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Luz verde: ¡Acción!

El 44to. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano regresa este viernes con propuestas marcadas por la diversidad y el compromiso social

Autor:

Sergio Félix González Murguía

«El Cine Latinoamericano no nace como movimiento voluntario, no nace por la decisión de nadie. La partera del Nuevo Cine Latinoamericano es el tiempo, la circunstancia histórica, son las condiciones reales; y por supuesto, del otro lado de la polaridad, gente joven con mente joven, abierta, con una preparación diferente». Así lo definió Fernando Birri en una entrevista ofrecida al investigador argentino Fernando Madedo, en 2005, en un intento por buscar una respuesta a la pregunta sobre «¿Qué es el cine latinoamericano?».

La reflexión de quien fuera considerado por Gabriel García Márquez como «el gran papá del Nuevo Cine Latinoamericano», se renueva cada año cuando llegan las fechas de la gran fiesta de nuestro séptimo arte en la capital habanera, un festín que convoca a disfrutar de esta manifestación descrita por Gabo —en 1986— como «esta tercera realidad entre la vida real y la invención pura: la realidad del cine».

Cuando en La Habana inicia este viernes el 44to. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, esa banda sonora sublime compuesta por José María Vitier —Desde la aldea—, como cada año, nos va preparando el ánimo para enfrentar lo que viene. El andar rutilante de los creadores latinoamericanos se acerca a nuestras costas y sus obras están a punto de desembarcar en la mayor de las Antillas, en el gran concierto de miradas hacia las distintas realidades que coexisten en un continente tan diverso como es América Latina.

Miradas y realidades contenidas en los 199 filmes que conforman la muestra oficial de esta edición 44, entre obras en concurso u otras, como parte de los apartados en exhibición que podrán ser disfrutadas en los cines 23 y 12, Acapulco, Rampa, Chaplin y Yara—ya están a la venta los pasaportes para las entradas a las salas de proyección en las taquillas de los cines—, según ha especificado a la prensa recientemente el comité organizador de la cita.

Desde la página oficial de la gran fiesta del séptimo arte en Cuba(habanafilmfestival.com) se puede consultar las obras que figuran en la selección oficial del evento. La ópera prima del chileno Felipe Gálvez, Los colonos, será la encargada de dar «Luz verde: ¡Acción!» en la noche inaugural en el cine Chaplin, un western que explora los traumas del colonialismo y la persecución de pueblos originarios de la Patagonia.

Será esta la historia que abra la puerta a la posibilidad del público para disfrutar de otras historias que calarán en la audiencia, ya sea por su arriesgada mirada, por una visión conservadora o vanguardista de la contemporaneidad, por su apelación directa a la memoria o por su invocación a la transgresión de estilos. En definitiva, son historias, reflejo de las vidas reales de nuestros pueblos, vividas o por vivir. Historias que hablan de violencia de género, de problemas familiares, de visiones desde la infancia y la adolescencia, de discriminación, de lucha por el respeto a la dignidad de los hombres o por el intento cotidiano de salir adelante en sociedades donde el día a día supone riesgo constante.

Obras en concurso

Ahí estarán en nuestras pantallas las películas que concursan en las categorías de largometraje, mediometrajes y corto de ficción, así como documentales, filmes de animación que mostrarán parte de lo más actual de la creación cinematográfica del continente. A estos atractivos se suman los concursos de guiones inéditos y de carteles, con 30 participantes en cada categoría.

Y la sección de Ópera prima, por supuesto, que en cada edición muestra una visión interesante de parte de lo más novedoso de la producción de los creadores noveles de la región. Este año integran la categoría 11 producciones, donde Argentina lidera por número de obras seleccionadas, con Clara se pierde en el bosque, de Camila Fabbri, Adentro mío estoy bailando (The Klezmer Project), de la autoría de Leandro Koch y Paloma Schachmann, así como Las preñadas, de Pedro Wallace, una coproducción con Brasil. Figuran también Sem coração, de Nara Normande y Levante (Power Alley), de Lillah Halla, ambas autoras brasileñas.

