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Bisset regresó a la selección nacional y hoy es uno de sus opuestos. Autor: Taymí Medina Hernández Publicado: 25/06/2025 | 11:30 pm
El currículo profesional de Yordan Bisset Astengo aparece, con lujo de detalles, en la plataforma digital Volleybox. Allí encontramos cronológicamente que, a partir de 2016, sus prestaciones llegaron a clubes de Brasil (2016-2018), Rusia (2018-2019), Francia (2019-2020), Türkiye (2020-2021), Brasil (2021-2024) e Italia (2024-2025). En una década ha militado en siete equipos y en la pasada temporada de la Serie A2 italiana fue el único extranjero de la sociedad Gruppo Consoli Sferc Brescia.
Su recorrido por esos circuitos profesionales ocurrió después de desvincularse de la selección nacional cubana de voleibol, en 2013. Habitual en elencos antillanos en diferentes categorías, fue uno de los efectivos que ayudó a Cuba a conseguir la medalla de bronce en la Liga Mundial de 2012.
Entre tantas idas y vueltas, el habanero decidió regresar hace pocos meses al colectivo nacional y es hoy uno de los jugadores bajo la disciplina del técnico Jesús Cruz en la Liga de Naciones, que hoy atraviesa por su segunda semana. Radicado en Brasil, donde vive junto a su esposa y sus dos hijos, el opuesto de 30 años conversó con Juventud Rebelde en el tabloncillo de la capitalina Ciudad Deportiva, antes de iniciar su incursión en el fortísimo certamen.
—¿Qué te empujó a retornar a la selección cubana después de más de una década?
—Fueron 12 años, exactamente, los que estuve ausente. Nada, vi que el equipo estaba bien y que había varias novedades en cuanto a jugadores y cuerpo técnico. Cruz es un buen coach, entonces nos pusimos en contacto, conversamos, y llegamos a un acuerdo. Él es muy buena persona, tengo muchas cosas positivas para elogiarlo. Cruz fue una de las razones por las que volví.
«Este equipo tiene gran potencial para hacer estragos en la Liga de Naciones, solo es necesario que cada atleta ofrezca su mejor versión. Aquí hay muchachos que son titulares en sus clubes en Europa y varios de ellos tuvieron destacados desempeños en sus ligas en la última temporada. Esta Liga de Naciones es una excelente preparación para el Campeonato Mundial, en septiembre».
—Pediste tu baja del equipo Cuba en 2013 y luego de esa decisión has transitado por campeonatos de cinco países. ¿En qué liga apreciaste mayor nivel?
—Jugar en Rusia para mí fue un desafío, uno muy grande. Pero creo que a casi todos los voleibolistas les gustaría jugar en Italia. En las ligas de esos dos países hay una notable calidad.
—¿Qué sensaciones tienes de la última campaña profesional tuya, en Italia?
—Las mejores. Tuve la posibilidad de coincidir con atletas muy experimentados y algunos de ellos me pasaron esa experiencia. Lo aprendido allá es muy favorable para mi participación en la Liga de Naciones.
—Si algo no has perdido ha sido la potencia en tu saque. Te vi muy bien en ese sentido en el choque de preparación efectuado en la Ciudad Deportiva.
—Sí, poco a poco fui entrenando para fortalecer ese aspecto del juego. El saque siempre fue mi principal arma, no se puede bajar el nivel, hay que buscar la manera de mantenerlo y perfeccionarlo.
—Hablemos de esa primera etapa tuya con el conjunto nacional. ¿Fue la medalla de bronce en la Liga Mundial de 2012 tu mejor capítulo en ese entonces?
—En aquella época yo era muy joven. Joven, pero con talento en un gran equipo en el que ya estaba Wilfredo León, Henry Bell, Yoandry Díaz, Rolando Cepeda,
entre otros. Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa, así como de esa medalla que me dijiste. Lograr una presea con el equipo Cuba es algo genial, todo un privilegio. Mantengo el vínculo con cada uno de los jugadores que participaron en ese importante resultado.
—Me comentaste que eres ciudadano brasileño. ¿Nunca pasó por tu cabeza representar a ese país en eventos internacionales?
—No, eso jamás ocurrió. Tuve la oportunidad, pero no quise. Siempre le dije a la gente que, si yo salía de Cuba, jamás defendería a otra selección. Ese es mi criterio. Yo siento que no pertenezco a otra selección.
Por ahora, Yordan Bisset ha tenido poco protagonismo en la Liga de Naciones, torneo en el que su formación tiene rendimiento de dos éxitos ante Brasil y Alemania y tres fracasos contra Eslovenia, Ucrania y Estados Unidos. El segundo triunfo llegó ayer frente al representativo teutón, con parciales de 19-25, 25-18, 25-22 y 25-21, y hoy el contrario será Serbia.
