Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una mujer sencillamente feliz

Recientemente se estrenó La habitación, canción que ha provocado una de las más grandes polémicas de los últimos tiempos en las redes sociales. Sobre la repercusión de esta pieza y otros temas Juventud Rebelde conversó con su protagonista

Autor:

Lourdes Benítez Cereijo

Si preguntáramos cuál es el tema del momento en las redes sociales, creo que la respuesta (además de los precios elevados) sería ¡el Porompompón!, una contagiosa frase con la cual el público se refiere al sencillo La habitación, interpretado por Rebeca Martínez y compuesto por Tanya, cuyo video clip fue dirigido por May Reguera.

Estrenada recientemente, la canción ha provocado una de las más grandes polémicas de los últimos tiempos en las redes sociales, y con ello se ha destapado también un debate que pasa por temas tan sensibles como la misoginia, la desigualdad en el ámbito artístico, el ciberacoso, la hipocresía al evaluar determinada producción o la libertad creativa.

Nuestra intención no es realizar un análisis del video clip. Más allá de opiniones a favor o en contra, el propósito es explorar la repercusión que ha tenido para su protagonista, la cantante, bailarina y actriz Rebeca Martínez. Luego de que todos han dicho lo que han querido y como han querido, es justo que sea ella quien hable.

—Rebeca Martínez es tema del momento. ¿Imaginaste tal revuelo?

—Sabía que iba a causar expectativa y controversia, pero no a tal magnitud. Nunca pensé que le fueran a dar tanta importancia a una canción tan sencilla. Imaginaba que habría cierta atmósfera, porque si a veces con solo subir en Instagram o Facebook un videíto grabado en casa por mi mamá de 98 años, con la idea de entretenernos y entretenerla a ella, se generaban comentarios y revuelo, supuse que La habitación iba a ser de palabras mayores..., pero no tanto.

—¿Cómo surge la idea?

—Un día encontré un mensaje de Tanya en WhatsApp hablándome de un tema y sugiriéndome que lo defendiera. Sinceramente esperaba algo de su estilo, pop-rock, y como en muchas ocasiones he cantado ese género musical, me animé. Al recibir el tema quedé sorprendida, pues no esperaba algo así. Ella quería probar algo diferente para que la gente se divirtiera. Analicé el texto y se lo mostré a personas de distintas edades y les pareció divertido, alegre, desenfadado. Entonces acepté grabar, Tanya me mandó las pistas y le puse la voz; se lo envié y luego ella realizó la producción musical.

«El doble sentido se ha usado siempre. En la cancionística cubana es apreciable, salvando las distancias, en aquello de Eliseo Grenet: “si me pides el pesca´o te lo doy” y otras obras del teatro vernáculo, del teatro bufo. Tanya decidió ir en busca de ese tipo de lenguaje, reitero, sobre todo con el objetivo de que la gente pasara un rato agradable, y ese también fue el sentido del video».

—¿Y el trabajo con May Reguera?

—La realizadora, actriz y fotógrafa May Reguera me había contactado tiempo antes para hacerme unas fotos en su estudio, idea que me encantó, pero por situaciones también con mi mamá le pedí dejar eso para más adelante. Luego, con el tema grabado, le propuse hacer el video, aunque fuese con celulares. May conversó con su equipo y me dijo que les encantaba y lo harían con todos los recursos de los cuales disponían. Para ello convocaría a personas que quisieran colaborar y así se unieron las madres y mujeres de su proyecto Vida/La Tribu, y la actriz Alicia Echavarría.

Rebeca junto a la actriz Alicia Hechavarría, quien participa en el video. Fotos: Cortesía de la entrevistada

«No hice un trabajo de mesa, me dejé guiar por May porque me gusta su estética y lo que hace. Cuando llegué a filmar hubo un ambiente precioso, me sentía mami de todas aquellas mujeres espectaculares, que son profesionales, emprendedoras, madres maravillosas, empoderadas y la pasé superbien y nos divertimos muchísimo. Yo también quería que ellas tuvieran hasta más protagonismo, porque me parecía lindo poder resaltar a esas madres cubanas, jóvenes y trabajadoras».

—El mundo se ha volcado a las redes sociales, un ambiente que puede ser muy lacerante y suele ser un escenario en el que las personas no se guardan nada y atacan con todo. ¿Cómo enfrentas o cómo te afecta esa realidad?

—Yo me siento tranquila. En paz. Contenta. ¿Por qué? Porque cuando hacemos lo que nos gusta y lo hacemos con la ilusión de llevar un mensaje de alegría, hay que sentirse bien. Estoy haciendo algo que me agrada y con personas en las que confío.

—Más allá del análisis del video, se ha generado un debate que pasa por cuestiones tan sensibles como la voluntad de luchar por un sueño, los ataques descarnados que rozan la crueldad, la libertad de salirse de los moldes, las desigualdades en el ámbito artístico, la hipocresía de usar diferentes lentes para ver la realidad. ¿Cuál es tu postura al respecto?

—Los artistas actuamos para todo tipo de público y ganamos admiradores y detractores. Si vamos a fijarnos nada más en las personas a las que no les gustan nuestras actuaciones, entonces muchísimos ya no estarían en el mundo del arte.

