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Con vehemencia Antony Bárbaro Ysacc nos conduce por la etapa de la Tregua Fecunda Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 19/05/2022 | 08:49 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Se mueve con desenfado y su locuaz explicación convence. Quien lo escucha puede sentir la pasión cabalgando en sus escasos 11 ó 12 años.
Su nombre es Antony Bárbaro Ysaac Barrios, y nos conduce por los días largos que sucedieron a la Protesta de Baraguá y la llamada Tregua Fecunda.
Descubrir, apreciar de cerca prendas y objetos personales de nuestros próceres, como el anillo de plata utilizado por Antonio Maceo como miembro de la Logia Mazónica; la alianza de oro que usó el Titán en su matrimonio con María Cabrales, en 1886; una chaqueta que perteneció al Apóstol…, ha sido una experiencia enriquecedora que le anima a devorar cada clase de Historia en busca de más detalles.
La fascinación de Antony es también la de otros 17 alumnos de 6to grado del seminternado santiaguero Julio Trigo López. Es fruto del abrazo entre el Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau y la escuela, tras semanas de descubrir, acumular conocimientos y perfilar las mejores maneras de comunicarlos como parte del círculo de interés Continuadores de nuestra obra, este 18 de mayo, Día Internacional de los Museos. Tomaron tres de las cuatro salas de la institución, y fueron ellos quienes guiaron a los visitantes por la ruta de los tesoros que acumula el prestigioso centro, fundado el 12 de febrero de 1899.
La historia mira al futuro
Y es que la jornada conmemorativa por este 18 de mayo en Santiago de Cuba miró al futuro. Por eso, junto a los encuentros de investigadores del patrimonio, la exposición de muestras de las colecciones de los 22 museos con que cuenta la ciudad heroica, las ferias y encuentros, la presentación de lo conseguido en el trabajo con los círculos de interés se ubicó entre las actividades principales.
Así lo enfatizó Suitberto Frutos, director del Centro Provincial de Patrimonio Cultural, quien insistió en que este espíritu se extendió a la treintena de museos que pueblan la oriental provincia, y así lo ratificó Yadireidys Ereaux Álvarez, museóloga del Emilio Bacardí, para quien la mañana de este miércoles y el desempeño de sus pupilos le trajeron la satisfacción de constatar que el empeño de preservar las evidencias del pasado para defender el futuro tiene voces nuevas y continuidad.
«Tras dos años de puertas cerradas por la COVID-19, los museos retomaron esta hermosa labor comunitaria», explicó la joven museóloga y habló emocionada de rotar el círculo de interés por varias escuelas, para que todos tengan oportunidad de participar y ampliar sus horizontes.
De enseñanzas y aprendizajes crecidos sobre las artes europeas y santiagueras, la vida y devenir indómitos; sobre los héroes y protagonistas de la cultura, contaron los pequeños de sexto grado de la Julio Trigo, tras el tercer recorrido del día.
«Conocer la historia de Emilio Bacardí, de su esposa Elvira Cape y sus amigos, me ha hecho crecer», afirmó Melani Frómeta. Heidy Gisel Ávalos ha descubierto los colores de antaño de su ciudad desde cuadros creados por importantes artistas santiagueros del período colonial del siglo XIX, como la escultora Victoria Bacardí. Amanda Fernanda vibró tras el odio y la injusticia que condujo al fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina «de lo más triste de nuestras gestas independentistas; una etapa que aun así fue muy importante», explicó.
Desde la sala de Etnografía, Yenifer Rodríguez pudo desenvolver los asombros de las culturas precolombinas de Centroamérica, mostrar rituales, vestimentas, vajillas, instrumentos, y hasta contar los secretos de la momia que constituye una de las atracciones del Bacardí. Así el pasado le va dictando conocimientos generales que le servirán para estudios posteriores. «Había visitado antes el museo, pero ahora conozco más y puedo enseñar a otras personas», dijo.
Inmerso en un Santiago que, devastado como consecuencia de la guerra, se abría a la neocolonia, Jesús Alejandro Mendoza se ha encontrado con las huellas del primer alcalde santiaguero, Emilio Bacardí, y del primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma. Por eso, le aconseja a otros niños visitar los museos, pues la historia que allí se atesora «enriquece las nociones que recibimos en las clases, y hasta podemos vincularlo con cosas de la vida», aseveró.
Para Xiomara Fuentes, maestra del área de Humanidades del seminternado Julio Trigo López, esta ha sido una experiencia única y útil. «El hecho de que los alumnos tengan contacto con objetos reales que pertenecieron a nuestras figuras y hechos históricos, el que se apropien de toda la información que se posee en el museo, además de enriquecer sus conocimientos, les ha acercado a los héroes, los ha motivado más por asignaturas como la Historia de Cuba, les ha aportado vivencias que hacen que se apropien mejor de los temas que les impartimos en el aula», refirió convencida, al tiempo que lamentó que no siempre en las escuelas y la familia se aprovechen más las visitas y vinculación con los museos para favorecer la impartición de la Historia y la formación de los pequeños como patriotas.
Su compañera, Yudelkys Calzado Cabrales, maestra del área de Ciencias, advierte que el contacto con el Museo Bacardí también ha ayudado a sus educandos a reforzar y profundizar los saberes de asignaturas como Geografía, Educación Laboral y las ciencias en general. «Les ha desarrollado habilidades a la hora de localizar sitios de Santiago de Cuba y las naciones representadas en la sala de Etnografía, por ejemplo; para apreciar elementos y objetos hechos con madera que aquí se exponen; en fin, ha sido una experiencia valiosa para todos», aseguró.
Orgullosa, Santiago de Cuba, tierra de historia y museos, se precia de que la custodia del ayer tenga voces nuevas y ande en manos del futuro.
