Arturo Kemchs Dávila, caricaturista mexicano. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 14/12/2019 | 07:56 pm
Si mal no recuerdo, un título similar al que encabeza este texto da nombre a uno de los reconocidos espectáculos de nuestro amigo Alejandro García, Virulo. Esta vez parodio dicha frase abiertamente filosófica, para traer a colación a uno de los más destacados caricaturistas mexicanos, Arturo Kemchs Dávila, amigo de Cuba y director del Museo Zapata, de la Ciudad de México.
Kemchs ha dedicado una significativa parte de su obra, inmensa y profunda como el aprecio que siente por Cuba y los caricaturistas cubanos, al complicado pero divertido tema de la sexualidad. Quizá el morbo me traicione, pero son distintivos sus personajes desnudos involucrados en complejas y cotidianas situaciones.
Hablo de Kemchs no por casualidad. Me convoca el hecho de que este cuate monero (como llaman en México a los caricaturistas) está de visita por nuestra tierra, cumpliendo una invitación de los hermanos de Melaíto, cuyo evento mayor, su Salón Internacional, comenzará la semana próxima en su sede habitual en la provincia de Villa Clara.
Arturo Kemchs fungirá como jurado en este prestigioso Salón de humor gráfico, que por derecho propio se encuentra entre los más destacados de nuestro país y del humor gráfico internacional.Dedeté estará presente en este jolgorio, pero antes recibirá en la sede de JR a este hermano con el que siempre estamos en constante intercambio profesional, como es justo entre cuates que se admiran y se aprecian.
En las manos de Kemchs viajó a La Habana una interesante muestra que inauguraremos este martes 17 de diciembre a las cinco de la tarde en nuestra galería Pancho Vázquez, 100 años, 100 Zapatas, la expo dedicada al centenario del revolucionario mexicano Emiliano Zapata, ahora interpretado por cien caricaturistas del hermano país, aunque en la expo del DDT se muestre una representación.
Al siguiente día, o sea, el miércoles 18, viajaremos rumbo a Santa Clara para compartir con los hermanos de Melaíto su esperado Salón Internacional, así que échenle agua a la sopa, que llegó visita… ¡y qué visita!
