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La casa fue el aula

Dar clases en vivo en la televisión con el propósito de que, en los tiempos más difíciles del nuevo coronavirus en nuestro país, los estudiantes no perdieran completamente el vínculo con la escuela, fue un gran reto para los profesores que se pusieron delante de las cámaras. Uno de ellos, el máster en Ciencias Jesús Rodríguez Collazo, contó a JR sus experiencias

Autor:

Margarita Barrios

«Un profesor no es un artista, así que si te digo que fue fácil te estaría mintiendo. Dar una clase en vivo en la televisión implica mucho nervio, porque no es solo  concentrarte en los conocimientos que tienes que transmitir, sino en la cámara, el tiempo que está medido, las señas del coordinador… pero se vence y se logra».

Así afirmó en entrevista para Juventud Rebelde el máster en Ciencias Jesús Rodríguez Collazo, uno de los profesores que tuvo la responsabilidad de no permitir que los estudiantes perdieran completamente el vínculo con la escuela en los tiempos más difíciles del nuevo coronavirus en nuestro país.

«Comencé impartiendo Español-Literatura de los tres grados de preuniversitario; luego se incorporaron otros profesores y me dediqué solamente a los repasos de 12mo. grado para las pruebas de ingreso a la Educación Superior. El objetivo era que la casa se convirtiera en un aula. Incluso convocábamos a que se sumara la familia para que ayudara.

«A veces el tiempo es corto y si alguien puede apoyar copiando una pancarta o buscando la página en el libro, pues muy bueno; además, el alumno se siente acompañado. También hay personas que se estuvieron motivadas a ver las clases como entretenimiento o para elevar su nivel cultural», destacó.

—Debe ser difícil dar una clase sin tener delante el alumno.

—Sí, eso es una limitación. La retroalimentación con el estudiante, esa relación que se establece en el aula, no se sustituye con nada. Pero esta fue una buena manera de superar la distancia, de no dejar a los muchachos sin recibir ningún conocimiento.

«Incluso la participación de la familia fue muy buena. Hay que interpretar un texto y los padres que tienen una experiencia diferente, por los años de vida, pueden hacerlo de otro modo, extrapolar conocimientos a sus hijos. También tenemos que dar Gramática, que tiene el propósito de que se pueda construir un texto cada vez más correcto  y sea entendido por otra persona.

«El estudiante, por supuesto, tiene el objetivo de aprobar las pruebas de ingreso y aprovechar la oportunidad que da nuestro país de hacer una carrera universitaria; eso no se puede perder de vista. Nunca en Cuba, ni en los momentos más difíciles del período especial, se cerró una escuela. Pero había que cuidar la salud, era preciso quedarse en casa, aislarse, evitar un contagio. Y este fue el mejor modo de hacerlo.

«El Ministerio de Educación creó los contactos para que los estudiantes pudieran enviar sus dudas sobre cualquier tema, incluso alguno me llamó por teléfono a mi casa. Yo siempre hice las aclaraciones, cuando eran algo muy puntual, de manera directa, pero si el tema podía ser útil para otros estudiantes, lo hacía a través de la misma clase, de manera general».

Máster en Ciencias Jesús Rodríguez Collazo. Foto: Abel Rojas Barallobre

Con 52 años de experiencia en el sector de Educación, Rodríguez Collazo recuerda que ha transitado por todos los niveles de enseñanza. «Comencé dando clases en Primaria y entonces prefería las ciencias. Luego pasé a enseñar en las Fuerzas Armadas y ahí fue cuando empecé a impartir clases de Español y en esa especialidad me gradué».

Enamorado de la historia y defensor del idioma español, sobre el cual asegura que «debemos seguir estudiando y aprendiendo porque está vivo», continuará ahora su labor en la televisión, clases que considera son un buen apoyo para las que imparte el profesor en la escuela.

«El lenguaje televisivo tiene herramientas que no están a tu disposición en el aula, puedes mostrar un video con imágenes que argumentan el texto que estás impartiendo. Y yo defiendo poner siempre cosas de nuestro país, donde tenemos bellas joyas arquitectónicas y naturales que debemos admirar».

Atrás van quedando los días difíciles de no salir de casa, pero en las aulas se continúan visualizando las teleclases, una opción para quienes no han podido regresar a la escuela a causa de la pandemia. Se trata de un camino que ayuda a consolidar conocimientos y aportar en la formación de los estudiantes.

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