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Manos jóvenes se preparan hoy para llevar adelante los planes económicos y sociales del país. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
Manos jóvenes se preparan hoy para llevar adelante los planes económicos y sociales del país. Los futuros obreros calificados y técnicos están hoy en las filas de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media. También los jóvenes que se forman como bachilleres y que luego tendrán la responsabilidad de asumir carreras universitarias acordes con las necesidades del país.
En la FEEM están además muchachos de las escuelas de deportes, de artes, y quienes se forman como maestros para las enseñanzas Prescolar, Primaria y Especial.
Corría el año 1970 cuando, con el objetivo de revitalizar el movimiento estudiantil y fortalecer las organizaciones de masas, surge, el 6 de diciembre, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM).
La Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y las Brigadas Estudiantiles José Antonio Echeverría (BEJAE) fueron su raíz, y aportaron experiencias para la formación de la nueva organización.
El Primer Congreso de la FEEM se realizó los días 27 y 28 de enero de 1971, en la capital, donde se discutieron y aprobaron las orientaciones de trabajo y el proyecto de Estatutos de la Organización.
En la declaración final quedaron definidas las principales tareas: impulsar el espíritu investigativo, mejorar la orientación vocacional, luchar contra el ausentismo, la deserción escolar, y por la solidaridad con otros pueblos que luchaban por su liberación nacional.
Adquiría así una nueva dimensión la labor de la organización, destacándose las actividades históricas, la necesidad de imprimirle un carácter masivo a las actividades culturales, deportivas y recreativas, el valor de la combinación del estudio con el trabajo como una necesidad económica del país, y como un requisito para la formación.
De igual forma emprendió un fuerte trabajo por la eliminación del fraude académico, impulsó la incorporación al Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, y participó en la aprobación del proyecto del uniforme escolar.
La FEEM agrupaba entonces a los estudiantes de Secundaria Básica y la Enseñanza Media Superior. En 1977, en el III Congreso de la UJC, se extiende la Organización de Pioneros José Martí hasta el noveno grado, lo que hace más homogénea la masa estudiantil que la conforma. En ese mismo año, ingresaron como miembros plenos a la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLAE).
Las figuras representativas de la FEEM son Panchito Gómez Toro, Manuel Ascunce Domenech, Frank País García, Ramón López Peña y Eduardo García Delgado, quienes inspiran cada una de las misiones de los jóvenes de hoy.
Como parte indisoluble del pueblo cubano, la FEEM se sumó a la lucha por el regreso del niño Elián González, y luego asumió los nuevos programas de la Revolución.
Hoy esa tradición de combate se extiende a los esfuerzos por el regreso de los cinco luchadores antiterroristas prisioneros en cárceles norteamericanas y a la batalla económica.
Desde la FEEM se asumen momentos muy importantes para la vida de un joven cubano. Integrantes de la organización forman parte y ocupan diversas responsabilidades en los órganos del Poder Popular, incluso algunos son diputados a la Asamblea Nacional.
También desde las filas de la FEEM, los jóvenes son inscritos en el registro militar y, al concluir esos estudios, salen para cumplir el Servicio Militar, tanto los varones como las hembras que así lo decidan voluntariamente.
En ocasión de celebrarse el II Congreso de la organización estudiantil, Fidel expresó: «La FEEM cobró rápidamente un sólido prestigio dentro del estudiantado por su revolucionaria proyección y el dinamismo desplegado en el impulso a las tareas de la educación, por la mejor formación de las nuevas generaciones».
