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La puesta en marcha, el martes, de dos sistemas de alumbrado artificial en campos cubanos de béisbol va más allá de un hecho festivo.
Ya tienen luces eléctricas los estadios José Ramón Cepero, de Ciego de Ávila, y el Cristóbal Labra, de la Isla de la Juventud. En adición a la alegría de los aficionados de esas provincias, que disponen ahora de un espectáculo nocturno adicional, el logro deportivo per se es de importancia mayúscula.
Ahora los peloteros de Nueva Gerona y del territorio avileño podrán competir de noche y entrenarse de día, una condición indispensable en el deporte de alto rendimiento en la actualidad.
Marchan muy bien los hombres de Roger Machado, al punto de haberle colocado una señal de pare al impetuoso Santiago de Cuba. Las avispas igualaron al día siguiente la balanza, con el desplome de la defensiva avileña, y otro bambinazo de José Julio.
En cuanto a la tropa de Armando Johnson, que atraviesa una crisis ofensiva, contó anoche con el sencillo de Luis Yadier Fonseca y las nueve entradas de Ronald García ante los espirituanos.
Otro para las TunasLas Tunas alcanzó otro triunfo sobre Granma. Ubisney Bermúdez inició el pleito y soportó algunas libertades, pero Jesús Guerra (hijo) le rindió honor a papá, con relevo de un hit en 3,1 innings.
Vladimir Baños reapareció para darle otro empujón —hacia arriba— a Pinar del Río: ya igualaron con Matanzas en el primer puesto, porque Yadel Martí y Odrisamer Despaigne defendieron a Industriales.
