Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cali, cuidados y consideraciones

Los clasificados y preseleccionados cubanos a los Panamericanos Junior se entrenarán en formato de burbuja para evitar contratiempos competitivos ocasionados por la COVID-19

Autor:

Enio Echezábal Acosta

El grupo de atletas y entrenadores cubanos que viajará hasta Cali, Colombia, para competir en la primera edición de los Juegos Panamericanos Junior, iniciará la concentración previa a esta importante cita a partir del día 9 de septiembre en las escuelas Cerro Pelado y Giraldo Córdova Cardín.

En ambos centros se reunirán los 157 jóvenes (66 féminas y 91 varones) ya clasificados en 25 deportes para el evento multideportivo, además de otro grupo que forma parte de la preselección nacional en varias disciplinas que aún cuentan con posibilidades de alcanzar su pasaje rumbo a esa urbe del Valle del Cauca.

Según explicó a Jit Oscar Nuevo, jefe de la sección técnico metodológica de la Dirección de Alto Rendimiento del Inder, el objetivo fundamental de esta medida es que todas las etapas y elementos que componen la preparación cumplan con las medidas higiénico-sanitarias que permitan a los muchachos verse alejados del impacto de la COVID-19.

Para llegar «limpios» a la lid que tendrá lugar del 25 de noviembre al 5 de diciembre venideros, todos y cada uno de los clasificados o posibles candidatos para este empeño, se mantendrán en una suerte de formato «burbuja», el cual incluirá inicialmente diez días de aislamiento y la posterior realización de test PCR en tiempo real con tal de verificar su estado de salud, todo lo cual fue explicado por el doctor Pablo Castillo, director del Instituto de Medicina Deportiva.

Al margen de este necesario proceso, debemos recordar que, actualmente, la representación cubana está a la espera de un nuevo paquete de plazas que deberán ser otorgadas por PanamSports, ente organizador del deporte americano, en disciplinas como el atletismo, la natación y el judo.

En los dos primeros casos, dependerá de las marcas establecidas por las respectivas federaciones, mientras que con respecto al arte marcial de origen japonés quedará en manos de la Confederación Panamericana y los wild cards que decidan otorgarle a la Mayor de las Antillas, cuyos atletas no pudieron asistir al evento clasificatorio debido a un brote del nuevo coronavirus entre sus filas.

Finalmente, la cantidad definitiva que llegaría a Cali podría rondar entre los 160 y 170 competidores, quienes estarían acompañados de sus respectivos preparadores y equipo médico, para así completar una cifra que oscile alrededor de las 400 personas, todo ello sin contar a federativos, árbitros y demás personal que también podría llegar a ser parte de esta justa múltiple.

Los Panamericanos Junior se presentan como una oportunidad ideal para que nuestras figuras menos experimentadas, o con poco rodaje internacional, salgan a enfrentar rivales de su misma categoría en el área y de paso intenten mejorar sus marcas, factor esencial en estas edades.

Sí, es importante ganar medallas y poner en alto el nombre de Cuba, pero también hay que jugar la partida más larga y planificar una estrategia que utilice a este y otros eventos similares como un paso más en el desarrollo y consolidación de una generación de deportistas que bien podría terminar ascendiendo podios más «grandes» eventualmente.

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