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En el centro del tornado

Son disímiles las historias que se tejen detrás del fenómeno meteorológico que azotó a La Habana. Los heridos y quienes se encontraban en instituciones de salud fueron y son atendidos con gran profesionalidad y rapidez por equipos multidisciplinarios

Autores:

Margarita Barrios
Ana María Domínguez Cruz
Aileen Infante Vigil-Escalera

Lloviznaba levemente cuando este domingo Osmani Martínez Pulido, de 20 años, caminó la cuadra y media que separa su casa del teléfono público más cercano para hablar con su novia. Entonces, dice, era una típica noche invernal en la barriada de Santos Suárez. Al salir, previendo que pudiera arreciar la lluvia como en días anteriores, cogió una sombrilla.

Media hora más tarde, cerca de las 8:30 p.m., un sonido similar al de las turbinas de un avión despegando, acompañado de fuertes vientos y lo que él define como chispas en el aire, le hicieron terminar la conversación y apurar el regreso. Solo pudo avanzar media calle y eso porque, como afirma, iba corriendo.

No sin susto narra que su lucha contra la corriente fue en vano y una enorme ráfaga lo alzó de un extremo a otro de la avenida y lo arrojó sobre el contén. Jamás volvió a ver la sombrilla que traía en las manos y a duras penas es consciente de haberse levantado y caminar hasta la entrada de su casa. Lo que pasó después no lo recuerda.

Es su madre, Tania Pulido Sarduy, quien ata los cabos sueltos que el trauma borró de la mente del joven profesor de 2do. grado en la escuela primaria Pedro María, en Santos Suárez. Con el miedo aún tatuado en la mirada no olvida que para cuando lo volvió a ver ya no había corriente eléctrica y los fuertes vientos se habían llevado consigo el techo del portal de su casa.

«Lo abracé fuerte y él me dijo que estaba bien, pero no me reconocía, ni a su papá. Entonces lo iluminé con la linterna del teléfono móvil y vi que le sangraba la cabeza. Enseguida salimos corriendo para el Clínico de 26», expuso.

Con cinco puntos en la parte posterior de la cabeza, tres en la ceja izquierda, otros pocos en el tobillo izquierdo y múltiples quemaduras por fricción en las cuatro extremidades, Osmani confiesa que se enteró que había estado en el centro de un tornado cuando lo trasladaron para el hospital docente clínico quirúrgico Calixto García, cerca de las tres de la madrugada de este lunes.

Allí pudo unir su historia a la de otros lesionados que después del paso del fenómeno meteorológico y procedentes principalmente de Diez de Octubre —aunque también había de Regla, Cerro y Guanabacoa—, comenzaron a arribar a este centro asistencial con experiencia en la atención a pacientes politraumatizados.

Hasta cerca de las cuatro de la tarde de ayer, según informó a este diario el doctor Osvaldo Jiménez Rodríguez, subdirector de Urgencia, Emergencia y Atención al paciente grave del Calixto; habían recibido 36 pacientes, cuatro de ellos con lesiones graves, 14 menos graves y el resto leves, consistentes principalmente en quemaduras por fricción, fracturas en los miembros superiores e inferiores, y pequeñas heridas y traumas en abdomen y cráneo.

Todos fueron atendidos desde el primer instante por un equipo multidisciplinario de especialistas y personal de apoyo del hospital, algunos de los cuales acudieron voluntariamente tras conocer la noticia y al momento de nuestra visita se mantenían en sus puestos, apuntó el doctor Edilberto González Ortiz, director del Calixto.

Compromiso y entrega

Durante un recorrido para evaluar los daños y comprobar las medidas que se implementan en el hospital Hijas de Galicia, instalación severamente afectada, Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, distinguió el compromiso y la entrega con que se ha trabajado en estas horas de dolor.

«Creo que el carácter solidario y humanista de nuestro pueblo, formados por esta Revolución que defendemos, se pone de manifiesto en el proceso de recuperación luego del embate de este fenómeno meteorológico», expresó en declaraciones exclusivas para este diario. Añadió que el tornado «nos ha dado un alto nivel de afectación, pero seguiremos hacia delante. Estuve aquí en la madrugada y ahora caminamos de nuevo el hospital ya después de ser evacuado.

«Se hizo una proeza para evitar que se afectara la vida de un niño, una madre, una puérpera. Todo se realizó de manera organizada, progresiva, con todas las medidas de seguridad, lo cual propicia que los pacientes estén no solo con los cuidados requeridos, sino también evolucionando satisfactoriamente.

«Por otra parte, que a unas pocas horas de haberse evacuado el hospital tengamos este nivel de organización y  de limpieza es muy importante. Los constructores están laborando en la reparación de los daños y los trabajadores de este lugar apoyando», expresó Morales Ojeda.

«No quiero dejar de mencionar a las personas que participaron en la evacuación, como los brigadistas de la Cruz Roja, el comando de bomberos de rescate y salvamento, que estuvieron activamente de conjunto con los trabajadores de urgencias médicas. También destacar las instituciones que recibieron a los pacientes que estaban aquí ingresados y que permitieron el acomodo de todos», subrayó.

Con respecto al futuro del hospital, precisó que la institución se puede recuperar de manera escalonada, con determinada rapidez, en la misma medida en que se puedan arreglar los sistemas eléctrico, hidráulico y sanitario, y puntualizó que, «desde el punto de vista asistencial se ha organizado todo un programa para iniciar por cuerpo de guardia e ir incrementando progresivamente los servicios».

Entre embarazadas y puérperas

Con gran profesionalidad y rapidez, el personal de la salud, los bomberos y todos los que colaboraron en la evacuación de las pacientes del Hospital Materno Diez de Octubre (Hijas de Galicia), trasladaron a 195 pacientes, entre embarazadas y puérperas hasta los hospitales Materno de Guanabacoa (La Fátima), América Arias (Maternidad de Línea), Ramón González Coro, Eusebio Hernández (Maternidad Obrera), Ángel Arturo Aballí, el Hospital Militar Luis Díaz Soto y el Hospital General Dr. Enrique Cabrera.

El doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública asevera que en ocho horas, aproximadamente, se logró reubicar también a 14 niños en Servicios de Neonatología, cuatro de ellos graves pero que se mantienen en condiciones de salud estables y 18 recién nacidos que se encontraban en la sala Piel a Piel, recuperando peso.

«Tomamos medidas para reorganizar los servicios en estas instituciones, en particular en el Hospital General Dr. Enrique Cabrera, donde se asumirá la demanda asistencial correspondiente al Hospital Materno Diez de Octubre. Para ello se han liberado 215 camas de diferentes salas además de las 98 que se disponían para este tipo de atención.

«El personal de salud del Hospital Materno Diez de Octubre se sumará al que labora en esta institución y se incrementarán los recursos para la atención médica requerida».

La Cruz Roja y los bomberos se activaron desde los primeros momentos en apoyo a las instituciones sanitarias para atender a los lesionados. Foto: ACN

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