Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ojo con los golpes de pecho

Los cambios en varias plantillas auguran movimientos constantes en el ordenamiento

Autor:

Norland Rosendo

En estos tiempos resulta muy difícil ser fanático en el béisbol cubano. Como advertimos en la pretemporada, las nóminas están sufriendo bajas sensibles, casi todas por fichajes en ligas profesionales, y no siempre hay suplentes que garanticen minimizar el impacto del ajuste.

De un lado los procesos de contratación ayudan en la formación de los jugadores y en sus finanzas personales y las de la Federación Cubana de Béisbol y Softbol. Del otro, en medio de la competencia, contrae calidad y aumenta rivalidad.

Parece una paradoja, pero es muy posible que en los dos tercios restantes del calendario crezcan las opciones clasificatorias de algunos equipos, aunque las estadísticas sigan siendo muy discretas.

Aquellos conjuntos que logren conservar la mayoría de sus mejores jugadores tendrán más posibilidades de avanzar a los playoffs.

Es loable la actuación de Pinar del Río, que además de las tradicionales «bajas» de Liván Moinelo y Raidel Martínez, tampoco cuenta ya con Frank Luis Medina y Erlis Casanova.

Igualmente están resentidos los cuerpos de lanzadores de Industriales, Matanzas, Villa Clara y Camagüey, por mencionar a algunos, y se anuncian más fichajes.

Aunque la mayoría son pícheres, hay también jugadores de posición fuera ya o en proceso de negociación. Granma, en ese sentido, es uno que podría perder fuerza al bate.

Lo bueno es que más jóvenes tendrán oportunidades de juego, en un torneo cuyo abanico etario descansa en los polos: inexpertos y «tembas». Los primeros necesitan protagonismo, los segundos aseguran experiencia y ayudan en apresurados procesos de aprendizaje en la «caliente».

En medio de ese escenario, los números siguen siendo típicos de ligas de poco linaje: un average colectivo de bateo cerca de .300 puntos, con promedio de carreras limpias superior a 5.50, casi un boleto por cada ponche y una defensa por debajo de .970.

Eso sin hurgar mucho en métricas que desnudan mejor la realidad de nuestra serie nacional ni en el dominio de los fundamentos de juego, cuya mala ejecución o hasta desconocimiento repercuten en los resultados entre las dos rayas de cal.

Sin embargo, la buena noticia (si es que podría calificarse así) es que se proyecta una bolsa mayor de equipos con posibilidades de llegar a los cuartos de final.

Haga una foto a la tabla de posiciones ahora, repita el «flash» sistemáticamente, y lo más probable es que veamos movimientos constantes y menos descolgados, lo mismo en la vanguardia que en la retaguardia.

Por ahora, los Tigres de Ciego de Ávila marcaron el paso durante el primer cuarto de competencia y el trío de Alexei Ramírez-William Saavedra-Yaser Julio González ha devuelto a los pinareños las esperanzas de ser campeón. Sobre todo, Saavedra, líder en average (.551), jonrones (10) e impulsadas (30).

Sugiero, en un torneo así, disfrutar los juegos, amar el béisbol y tener siempre en el bolsillo una pastillita para los golpes impredecibles de pecho.

Resultados del sábado: ART 6-VCL 5, PRI 5-CMG 2, LTU 10-CFG 1, HOL 10-IJV 1, MAY 7-SCU 3, SSP 4-GTM 0, IND 3-CAV 1, GRA 9-MTZ 4. 

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