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El bloqueo no es un cuento

Abundan los casos en los que, en el sector de la salud, se sufren las consecuencias de esta cruel política. Lo peor es la perdida evitable de vidas inocentes.

 

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Ojalá pudiera hablar con Cecilia Nazzari. Quizás ella no pueda aguantar el llanto mientras me cuenta cómo se sintió el 30 de junio del año pasado cuando intentó pagar vía online desde Cuba y supo que su tarjeta internacional había sido bloqueada por Estados Unidos.

Imagino que la uruguaya pensó que el cielo se unía a la tierra, sin saber qué hacer. En nuestro país estaba con su hija de seis años, Aurora Sosa, para comenzar su tratamiento en el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) porque la niña padece una enfermedad poco común que le dificulta su desarrollo motor. Cecilia supo entonces que «el bloqueo no es un cuento».

De todos los males derivados de esa política mantenida contra Cuba, puede que usted piense que no es el más grave, y tiene razón. Que un país le haga tanto daño a otro y que las personas puedan morir o sufrir una enfermedad durante mucho tiempo por culpa de un capricho es de lo peor y para muchos resulta inconcebible, pero sucede, porque el sector de la salud continúa siendo uno de los más castigados por el bloqueo.

El informe recién presentado ante las Naciones Unidas refleja que en los primeros siete meses del 2021, esta política ha causado pérdidas por un valor de 113 millones 498 mil 300 dólares en este ámbito, impidiendo que se adquiera tecnología médica de procedencia estadounidense o con más de un 10 por ciento de componentes de ese país.

«Los medicamentos, equipos, dispositivos médicos, reactivos y otros insumos utilizados en la atención médica tienen que obtenerse en mercados geográficamente lejanos y en muchas ocasiones a través de intermediarios, con un notable incremento en los precios. El carácter extraterritorial del bloqueo obstaculiza la compra de piezas de repuesto, el mantenimiento y reposición del equipamiento para la atención médica y las investigaciones», dictamina el documento oficial.

Y esa situación agrava el escenario, cuando la COVID-19 persiste en el contexto sanitario, además de que dificulta la cotidianidad de todos los que necesitan comprar medicamentos imprescindibles para el tratamiento de enfermedades crónicas, como es el caso de la insulina, los antibióticos, los calmantes, los fármacos utilizados para controlar la presión arterial, los antihistamínicos y otros.

Pregunto: ¿No es una violación del derecho a la vida y a la salud de todas las cubanas y los cubanos? Sufrimos la escasez de medicamentos y equipos médicos, incluyendo suministros de oxígeno y ventiladores pulmonares, kits de protección y piezas de repuesto, entre otros recursos indispensables para la sostenibilidad del sistema de salud cubano. Sin embargo, lo más doloroso es la pérdida evitable de una vida.

De tristezas y carencias

Para aquellos que padecen enfermedades cardiovasculares, cada vez les es más difícil mantener sus tratamientos con anticoagulantes, furosemida, nitroglicerina y los hipotensores.

Alrededor de 158 800 pacientes cubanos no pueden acceder a tecnología para la implantación de válvulas aórticas percutáneas (TAVI), las que les evitan a los pacientes con estenosis valvular severa, ser sometidos a complejas cirugías, padecer largas estadías hospitalarias y tener una mejor calidad de vida. ¿Por qué no pueden tenerlas?  Porque son comercializados por empresas estadounidenses como EDWARD LIFESCIENCE y MEDTRONIC.

Unos 375 pacientes esperan por la posibilidad de adquirir marcapasos permanentes y se estima que son 200 los que no pudieron ser sometidos a cirugías cardiovasculares debido al déficit de materiales gastables, como los tubos de hemocrón, drenajes de varios tipos, clips de mamarias para la revascularización miocárdica y otros.

Lo más triste: los niños. Decenas de niños cubanos son diagnosticados cada año con retinopatía de la prematuridad, y corren el riesgo de quedar ciegos en caso de no ser atendidos con los medios adecuados. El tratamiento de estos pacientes se ve limitado por el hecho de que Cuba no puede adquirir el Sistema de Láser modelo IQ 577, de la empresa estadounidense IRIDEX CORPORATION, destinado al tratamiento de afecciones de retina y glaucoma.