Desde Chile, las noveles Duele, de Cote Ramírez y Los colonos, de Felipe Gálvez; México aporta su cosecha con Todos los incendios, de Mauricio Calderón Rico y A cielo abierto, de Mariana Arriaga y Santiago Arriaga. Completan la sección Los océanos son los verdaderos continentes, una coproducción ítalo-cubana dirigida y escrita por Tommaso Santambrogio y La mujer salvaje, cinta del cubano Alan González, cuyo debut cinematográfico fue en la reciente edición del Festival de Cine de Toronto.

En los apartados de exhibición de Latinoamérica en perspectiva, 30 largometrajes y 15 cortos componen la acostumbrada propuesta cinematográfica de la región fuera de concurso. En este segmento reina Brasil como país con más obras seleccionadas, con siete producciones. Le siguen obras de Argentina, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, Costa Rica, Estados Unidos, México y Uruguay. Serán visiones de nuestro continente que contrastarán con el panorama contemporáneo internacional, con 17 producciones que llegan de países tan diversos como Alemania, China, Corea del Sur, España, Italia, Finlandia, Francia, Rumania, entre otros.

Se suma, además, el empeño por sacar el cine a las calles, anunciaron desde el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), para hacer un cine gigante, abierto al público en la intercepción de las calles 23 y 12, sobre lo cual se ofrecerán más detalles próximamente. Mientras tanto, tenemos la certeza del regreso de los días del cine cubano y latinoamericano por excelencia, una bienvenida al último mes del año como merecen los amantes del séptimo arte y fieles de esta cita que arriba a su 44 edición.

Intercambio de ideas

El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, más allá del disfrute propiciado en salas de proyección, deviene en días que propician oportunidades para el intercambio de ideas y visiones sobre el desarrollo de la industria cinematográfica en la región y el resto del mundo.

Así llegará, del 9 al 11 de diciembre, el Foro de Animación Latinoamericana y Caribeña Juan Padrón in memoriam, en los estudios de animación del Icaic, un evento para generar espacios de reflexión y aprendizaje, así como fomentar lazos de cooperación entre los diferentes estudios y especialistas de la industria audiovisual en nuestra región. Asimismo, el Foro asesorará proyectos en desarrollo, realizará charlas, conferencias, proyecciones de cortometrajes y otras actividades sobre esta especialidad.

Otro espacio para mover ideas será el sector Industria del Festival que, como cada año, propone conferencias relacionadas con la industria del séptimo arte, esta vez vinculadas a la animación, la música en el cine, así como lo será el espacio para el intercambio con Dominique Clément y su conferencia sobre Max Linder, actor y director de cine mudo francés, y Agnès Jaoui, guionista francesa. De igual forma el apartado de Industria estará entregando su habitual premio de posproducción, concurso para el cual ya están escogidas siete películas de Argentina, Perú, México, Colombia y República Dominicana.

La edición 44 del Festival de Cine de La Habana será también una oportunidad para celebrar la obra del español Luis Buñuel (1900-1983) y del francés Max Linder (1883-1925), los 25 años del programa de colaboración Ibermedia, asociado a la cita, así como la celebración del taller de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, enfocado en las oportunidades y desafíos del audiovisual, además del vínculo estrecho con el evento Nuevas miradas de los jóvenes cineastas de la Escuela Internacional del Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.

Vuelven los días del frenesí cinematográfico a la capital cubana, jornadas de andar y desandar la avenida 23 tratando, pasaporte en mano, de elegir la película correcta para ver entre tantas propuestas del cine latinoamericano de nuestro tiempo, ese que, a pesar de todo, sigue mostrando las realidades de una región que continúa su andadura y se resiste a bajar los brazos.

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