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El embarazo en la adolescencia y sus tristes consecuencias aumentan peligrosamente. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:41 pm
Hace pocos días celebramos en nuestro país el Día de las Madres. Para Danellis fue la primera vez que alguien la felicitó por el hecho de ser mamá. Tiene ahora 20 años, pero cuando decidió tener a su bebé todavía estaba en la adolescencia.
No obstante, los niños siempre fueron su debilidad por lo que la noticia de su embarazo fue recibida con agrado no solo por ella, sino también por su pareja y el resto de la familia.
«Traer al mundo a mi niña fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Por supuesto, siempre estuve consciente de los riesgos para mi salud y mi economía, así como la responsabilidad que asumía porque soy bastante joven, pero en mi casa apoyaron mi decisión y a partir de eso todo ha resultado más sencillo», comenta al equipo de JR Podcast, que esta semana invitó al debate a jóvenes adolescentes y sus familias.
Sin embargo, historias como la de Danellis no siempre tienen un principio y un final feliz, pues no en todos los hogares una novedad como la del embarazo se recibe de la misma manera, aun cuando los tiempos son otros y el modo de pensar de los adultos ha cambiado en relación con generaciones anteriores.
«Yo pienso que si las adolescentes de hoy se embarazan no es por un problema de ignorancia, porque actualmente existen gran cantidad de canales de información que les permiten saber a qué riesgos se enfrentan cuando se tienen relaciones sexuales desprotegidas, lo mismo en las escuelas que en la televisión, la radio, los periódicos», nos comenta Raúl, un joven padre.
[Recomendamos la lectura del reportaje Los bebés de las bebés, publicado por JR en 2015]
Por su parte, Oralgis, quien tiene una hija de 14 años asegura que en el presente lo fundamental es la comunicación: «hay que conversar mucho con nuestros hijos sobre el tema, sobre todo si se trata de una hembra. En mi caso soy del criterio de que aunque en la escuela se hace un buen trabajo al respecto, la casa continúa siendo fundamental en la educación de los muchachos, no podemos cohibirnos de sentarnos con ellos y decirles, primero que con 14 años se es muy joven para tener relaciones sexuales y segundo que si se da ese paso hay que cuidarse pues con esa edad no se está preparado para afrontar una maternidad porque no sería bueno ni para su salud, ni para sus estudios», enfatizó.
El criterio de Santa, quien cursa el 8vo. grado en una Secundaria Básica es muy particular a la hora de abordar el tema del embarazo en la adolescencia. Ella piensa que «los muchachos de ahora son muy descriptivos, muy detallistas a la hora de hablar de sexo, de embarazo. A mí me cuentan mis padres que antes se era más recatado aunque en mi familia de eso se habla con naturalidad, pero a mí no me gusta», agrega y sonríe.
La otra cara de la moneda es la solución que se le busca al «problema» cuando ya es un hecho consumado, o sea, el aborto.
Según Nery Alina eso no debería ser una opción a considerar, «yo no estoy de acuerdo, conozco de casos en los que las mujeres han perdido la vida sometiéndose a ese proceso tan peligroso, imagínate una niña. Para mí lo mejor es prevenir y bueno, si inevitablemente sucede entonces tanto los padres como los muchachos —lo mismo la hembra que el varón— tienen que enfrentar la responsabilidad y asumir las consecuencias de sus actos», acotó.
[Escuche el podcast JR podcast: Maternidad joven, pero… ¿cuándo?]
Según la Organización Mundial de la Salud las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de 15 a19 años en todo el mundo. Cada año, unos 3 millones de adolescentes se someten a abortos peligrosos. Asimismo, los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años.
En una de las encuestas realizadas por el Centro de Estudios sobre la Juventud, a un grupo de estudiantes de la enseñanza media, un 51,7% de la muestra analizada utilizaba métodos anticonceptivos siempre, mientras el resto de ellos solamente hacía uso de estos en algunas ocasiones. En cuanto a las razones que aducen para no protegerse están: tener una relación estable (11,7%), la inaccesibilidad de algunos métodos anticonceptivos (1,7%), y el olvido (1,7%).
