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Un Partido de esencia joven y amor por Cuba

Con el Balance provincial del Partido en La Habana concluye el proceso asambleario a este nivel en el país, el cual estuvo dedicado a dar seguimiento a las ideas, conceptos y directrices del 8vo. Congreso. En el encuentro, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, aseguró que no hay unidad si no están los jóvenes presentes para que participen, creen y aporten

Autor:

Santiago Jerez Mustelier

«Para que haya unidad y continuidad es importantísimo el papel de los jóvenes en la construcción socialista. No hay unidad si no están los jóvenes presentes (…), hay que estar con ellos para que participen, creen y aporten», afirmó este sábado el Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al pronunciar las palabras centrales de la asamblea provincial de balance de la organización política en La Habana.

La reunión de los comunistas capitalinos, efectuada en el Palacio de Convenciones y colofón de los debates similares sostenidos en otros territorios del país, se caracterizó por un debate crítico, honesto, combativo y comprometido, al decir del mandatario, quien ponderó la capacidad de sus estructuras partidistas para unir y convocar fuerzas para superar adversidades en situaciones complejas.

Desde el plenario —en el que junto a los 300 delegados también se encontraban el miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda; y, especialmente invitado, el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura—, Díaz-Canel convidó a articular emociones e inteligencia sin perder el entusiasmo y el optimismo, sin permitir el reblandecimiento del espíritu revolucionario.

«Necesitamos crear conciencia para poder convocar al esfuerzo y a la entrega, para crecernos ante el egoísmo, el individualismo y el pesimismo (…) y continuar la lucha con valentía, dignidad, decoro… con alegría, confianza y con amor por Cuba», llamó.

El Jefe de Estado se pronunció por tomar en cuenta la cultura de la nación, entendida en su más alta expresión —que incluye las esencias, las raíces y la historia— como fundamento y respuesta a las problemáticas acuciantes. De igual manera, agregó, es preciso hallar otros derroteros en la Constitución de la República y en los legados martiano y fidelista, los que dotan de mayores argumentos para una militancia activa y apasionada.

Díaz-Canel subrayó a la justicia social como piedra angular del socialismo autóctono, y añadió la igualdad, la inclusión y el sentimiento de vocación de servicio a la Patria y a la Revolución que ha estado presente en todas las generaciones.

Prioridad confirió a la ética, al antimperialismo y a la verdad como pilares en medio de desafiantes circunstancias que signan el contexto nacional, en el que no puede perderse de foco la defensa de lo justo y lo digno, la búsqueda de la más amplia participación del pueblo en todos los procesos, así igualmente el desarrollo de una labor política desde las bases populares.

«El Partido continuará el reconocimiento de nuestras esencias, que son la independencia, la soberanía, la democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y las conquistas de justicia social. Y ese es nuestro socialismo. Y a ello sumamos la lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, el bienestar y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello.

«Ante la situación actual existe un enorme reto de perfeccionamiento de nuestra sociedad, y para eso el Partido tiene que mirarse por dentro; nos estamos mirando por dentro, continuando la tradición de la crítica», reconoció.

Frank Armando Pérez, vicepresidente de la AHS, aseguró que la cultura tiene que ser enriquecedora del espíritu de la Isla. Foto: Abel Rojas Barallobre

Un análisis integral de los cambios sociales

Díaz-Canel instó, además, a realizar, como ha pedido el General de Ejército Raúl Castro Ruz, un análisis integral de los cambios sociales de la última etapa. Entre ellos mencionó la necesidad de formar valores, el crecimiento armónico que debemos tener en el sector no estatal de conjunto con el estatal, la penetración que han tenido algunas falacias de la subversión político-ideológica del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba.

También listó la garantía de la continuidad, y el protagonismo y la efectividad que toman la militancia y las organizaciones de bases del Partido en asumir estos retos sin improvisaciones e ingenuidad.

Justamente los balances del Partido a nivel provincial han sido espacios para incorporar estos y otros análisis, a partir de la apropiación de las ideas, conceptos y directrices del 8vo. Congreso de la organización y el seguimiento con hechos concretos a los acuerdos adoptados en el cónclave.

