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Foto: Juan Moreno, enviado especial CARTAGENA DE INDIAS, Colombia.— Estábamos en el centro de prensa, cuando los periodistas venezolanos llegaron con la noticia: Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico de la nación Bolivariana, propuso este miércoles, aquí, la creación de una Liga latinoamericana y caribeña de béisbol. Contaron los colegas morochos que fue en una reunión celebrada con la presencia de los presidentes de las federaciones de béisbol de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Costa Rica, además del titular de la Confederación Panamericana, el panameño Eduardo de Bello.
Se trata, dicen, de incentivar y elevar la práctica de la disciplina en la región, garantizando un período anual de competencias internacionales para los peloteros y brindando la oportunidad de permanecer activos a los atletas que son «dejados en libertad» por las organizaciones profesionales. La liga tendría presumiblemente dos o tres meses de duración y en ella participarían diez países de la región. Y enseguida que fue divulgada la idea, la polémica comenzó a pasearse por esta ciudad. Es que no se puede ver la pelota sin discutir. No estamos en Cuba, pero en todas partes es igual.
