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Estas mandarinas nuevas, autóctonas de Cuba, por primera vez se caracterizan por ser precoces, o sea, que se adelantan en su período de maduración y de cosecha a las que se sembraban tradicionalmente. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
Cuba trabaja en la obtención de nuevos cultivos de mandarina, desaparecida de las plantaciones de cítricos del país desde la década de los 80 del pasado siglo, a partir de programas de mejoramiento genético desarrollados por especialistas de la Unidad Científica Tecnológica de Base Jagüey Grande, reveló a este diario su directora, la máster en Ciencias Giselle Sosa.
En la instalación, perteneciente al Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, se han obtenido esos cultivos que hoy se encuentran ya generalizados en más de 20 hectáreas en la empresa Victoria de Girón, de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas.
La especialista participó en el III Simposio Internacional de Fruticultura Tropical y Subtropical 2010, que sesionó en el Hotel Nacional, con la presencia de más de 130 delegados de alrededor de 15 países.
«Estas mandarinas nuevas, autóctonas de Cuba, por primera vez se caracterizan por ser precoces, o sea, que se adelantan en su período de maduración y de cosecha a las que se sembraban tradicionalmente. Normalmente las mandarinas se daban a partir de octubre y estas desde fines de agosto y septiembre ya empiezan a cosecharse», dijo.
«Además se caracterizan por tolerancia a determinados hongos que afectaron los cultivos de mandarina que existían en la década de los 80.
«El programa de mejoramiento genético en nuestro centro se dirigió desde un inicio a la introducción de material foráneo para adaptarlo a nuestras condiciones. Más tarde nos dimos a la tarea de buscar variedades autóctonas. En esa línea los primeros resultados se alcanzan en la mandarina, pero también tenemos logros en la naranja, en la que buscamos concretamente ampliar el período de cosecha», concluyó.