De estos ejercicios de oteo a las vidas interna y externa del Partido se han sumado saldos positivos —significó— como una mayor composición en el color de la piel, el sexo y la edad de los miembros de los burós, comités provinciales y municipales; y una adecuada renovación de los cuadros.

Añadió el profundo intercambio con la militancia y la población; la participación de más de un millón de personas en las discusiones de los informes, los cuales fueron públicos, objetivos, críticos, realistas y contaron con credibilidad porque en ellos están los principales problemas que tiene que enfrentar la población en su vida cotidiana y solucionarse desde el Partido.

En esa línea, Díaz-Canel esbozó los principales asuntos centrales en los que recae el accionar permanente del PCC; estos son: el trabajo político-ideológico, la batalla ideológica, el funcionamiento, el desarrollo económico, el rescate de la espiritualidad en los barrios y las comunidades, el acercamiento a los jóvenes, como parte del trabajo sistemático del Partido.

Indicó continuar los encuentros de la militancia por sectores, y el proceso de análisis de las estructuras empresariales y cargos administrativos para fortalecer la gestión y la dirección empresarial; lo que unido a la imbricación de gran parte de la sociedad en el acto de soñar y hacer cumplir las proyecciones del cónclave permitirá dar continuidad segura y dibujar un horizonte de cara a una próxima Conferencia Nacional del Partido.

Entre las rémoras del período en que se pretende transformar de pies a cabeza la vitalidad del Partido, su Primer Secretario enumeró, en primer lugar, «un escenario de disputa simbólica de poder, guerra cultural y comunicacional que el imperialismo ha venido fraguando desde hace años; y que hoy agrede y deja indefensas a varias naciones en el planeta».

Por consiguiente, adicionó la agresividad del Gobierno norteño, su hipocresía, el doble rasero y la politización de temas como la migración (son los verdaderos instigadores de todas las crisis de este tipo desde inicios de la Revolución) y los derechos humanos.

Se refirió, además, de manera importante al incremento hostil de la subversión, con sus consabidas pretensiones de instaurar revoluciones de colores; y el recrudecimiento sanguinario del bloqueo, del que invitó a contarse poniéndole rostros humanos e historias desgarradoras que se apiñan en la Isla.

Frente a quienes enarbolan el SOS Cuba, Díaz-Canel aseveró categóricamente que lo que necesita un SOS es «la sociedad podrida que se vive en Miami, y la sociedad también en decadencia que se vive en Estados Unidos por la incapacidad manifiesta de su Gobierno para enfrentar con políticas públicas asequibles la tragedia de la pandemia.

«Hoy, en la realidad que estamos viviendo, para que el mundo mejor sea posible, hay que mejorar ese mundo virtual que es una caricatura (…). La Cuba que está en las redes digitales no tiene nada que ver con la que se está viviendo, en la que nuestro pueblo está una vez más protagonizando una página tremenda de dignidad y resistencia creativa».

El presidente cubano aseguró que nuestro pueblo está protagonizando una página tremenda de dignidad y resistencia creativa. Foto: Abel Rojas Barallobre

Sin cuadros «yoístas»

Si de algo se precisa en estas horas decisivas es de cuadros con una profunda preparación ética y profesional, que se distingan por cualidades como la inquietud revolucionaria, la sensibilidad con los problemas del pueblo, la disposición para la entrega y la capacidad de enfrentar la adversidad con creatividad, inspiración y motivación, señaló Díaz-Canel.

«En cualquier circunstancia, especialmente las más difíciles y retadoras, nuestros cuadros deben sobresalir por su dedicación a la tarea, su afán de superación, su modestia y la sensibilidad suficiente de ponerse en el lugar de los demás, anteponiendo el nosotros al yo (…). Tenemos la responsabilidad de dialogar sinceramente, de corazón, y ser ágiles incorporando esas percepciones a las tomas de decisiones».

Urge asumir en el día a día la resistencia creativa, «que es esa capacidad que tiene el pueblo cubano de levantarse por sí mismo, con su talento, con su esfuerzo, con su inteligencia por encima de la adversidad. Tenemos que irnos por encima de lo que nos trata de someter el bloqueo».

