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Javier, el de Matanzas

El habanero, a quien las autoridades de la Ciudad de los Puentes le regalaron un afiche, donado por Artex, donde reza «Hijo Ilustre de Matanzas», conectó tres imparables en cuatro veces al bate, y su desempeño lo convirtió en el jugador más valioso del encuentro

Autor:

Luis Autié Cantón

Javier Camero es más extrovertido en el cajón de bateo que frente a los micrófonos. Uno se da cuenta de que prefiere enfrentar a un lanzador que a un periodista. La víspera, durante el primer juego del play off final de la Serie en curso, Camero fue el único jugador de su equipo que puso a «trabajar» a los operadores de la pizarra del estadio Cándido González.

El habanero, a quien las autoridades de la Ciudad de los Puentes le regalaron un afiche, donado por Artex, donde reza «Hijo Ilustre de Matanzas», conectó tres imparables en cuatro veces al bate, y su desempeño lo convirtió en el jugador más valioso del encuentro.

Además, con par de swings desató la locura en la parte derecha de las gradas, donde se agrupaban los acólitos yumurinos. Las cinco carreras que ponen al frente a los de Ferrer en este play off salieron de las pelotas que el capitalino «nacionalizado» cocodrilo les regaló a los aficionados que se agolpaban detrás del muro del jardín izquierdo.

La primera de sus dos vueltas al cuadro fue singular, retraída, como quien no se cree lo que acaba de hacer. Fue un batazo descolgado, frente al estelar lanzador derecho Lázaro Blanco, considerado por muchos el mejor serpentinero de los que actúan en el campeonato.

«Me preparé bien. Es un gran pitcher, un lanzador muy difícil, no por gusto es del equipo Cuba. Me hizo dos lanzamientos en zona «bateable», que traté de conectar y no pude. Luego intenté realizar un swing suave, con el objetivo de hacer contacto y empujar carreras y salió un batazo más grande, que no esperaba», dijo el jardinero a JR, tras ser abrazado por todos sus compañeros luego del último out del juego.

Sus tres indiscutibles fueron extrabases, pues además de su pareja de bambinazos, el derecho conectó un doble en su tercera visita al cajón de bateo. En su última vez al bate, el exjugador de Industriales le perdió la pelota al refuerzo pinareño Frank Luis Medina, con las bases repletas de Cocodrilos y la pizarra mostrando un tres a uno favorable a los dirigidos por Miguel Borroto.

«Mi desempeño en el juego de hoy es el resultado de mucho esfuerzo, de mucha dedicación. Las cosas, por suerte, me salieron bien y estoy muy feliz por la victoria, y porque el pueblo está disfrutando», dijo.

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