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Un pedido al Gobierno de Juan Manuel Santos lanzaron este miércoles las FARC-EP, para que tenga en cuenta los diagnósticos realizados en Colombia por las organizaciones internacionales a fin de afrontar las exigencias de los diversos sectores sociales víctimas de la desigualdad.
La insurgencia trajo a colación este miércoles, al inicio de una nueva jornada de dialogo con el Gobierno colombiano en La Habana, un reciente informe del Índice de Desarrollo Humano para América Latina del PNUD.
Estos números ubican a Colombia en el número 12, muy por debajo de Venezuela, Chile, Argentina, Uruguay y Cuba, detalles que resaltan –dicen- para insistir en las profundas transformaciones económicas, políticas y sociales que se requiere implementar en el país y que constituyen la causa esencial de las confrontaciones.
Como ejemplo de esta realidad, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) ilustran con el porcentaje de desnutrición que sufre la sociedad colombiana, el doble de la media continental, situación que provoca la muerte de al menos cinco mil niños cada año, apuntaron.
Esos altos índices de desigualdad son más profundos en los lugares apartados, agrega el documento del grupo insurgente entregado a la prensa, donde el acceso a los pocos programas de salud y educación es deplorable o inexistente. También citó un diagnóstico del Banco Mundial donde se afirma que Colombia es el séptimo país más desigual del planeta, con niveles comparables a los de Haití y Angola.
«En el marco del desenvolvimiento de los diálogos de La Habana, el Gobierno no debiera olvidar que la paz no se reduce a cesar la confrontación militar o a desmovilizar la insurgencia. La Paz es el fruto de la Justicia», aseguró.
Este jueves culmina el sexto ciclo de conversaciones y se esperan sendas declaraciones de ambas partes, las cuales han adelantado durante estos encuentros la posibilidad de que se concluyan las deliberaciones en torno al primer punto de la agenda, referente al tema de la tierra.
El próximo tópico a tratar sería la participación de las FARC-EP en la vida política de Colombia y en este sentido, el delegado insurgente Jesús Santrich afirmó ante cuestionamientos de la prensa, que aun es muy precipitado hablar de movimiento o coalición al cual sumarse ante la eventualidad de lograrse un acuerdo de reconciliación entre las partes en conflicto.