Los menores que padecen de atrofia espinal infantil podrían aspirar a una mayor calidad y esperanza de vida, si Cuba pudiera acceder al medicamento Nusinersen, producido únicamente por la empresa multinacional estadounidense BIOGEN, efectivo para mantener con vida a más de la mitad de los niños que padecen esta enfermedad mortal.

¿Qué haría usted por esos ocho niños cubanos con distintos tipos de cáncer queno pudieron recibir el tratamiento quimioterápico más idóneo para su enfermedad, y debieron recurrir a protocolos de segunda línea, debido a las dificultades para acceder a fármacos como la Actinomicina D, Ifosfamida y Procarbazina?

Recién nacidos y de bajo peso al nacer tienen que ser sometidos a cirugías complicadas, al no disponerse de dispositivos imprescindibles, como catéteres de muy bajo perfil, comercializados por firmas estadounidenses como NUMED, BOSTON SCIENTIFIC, COOK.

Realizar estudios cromosómicos a las embarazadas mayores de 37 años o aquellas con alteraciones detectadas por ultrasonidos resulta más complejo cada vez porque se ha triplicado el costo de los reactivos necesarios por la necesidad de adquirirlos a través de terceros países.

El informe precisa que, entre enero y julio de 2021, la Empresa Importadora y Exportadora de Productos Médicos (MEDICUBA S.A.) contactó a 65 compañías estadounidenses para indagar sobre las posibilidades de importar medicamentos, equipos, dispositivos y otros insumos necesarios para la atención del pueblo cubano en el sistema nacional de salud pública. De ellas, 56 no respondieron a las solicitudes de la entidad cubana, mientras que tres lo hicieron de manera negativa. Por ello, no se pudieron adquirir los medicamentos y equipos comercializados por esas empresas, los que habrían beneficiado significativamente a nuestro sistema de salud.

La lista de los imposibles es larga: El medicamento Nivolumab, utilizado para el tratamiento del melanoma metastásico, el cáncer de pulmón, el Linfoma de Hodgkin, entre otros; el Test Cáncer de Mama Oncotype DX; la prueba genómica Oncotype DX; el Test de Cáncer de Colon Oncotype DX; ventiladores mecánicos multipropósito para recién nacidos y lactantes; cardiomonitores multipropósito; el Golimumab (Simponi), medicamento biológico más recientemente aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide, artritis psoriásica y espondilitis anquilosante…

«Solo en reactivos, equipos médicos, medios de protección, material gastable y medicamentos, el país invirtió en 2020 unos 102 millones de dólares no previstos en el plan de la economía. En el primer semestre de 2021, esta inversión ascendió a 82 millones de dólares, en medio de obstáculos para el acceso a proveedores, trabas a las operaciones bancarias, elevados precios y otros inconvenientes derivados del bloqueo de los Estados Unidos.

«Se calcula que, en total, desde el inicio de la pandemia hasta mediados de 2021, Cuba ha invertido unos 184 millones de dólares por encima de lo previsto en el plan del año, para combatir la COVID-19. Esta cifra no abarca solamente gastos en medicamentos, sino también en alimentación, aseo, limpieza, electricidad, agua y otros recursos necesarios para sustentar la atención a los pacientes, tanto en los centros de aislamiento como en las instituciones hospitalarias del país».

Estados Unidos intimida a quienes realizan transacciones financieras con Cuba y esa es la razón por la que  las relaciones comerciales con varios socios y proveedores habituales ha desaparecido o mermado. Sucedió el año pasado cuando no pudo arriba al país un contenedor de jeringuillas desechables y cuando la empresa multinacional MERCK, con sede en Alemania, canceló varios contratos con entidades cubanas.

Se limita la producción nacional de sillas de ruedas… Los invidentes no pueden beneficiarse del lector de pantalla JAWS, que permite a las personas con discapacidad visual interactuar con las computadoras… Los infantes con hipoacusia severa o profunda no reciben con regularidad los accesorios de los implantes cocleares… Reitero, la lista de las dificultades que enfrentamos es larga. La salud de los cubanos lo sufre. El bloqueo no es un cuento.

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