vidrio, plástico o aluminio. Sin embargo, el vidrio se puede reutilizar infinitamente y el plástico y el aluminio se reciclan en el país. En el caso de las latas de aluminio, Cuba ocupa el octavo lugar mundial en la recuperación de este envase.

Se reconoce que los envases Tetra Brik tienen múltiples ventajas. Sin embargo, su empleo sin reciclaje contribuye a la cultura de usar una vez y botar, típica del modelo consumista y muy dañina para el medio ambiente. Muchas de sus ventajas quedan opacadas cuando terminan en un vertedero o son incinerados. Recuperar y reciclar los Tetra Brik añadiría una ventaja a su lista de beneficios y contribuiría a la promoción de la educación, la solidaridad energética y el respeto ambiental.

* El autor es especialista de CUBAENERGÍA y miembro de CUBASOLAR.

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