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El último de los pioneros

Eulogio Owen Blandino Morell, Gallo de Cabaiguán, uvo el honor de ser el último de los fundadores de nuestras series nacionales en despedirse oficialmente del béisbol activo

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

Cuando el 8 de abril de 1979, hace 40 años, Eulogio Owen Blandino Morell decidió colgar los spikes en el estadio Mártires de Cabaiguán, de su natal municipio, en una jornada en la que se enfrentaron Pinar del Río y Las Villas en la 5ta. Selectiva, decía adiós el último de los 116 peloteros que el 14 de enero de 1962 echaron a andar las series nacionales de béisbol.

Precisamente el Gallo de Cabaiguán —como le llamaban—, cuyo epíteto después dio origen a la mascota del equipo de Sancti Spíritus, fue uno de los protagonistas de la primera fecha de aquel nuevo béisbol que surgió en el país, al alinear de sexto bate y defender la antesala del conjunto Azucareros que superó a Orientales, seis carreras a cero.

El estelar jugador, nacido el 13 de septiembre de 1939, bateó dos imparables en cuatro comparecencias oficiales y registró la mitad de las anotaciones con que su equipo doblegó a la representación de Orientales.

Transcurridos dos años, el 15 de marzo de 1964, entraría en la historia como el primer jugador en conectar un jonrón dentro del terreno en series nacionales, hecho del cual fue víctima Cecilio Soto.

En los 18 campeonatos en que intervino logró coronarse con los Azucareros en las versiones de 1968-1969 y 1972, y con los sorprendentes espirituanos en la temporada de 1978-1979, en la que fue el bateador designado titular del elenco y participó en 47 de los 51 partidos del plantel yayabero.

Otro cetro trascendente lo disfrutó en la Serie Especial de los Diez Millones con el equipo de Las Villas, en 1970.

Habían pasados pocos meses del gran triunfo de los cubanos en el Mundial de Santo Domingo, en 1969, en el que resultó líder de los bateadores con  500 de average (20 hits en 40 veces al bate) y del triunfo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ciudad de Panamá, en 1970, donde la escuadra criolla sostuvo un encuentro con el General Omar Torrijos.

Este acontecimiento lo marcó para toda la vida, pues en 1982 declaró al diario Granma: «No imaginábamos que el General fuera hasta el banco. Era un hombre afable. Jamás olvidaré sus palabras cuando nos alentó para que siguiéramos ganando».

Importantes para su carrera beisbolera serían también las victorias en las justas del orbe de Cuba, 1971, y Nicaragua, 1972.

Lamentablemente, el jueves 3 de mayo de 2007 falleció, a los 67 años, este destacado antesalista conocido también como el tabaquero de Cabaiguán, quien tuvo el honor de ser el último de los fundadores de nuestras series nacionales en despedirse oficialmente del béisbol activo.

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