«Somos libres de opinar, eso me parece bien. Cada cual se expresa como sabe, como siente, como puede, y es válido. Pero a veces me pregunto: ¿por qué no critican a los hombres y las mujeres siempre estamos en el escrutinio? Si aumentamos de peso, si ya no nos vemos rozagantes, si el cabello no es tan frondoso como antes, si las arrugas… Al final el tiempo pasa para todos».

—En el mundo del arte, decía una colega, a las mujeres no se les perdona el atrevimiento de envejecer. ¿Qué piensas? ¿Por qué se sanciona la osadía de reinventarse?

—Con el tema de la edad me sucede como a muchísimos artistas que comenzaron siendo niños o adolescentes. Yo hice televisión de niña, pero lo que las personas más recuerdan es Para bailar. Muchos dicen: “Yo era un niño y ya ella estaba compitiendo”. Sí, pero a lo mejor yo le llevaba cuatro o cinco años. No era una gran diferencia, aunque igualmente eso no importa. Estoy llegando a los 60, y no digo exactamente cuánto me falta porque estoy convencida que, aunque muestre mi carnet de identidad, van a pensar que es falso. Mejor lo dejo así y que la gente hable lo que desee.

«La edad no es un impedimento para cumplir sueños y alcanzar metas. Hay que ser entusiasta. Hay que sentir esa chispa, ese deseo, la alegría cuando, por ejemplo, te llama un director de televisión y te propone un proyecto. ¿Qué pasa? ¿Nos quedó bien o mal? Lo intentaste. Y eso a mí siempre me va a motivar».

—Eres de esas artistas que desde aquellos tiempos de Para bailar y los ejercicios aeróbicos no provoca términos medios: el público te adora o te odia. La polémica parece acompañarte donde quiera que vas y es como estar en la cuerda floja todo el tiempo. ¿Cómo logras mantener el equilibrio?

—De una forma u otra todos estamos en la cuerda floja, y sobre todo los que exponemos nuestro trabajo a la luz pública. Para bailar sí fue muy polémico, una competencia muy reñida, difícil. Teníamos mucha gente que nos apoyó, pero también teníamos mucha en contra. Eso creó en algunas personas animadversión hacia mí como artista por diversas razones.

«Seguí cuatro años más con mi pareja de baile y a finales de 1984 o principios de 1985 decidí hacer carrera en solitario como cantante, y el Inder me hace la propuesta de presentarme en un proyecto como monitora principal. No fui la primera opción de Gimnasia Musical Aerobia, siempre lo digo, ellos pensaron primero en muchachas que eran de la gimnasia rítmica, pero no pudo ser, no sé por qué razón. Después pensaron en otra artista que declinó, hasta que llegaron a mí. Prácticamente no tenía conocimiento de hacer ejercicio, yo simplemente bailaba; y recuerdo que me señalaban en muchas ocasiones cómo ponerme para que no pareciera que estaba bailando. Total, después salió la zumba.

«Nosotros podíamos haber sido los creadores de un movimiento de baile mezclado con ejercicio. Con aquel programa hubo muchas mujeres que se pusieron celosas, y me parecía extraño, sobre todo porque nunca me he considerado una mujer bonita. Tengo la gracia de las cubanas, la sandunga, la picardía, pero hasta ahí. Bonita era mi mamá. Simplemente me ponía la ropa que se usaba en aquel momento, no mostraba nada que fuera ofensivo, realizaba los movimientos que me ponía la instructora de acuerdo con la metodología. Pero incluso eso sirvió para alimentar la polémica en torno a mi persona porque pensaban que yo me las daba de linda».

—Entonces suscribes aquello de que no importa si se habla bien o mal, lo que vale es que se hable…

—Una artista, y me reservo su nombre por conservar su privacidad, expresó que si La habitación la hubiera cantado otra persona nadie la habría criticado y no existiría tanta algarabía. Le doy la razón. Soy una artista polémica, precisamente por estas cosas que he contado de Para bailar y de los ejercicios, por falsas murmuraciones que hubo en un momento y que ahora están resurgiendo.

«Así me tocó y así lo acepto. Lo asumo y lo disfruto. Al final es muy cierto eso: mejor que hablen a que te ignoren. Póngale el cuño. Ser ignorado es lo peor que te puede pasar en el arte. Mientras generes opiniones es señal de que estás activa, de que estás produciendo y la gente siente curiosidad por ver, después de tantos años, qué está haciendo Rebeca Martínez».

La más reciente propuesta musical de Rebeca Martínez ha tenido gran repercusión. Fotos: Cortesía de la entrevistada

—¿Consideras que has sido una artista incomprendida?

—No creo. Es cuestión de empatía, de que les gustes o no a determinadas personas. Sí siento que no he sido apoyada, aunque haya a quienes no les parezca así. Muchas veces en los medios de difusión no me han dado la oportunidad de mostrar lo que estoy haciendo. He presentado canciones de género lírico y no han sido difundidas. Hay tanta gente que no sabe lo que he hecho, que desconocen el desempeño, el repertorio que he logrado. Con una trayectoria artística de aproximadamente 40 años, no hay mucha información o material más allá de Para bailar o los ejercicios. Todo eso se ha perdido.

