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Sonata triste de piano para Alicia Perea

Sería imposible referirse a la enseñanza musical en la segunda mitad del siglo XX en Cuba, y obviar el nombre de esta destacada concertista, que este miércoles nos dijo adiós

Autor:

José Luis Estrada Betancourt

Me parecía imposible que la notable pianista y profesora de piano Alicia Perea Maza ya hubiera cumplido 80 años. Se «le fue» hace unos días al poeta Miguel Barnet, a raíz del primer Consejo Nacional de la Uneac celebrado después del VIII Congreso; organización que él preside y de la cual era Miembro Emérito la destacada concertista, que este miércoles nos dijo un triste adiós, segura de que cuando llegara la hora de partir permanecerían en nuestra memoria esas interpretaciones virtuosas y siempre llenas de emotividad.

Recuerdo que en el Centro Cultural Bertolt Brecht, el Premio Nacional de Literatura hizo un aparte para que todos congratuláramos a algunas de esas personalidades de la cultura cubana allí presentes y que nos colman de orgullo. Entre ellas mencionó, por supuesto, a quien fuera de los fundadores de la Escuela Nacional de Arte (1962), institución que dirigió durante 16 años.

Igual me parece estarla viendo en el homenaje que le tributara la Uneac a otro inmenso: Fernando Alonso. Entonces no solo contó de su vínculo con ese genio de la danza y compartió sus recuerdos de cuando participó como pianista del Ballet Nacional de Cuba en los Concursos Internacionales de Ballet de Moscú, sino que además consiguió nuevamente que el piano se le «rindiera» ante tamañas maestría y musicalidad. Tocó obras universales que uno de los creadores de la Escuela Cubana de Ballet solía escuchar con frecuencia, mientras sus delicadas manos se deslizaban vivaces por las teclas, olvidándose de las marcas que deja el tiempo.

Había que apreciarla «traduciendo» la cubanía legada por Saumell, Cervantes, Lecuona...; haciéndonos entender la universalidad de esos ilustres criollos, pero también de Carlos Guastavino, Heitor Villalobos... Porque antes de convertirse en eminente profesora, la Perea primero fue excelente alumna: en los inicios, de su madre, y luego de Juana Valles de Goñi en el Conservatorio Peyrellade; de Frank Fernández en el Instituto Superior de Arte (ISA)...

Lo cierto es que sería imposible referirse a la enseñanza musical en la segunda mitad del siglo XX en Cuba, y obviar su nombre, debido a la intensa labor pedagógica que desarrollara a partir de que triunfó la Revolución en 1959.

De hecho, participó una y otra vez en la confección de planes de estudio y asesoramiento metodológico a la instrucción pianística y de otras disciplinas. No en balde se le entregó en el año 2013 el Premio Nacional de Enseñanza Artística.

Pero no le bastaba, porque siempre quiso serle útil a su patria. Por ello cuando se habla de la música vocal o de la instrumental, la Perea se halla también entre sus principales exponentes.

Por esa misma razón asumió con total responsabilidad, entre 1990 y 2001, la presidencia del Instituto Cubano de la Música (F y 15, Vedado, Plaza de la Revolución), que este jueves recibirá sus cenizas, entre las ocho y las 11 de la mañana. Después se desempeñaría, además, como Consejera Cultural de la Embajada de Cuba en Francia y en la Embajada de Cuba ante la Unesco. Y entonces continuó haciendo de diplomática cultural y promotora de nuestra más auténtica música, como siempre lo fue. Ahí queda de testigo el público que la aclamaba por sus recitales como solista y en agrupaciones de cámara en México, Perú, las antiguas República Democrática Alemana y Unión Soviética, Hungría, España, Marruecos...

Sí, acaba de partir Alicia Perea. Desde ayer en toda Cuba se escucha una triste sonata, pero su discografía no permitirá que la olvidemos: Música para piano de compositores cubanos del siglo XX, Danzas, contradanzas, habaneras y danzones, Tres compositores cubanos del siglo XX. El próximo 24 de mayo, nuestra querida Alicia Perea seguramente hubiera picado el cake de sus 81. Pero lamentablemente ya no será. Sin embargo, siempre nos quedará el consuelo de haber contado con su arte.

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