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La preparación física realizada antes del torneo fue fundamental, según los técnicos. Autor: Franklin Reyes Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
Parma, Italia.— Pletórica de optimismo, la selección cubana de voleibol llegó a esta ciudad para luchar por un puesto en la final de la Liga Mundial.
Como se esperaba, el traslado resultó agotador después de un viaje por carretera desde la ciudad francesa de Montbeliard hasta la suiza Basilea. Luego se necesitó un cambio de avión en la alemana Frankfurt para llegar a Bologna, antes de cubrir el último tramo también sobre el asfalto.
Los viajes han sido un rival más para los jóvenes voleibolistas cubanos, quienes han logrado imponerse a este y otros contratiempos.
Sin temor a exagerar, el equipo ha recorrido miles de kilómetros en poco menos de dos meses, e indudablemente, tanta carretera termina por hacer mella en la anatomía de los jugadores.
Mantener las condiciones físicas de los jugadores durante todo el torneo ha sido el desvelo del colectivo técnico, apoyado en el médico y el fisioterapeuta del equipo.
«La preparación física realizada en la altura antes del comienzo del certamen ha sido fundamental para poder llegar en condiciones al último tramo de la competencia», afirma Julio Miñoso, quien va a cumplir tres años atendiendo las dolencias del equipo cubano.
Junto a Yoan Aladro, quien se encarga de acondicionar el físico de los jugadores antes y después de los partidos, han hecho más llevadero el rigor de un torneo muy exigente para los cubanos, por encarar todos sus partidos fuera de casa.
«Siempre hay que estar al tanto de los atletas, de identificar sus necesidades de recuperación, y evitar por cualquier vía que lleguen a lesionarse. No se puede perder tiempo entre una serie y otra para que ellos lleguen en condiciones óptimas y puedan luchar por la victoria», considera Aladro, quien además de encargarse de los necesarios masajes, contribuye a la filmación de los partidos para su posterior análisis.
Ambos vigilan con recelo la alimentación y el descanso de los atletas. También contribuyen con sus criterios a la planificación del trabajo físico a lo largo de la competencia.
