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Yariel y la terapia de marca JMC

El partido de Cuba contra Dragones de Wei Chuan, de la liga profesional taiwanesa, fue el octavo de los caribeños como preparación rumbo al Clásico Mundial

Autor:

Norland Rosendo

Si alguien debió dormir como un niño con juguete nuevo tras el partido de Cuba ante Dragones de Wei Chuan es el remendador de brazos, don José Manuel Cortina. La actuación del abridor Yariel Rodríguez tiene una historia que confirma la sapiencia de JMC.

Los picheos próximos a cien millas por hora despejaron dudas sobre el estado del joven camagüeyano, y los cuatro innings trabajados (1H, 6K y 2BB) confirman la sugerencia hecha por Cortina de que puede integrar la rotación durante el Clásico.

JR contactó al avezado entrenador para conocer sus criterios sobre la labor del muchacho ante el equipo taiwanés y el hombre nos contó el porqué estaba tan feliz, como tigre con raya nueva.  

Cuenta que al segundo día de los entrenamientos en La Habana Yariel se le acercó y le dijo: padre, me duele el brazo.

—¿Cómo es eso?, inquirió Cortina, y antes de que respondiera hizo otra pregunta: ¿cuántos días llevabas sin pichear?

—Uuuuf, unos cuantos.

El «viejo» lo recriminó: «no debiste tirar tantos lanzamientos duros ayer, pero no te preocupes, tú vas al Clásico y estarás bien».

Pidió unos exámenes médicos, comprobó que había inflamación en el hombro y recomendó esa noche hielo, mucho hielo. «Nada de coger una pelota en las manos», ordenó.

A los dos días comenzaron a hacer los ejercicios, un paquete terapéutico con la marca exclusiva de JMC que ha sido muy efectivo con otros pícheres; a la semana lo puso a tirar pelotas contra la pared en el suelo.

«Aún nada de ir al montículo», insistía, aunque había algunos preocupados por el estado del brazo del Gallero de San Serapio.

Cuando se cumplieron 15 días le dijo: «súbete al box y lanza 35 picheos». Cuando iba por 32 lo paró, «ya, es suficiente, en Japón sigue los ejercicios y poco a poco vas incrementando el volumen».

A la distancia, Cortina estaba al tanto de la evolución del muchacho, pero quería una prueba, verlo con sus propios ojos, aunque fuese a través de la pantalla del televisor.

«Yariel está  “entero” y preparado para ser abridor», me dijo Cortina por teléfono, con la voz tan clara como sus ideas.

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