En su exposición, el Presidente de la República hizo énfasis en encontrar las causas de las contradicciones sociales para atajarlas; en la diversificación de los contenidos comunicativos para los públicos heterogéneos, sin perder los principios consagrados en la Carta Magna; la articulación entre la diversidad de fuerzas revolucionarias, reforzando la participación de los jóvenes para que estos descubran en cada combate sus epopeyas.

Hacia otro momento de su intervención dijo que «las soluciones a los problemas económicos tienen que ser soluciones socialistas, transformaciones socialistas, que nos permitan recuperar equilibrios sociales, mantener la propiedad social como hegemónica… que vayan al análisis de la eficiencia y del ahorro».

A asumir su liderazgo en la construcción socialista del país, convocó Díaz-Canel a la empresa estatal socialista, la cual debe complementarse con los restantes actores para robustecer los principales programas de desarrollo social y crecimiento económico sostenible y sustentable.

Los delegados aprobaron el informe y las proyecciones de trabajo que guiarán la labor del Partido en la capital durante la etapa siguiente y estableció tres comisiones permanentes de trabajo. Foto: Abel Rojas Barallobre.

Se necesita de los jóvenes

Contamos con ustedes (los militantes partidistas) y con el pueblo hermoso, valiente y patriota de la capital, que desfilará el 1ro. de mayo con entusiasmo, como regalo a Fidel y Raúl, dijo Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, tras concluir la lectura del informe central al Balance, previamente discutido por los delegados y que suscitó profundas intervenciones en la plenaria.

«La Revolución necesita de sus jóvenes, por eso estamos transformando todo, para que ellos encuentren aquí sus proyectos de vida», expresó Iván Barreto, director de la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales.

A Ayubán Gutiérrez Quintanilla, secretario del comité del Partido en la Universidad de La Habana, le preocupa la manera en que cambiamos y reconstruimos la relación con los jóvenes desde la base. Llamó a hacerlo con el ejemplo, asumiendo el rol educativo como un arma esencial, apostando por su formación y sin perder la alegría. «Con los jóvenes hay que estar», insistió.

Leira Sánchez Valdivia, primera secretaria del PCC en el municipio de Plaza de la Revolución, puntualizó que los delegados y representantes tienen que estar en el centro de la batalla de las comunidades por su transformación, la que no puede emprenderse sin tomar en cuenta los valores identitarios y las características endógenas de cada lugar.

Sánchez Valdivia agradeció el acompañamiento de la dirección del país y de los organismos de la Administración Central del Estado en la estrategia integral de atención de los 129 barrios identificados como vulnerables.

Mai-Lin Alberty Arrozarena, primera secretaria del Partido en Centro Habana, afirmó que la gente tiene que sentir que el Partido se inserta en la solución de sus problemas cotidianos. Consideró decisiva la realización con mayor seriedad del proceso Somos continuidad, para crecer cada día con más jóvenes de calidad a las filas de la organización partidista.

Frank Armando Pérez, vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz y coordinador en la capital, dijo que la cultura tiene que ser enriquecedora del espíritu de la Isla e instó a seguir fomentando el diálogo entre creadores y funcionarios, que siempre ha sido una premisa de la Revolución.

Ricardo Hernández Alpízar, profesor del Instituto Superior de Diseño Industrial, señaló que un pueblo culto como el nuestro merece un diseño y una comunicación a la altura. «Hacer buen diseño es ganar en soberanía», afirmó refiriéndose a las desventajas que aún se poseen en el enfrentamiento y desmontaje de la subversión.

La asamblea de balance del Partido aprobó el informe y las proyecciones de trabajo que guiarán la labor del Partido en la etapa siguiente, estableció tres comisiones permanentes: una de economía, una de cuadros y otra de apelaciones; y eligió el Comité provincial, su Buró Ejecutivo, y ratificó como su primer secretario al compañero Luis Antonio Torres Iríbar.

Hacia el final del encuentro, el Presidente cubano felicitó al recién electo máximo dirigente del Partido en la capital, e invitó a los habaneros, y a los cubanos, a ir con todo al desfile este 1ro. de mayo.

La primera secretaria del Partido en Centro Habana, Mai-Lin Alberty Arrozarena, aseveró que la población tiene que sentir que la organización se inserta en la solución de sus problemas. Foto: Abel Rojas Barallobre. 

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