—En tu carrera, ¿te arrepientes de algo? ¿Alguna vez pensaste en renunciar?

—En todo lo que he hecho, tanto en lo profesional como en mi vida personal, he puesto mi corazón. He entregado el alma completamente. Me he apasionado y lo he disfrutado. Entonces, no puedo sentir arrepentimiento.

—¿Te sientes satisfecha?

—Casi siempre he logrado realizar lo que me hace feliz, lo que me hace sentirme plena. Vivo agradecida con la vida, con la familia que me ha dado, con la gente que me rodea, con Dios y con el universo.

—Para la teatróloga y profesora Isabel Cristina López, La habitación es un gesto liberador. ¿Cómo lo asumes tú?

—Como artista, trabajo con mucha ilusión. Nos esforzamos por crear algo que sea del agrado de la mayoría. A veces lo logramos, otras veces no, pero siempre seguimos intentándolo. La cosa está en no dejarse caer. De eso se trata la vida, de verla con los ojos cargados de esperanza. Hay que ser siempre positivo, y saber que “pa´ atrás ni pa´ coger impulso”, como decía mi papá.

—Muchos de los titulares que circulan son condenatorios. ¿Cuán complejo es seguir siendo fiel a ti?

—Creo en la voluntad de echarle buenas vibras a todo, en poner ganas para que salga un proyecto, en emprender. No me fijo en cómo me veo. Yo me centro en cómo me siento. Soy una persona alegre y eso es lo que me gusta transmitir. A mí me gusta llevar mensajes siempre positivos. Por eso no creo que los años sean un impedimento o que tenga que encerrarme en la casa y dejar de hacer las cosas que me satisfacen o vestirme como me gusta. Siempre digo a las personas: «Haga lo que le permita sentirse bien. Siéntase feliz consigo mismo. No hay mejor terapia».

—Ahora que muchos han desatado un infierno en torno a tu persona, ¿qué significa ser apoyada, respaldada?

—Yo no he sentido ese infierno porque uno tiene que estar consciente que cuando presenta una canción, una actuación, puede generar diversas opiniones. De los comentarios tienes que tomar lo que sea inteligente y productivo, lo negativo estudiarlo y disfrutar lo positivo. Yo gozo el arsenal de abrazos, de besos, de apapachos que me han llegado de tantísimos colegas, y del público.

«Toda esta controversia me ha traído momentos bellísimos. No se imaginan cuántos mensajes de aliento y de apoyo he recibido. Me he quedado maravillada por la cantidad de personas que me han dado su abrazo solidario. ¡Qué hermoso! ¡Qué lindo! Me he sentido querida. Y eso es un compromiso también para no defraudarlos, para seguir, para continuar con más entusiasmo todavía».

—¿Qué les dirías a quienes ahora mismo dicen que tu tiempo ya fue, que deberías quedarte en silencio dentro de La habitación?

—Durante todos estos años siempre he sido muy activa. Me he presentado en múltiples escenarios. Con la pandemia todo tuvo que frenar, y a eso se le sumó que mi mamá ya es una persona muy mayor. Llegó el momento de dedicarle el tiempo. Si toda su vida ella me apoyó en mi carrera, y a mi hermano también, decidí que ahora toca retribuirle ese amor y su entrega. Me parece increíble y es una suerte de regalo divino que me da la vida el poder hacer sus días felices. Por supuesto, esa situación hace que no pueda presentarme en provincias, viajar al exterior, o participar en actividades a altas horas de la noche. No la dejaría sola y tampoco con otras personas. Es mi mamá y la cuido como un tesoro, como la niña de mis ojos.

«Aun así, en mi casa, “dentro de la habitación”, sigo creando, buscando canciones que grabar, pensando en proyectos, hablando con colegas, explorando oportunidades. Sigo tratando de reinventarme. Y no voy a parar de hacer lo que me gusta. Siempre hay motivos para ser felices».

Conociendo La habitación  

  • Al momento de esta entrevista, el video llevaba 11 días en la plataforma de YouTube y tenía 95 534 visualizaciones.
  • Según el Lucasnómetro semanal, del proyecto Lucas, el día 18 de febrero el video se había instalado en el décimo escaño.
  • En el listado oficial que conforma Pista Cubana se informaba que, en fecha correspondiente al 25 de enero, el tema se ubicaba en el puesto número 4. Anteriormente, en fecha 11 de febrero, logró escalar hasta el puesto 1 de los éxitos.
  • La autora de la canción es la cantante y compositora Tanya.
  • En su perfil de Facebook, la realizadora May Reguera ofreció detalles relevantes que ahora compartimos:
  • Fue grabado en un día.
  • Todas las escenas fueron filmadas en el teatro Trianón.
  • Casi todas las actrices pertenecen al proyecto Vida/La tribu.
  • La dirección del video y la dirección de arte estuvieron a cargo de May Reguera.
  • La asistente de dirección fue Adriana Marcelo.
  • De la fotografía se encargó Adrián García.

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