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SANTA CLARA, Villa Clara.— Lo que sobresale no es solamente que hayan impuesto 17 475 multas, sino la mano blanda con que las administraciones tratan a los infractores del rutinario y sostenido engaño a los consumidores.
Esa cantidad de sanciones fue el resultado de 25 213 inspecciones realizadas en Villa Clara por la Dirección Integral de Supervisión desde enero último hasta mayo, informó el director de ese órgano, Francisco Pérez.
Las principales transgresiones se refieren al engaño al consumidor en cuanto a precio, peso y calidad del producto, en las que incurren todos los tipos de mercados estatales y no estatales. Igualmente sobresalen las violaciones al fisco, al vender mercancías no declaradas y con inadecuada higiene.
El órgano de inspección, además de las multas impuestas por más de 1 600 000 pesos, solicitó a los organismos la aplicación de medidas disciplinarias complementarias a 2 643 infractores que incurrieron en transgresiones graves, y solo hasta mayo se las aplicaron a 1 641.
Pero de esta última cifra, 555 resultaron amonestaciones, acordaron no sancionar a 483 y al resto le aplicaron afectaciones en el salario, cambio de puesto de trabajo por un tiempo o definitivo, más acorde esta última a la gravedad del hecho cometido.
Rafael Marichal, jefe del Grupo de inspección y enfrentamiento, precisó que los controles se efectuaron en los 13 municipios a las unidades de Comercio Interior, en el mercado de oferta y demanda, incluidas las ferias organizadas los domingos. También en establecimientos de comercialización agropecuaria y placitas, la Empresa Provincial de Pan y Dulce, así como a los establecimientos de comercialización de la agricultura urbana.
Las violaciones más recurrentes detectadas entre los cuentapropistas figuran la comercialización de productos no respaldados por su patente, personal trabajando sin estar acreditado para ello e incorrectas condiciones higiénico-sanitarias.
